Fuerte rechazo a expulsiones masivas de refugiados en Europa

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La Unión Europea se apresta a negociar un acuerdo migratorio, mientras miles de personas siguen llegando a las costas griegas desde Africa y Medio Oriente.

Las voces en contra de las deportaciones colectivas de migrantes y refugiados de Grecia a Turquía se multiplicaron ayer, un día antes de la cumbre de los 28 jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea (UE) que se ampliará mañana a Turquía para negociar un acuerdo migratorio. «Permítanme ser claro: no puede haber devoluciones en grupo», dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, tras las críticas desatadas por el preacuerdo alcanzado entre las dos partes la semana pasada. Ese preacuerdo preveía la devolución a Turquía de todos los refugiados y migrantes que llegaran ilegalmente a las costas griegas.

En el mismo sentido se manifestó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que pidió que la repatriación se realice dentro del marco del derecho internacional y europeo. Cada solicitud de asilo deberá ser estudiada en Grecia con un proceso que incluirá una entrevista personal y el derecho a apelar la decisión, defendieron Timmermans y Tusk. También España se opondrá a la expulsión colectiva de refugiados contemplada en el preacuerdo. El jefe del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, acudirá por primera vez a Bruselas con una resolución consensuada del nuevo Parlamento español, que ayer acordó una posición unánime en este tema.

El Alto Comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, también volvió a manifestar su preocupación ante la posibilidad de que se aprueben devoluciones masivas. Grecia espera sin embargo que a partir del 1º de junio Turquía comience a admitir la devolución de los migrantes que hayan llegado ilegalmente desde sus costas a las islas griegas del mar Egeo, señaló ayer la portavoz del gobierno heleno, Olga Gerovasili. Otro de los puntos contemplados en el preacuerdo era el compromiso de la UE de aceptar a un sirio por cada refugiado sirio devuelto desde Grecia a Turquía. Sin embargo, según Timmermans, ese principio sólo debe valer de forma provisional y servir sólo de base de cara a una reubicación basada en la acogida voluntaria.

Ante esta situación, las negociaciones de hoy entre los líderes de la UE, a los que se unirá mañana el primer ministro turco, Ahmed Davutoglu, se presentan «difíciles», según reconoció una fuente diplomática en Bruselas, que señaló que el acuerdo no está asegurado. «Aún queda mucho trabajo por hacer». Otro de los aspectos controvertidos es considerar a Turquía como un país seguro. La normativa actual europea permite rechazar las solicitudes de asilo de una persona que disfrute de protección suficiente en un primer país de asilo o que llegue a la UE desde un tercer país considerado seguro, explicó Timmermans.

Bruselas quiere que sea Grecia quien determine si Turquía cumple los estándares para ser considerado seguro, señalaron fuentes de la Comisión. Ello requeriría cambios en la legislación griega y turca. «Es un plan muy complicado, tanto en términos legales como logísticos», reconoció el vicepresidente de la Comisión, que también insistió en que no existe otra alternativa aceptable.

En base al acuerdo de repatriación bilateral vigente entre Ankara y Atenas firmado hace 14 años, Turquía aceptó entre el 11 de marzo y el 14 la devolución de 163 personas desde Grecia, la mayoría de Pakistán, Marruecos, Algeria, Túnez y Bangladesh, informó ayer el Ministerio de Protección Civil griego. Desde que comenzara el año, unos 608 refugiados fueron devueltos a Turquía, según las autoridades. Otro de los puntos más polémicos del preacuerdo de la UE y Turquía es la reapertura de las negociaciones de adhesión. Chipre ya amenazó con bloquearla si Ankara no la reconoce como Estado.

El flujo no cesa. Y mientras tanto, no cesa el flujo de refugiados que siguen llegando de Turquía a Grecia. Este último ha visto llegar a sus costas más de un millón de migrantes y refugiados desde 2015, informó ayer Acnur. Durante 2015, llegaron 856.723 migrantes y refugiados, la mayoría por el Egeo, que se suman a 143.634 en lo que va de 2016, la mayoría de Siria, Irak y Afganistán. Tampoco la operación de la Otán en el Egeo ha conseguido frenar el flujo de refugiados: en la primera semana tras el inicio de las patrullas ante las costas turcas llegaron a las isla griegas 9.515 refugiados, una cifra casi igual a una semana antes, según datos de la ONU.

Desde Grecia, a los refugiados les resultaba hasta ahora relativamente sencillo continuar su viaje hacia los países del norte de Europa, siendo Alemania el destino predilecto. Pero el cierre de las fronteras de los países de la ruta de los Balcanes ha generado un cuello de botella en Grecia, donde fuentes gubernamentales calculan que se encuentran varadas más de 46.000 personas. Atenas anunció ayer que dejará de tener operativos campos de refugiados en la frontera con Macedonia para no atraer a más refugiados. Además, insistió ayer en que su prioridad, de cara a la cumbre, es agilizar la distribución equitativa de los refugiados entre los Estados miembro de la UE.

La actriz de Hollywood Angelina Jolie, embajadora del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), se reunió ayer con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, en el marco de una gira por las zonas afectadas por la crisis de refugiados. Además, Jolie visitó dos campamentos de refugiados en Atenas y luego siguió su viaje hacia el campamento de refugiados de Idomeni, ubicado en la frontera entre Grecia y Macedonia.

Fuente: La Capital, Rosario