Turquía exige concesiones a la UE para frenar flujo de migrantes
08/03/2016 EL MUNDO
El gobierno de Ankara exigió a líderes europeos más dinero y que se acelere su admisión entre “los 28”.
Bruselas. Los gobernantes de la Unión Europea extendieron ayer duras negociaciones con Turquía sobre cómo controlar la oleada de personas procedentes de Medio Oriente que buscan asilo, en un forcejeo diplomático que pone en juego la suerte de miles de refugiados que pretenden un trayecto que les permita llegar a un lugar seguro después de huir de la guerra en sus países.
Las negociaciones entre Turquía y el bloque de 28 naciones se extendieron hasta pasada la medianoche, y ambas partes buscaban más concesiones de la otra en cualquier nuevo acuerdo.
Turquía, donde hoy residen 2,75 millones de refugiados, sobre todo de la vecina Siria, sorprendió a los países de la UE al exigir que dupliquen los tres mil millones de euros ya comprometidos para Ankara.
Turquía insistió en que cualquier acuerdo incluya avances en la intención del país de convertirse en miembro del bloque. De manera adicional, Turquía dijo que espera que los países de la UE flexibilicen en algunos meses sus restricciones de visado para los ciudadanos turcos.
“Turquía está dispuesta a trabajar con la UE, y está dispuesta también a ser miembro del bloque”, declaró el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, a la prensa en Bruselas.
“Nuestro objetivo es rescatar las vidas de los refugiados (y) combatir a los contrabandistas de personas”, agregó.
Por su parte, la UE intentó conseguir compromisos más firmes de Turquía de que recibirá de nuevo a los refugiados que hayan alcanzado las costas europeas y de que contribuya a la mitigación de la crisis, en la que entre 13 mil y 14 mil personas permanecen en campamentos bajo el frío invernal en la frontera entre Grecia y Macedonia. “Para frenar la llegada de refugiados a Grecia, tenemos que cooperar con Turquía”, declaró por su parte el presidente francés, François Hollande.
Mientras, en diferentes puntos de Europa, miles de migrantes siguen a la espera de que se resuelva su situación en precarios campamentos o bloqueados frente a alambradas de púas.