La incertidumbre por la crisis productiva comercial de Rosario sigue más latente que nunca

Aunque las actividades comerciales se flexibilizaron prácticamente en su totalidad, la crisis económica en los sectores más consumidores sigue llevando a la quiebra negocios en distintas áreas de Rosario.

Aunque las actividades comerciales se flexibilizaron prácticamente en su totalidad, la crisis económica en los sectores más consumidores sigue llevando a la quiebra negocios en distintas áreas de Rosario.

Rosario parece una ciudad abierta en su totalidad, pese a que aún sigue habiendo contagios de coronavirus. La restricción nocturna para circular funciona se mantiene vigente y funcionando a rajatabla. Pero, pese a esta nueva “normalidad”, los sectores productivos de la ciudad siguen padeciendo los coletazos de la crisis desatada por el Covid-19.

Un reciente informe del Instituto de Investigaciones Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), da cuenta que para diciembre del año pasado, el 12,9% del total de negocios permanecían vacíos o desocupados en Rosario, lo que representa 1.145 locales.

A partir del relevamiento, se pudo concluir que la proporción de locales vacíos difiere entre el área central de la ciudad y los centros comerciales ubicados en los barrios y zonas: Fisherton, Echesortu, Mendoza Oeste, Tiro Suizo, Córdoba (alt.2200-3000) Mendoza (alt.2200-3000), Empalme Graneros, Alberdi y Cafferata (entre Salta y Santa Fe).

A su vez, los negocios ubicados en el microcentro de Rosario, o comúnmente llamado Casco Histórico, se encuentran atravesando por una situación de mucha desazón, de enorme incertidumbre de cara al futuro porque sencillamente sobra oferta, pero falta demanda.

“Los comercios del casco histórico no escapan a la situación del resto de la actividad productiva de la ciudad de Rosario y de la Provincia. Estamos viendo ahora coletazos de la pandemia, que se profundizó la crisis económica”, señaló a El Litoral el titular de la Asociación Casco Histórico, Fabio Acosta.

“Tanto 2018 como 2019, fueron años recesivos, a lo que se arrastra esta situación. Nosotros estamos viendo que el Estado en sus distintos niveles están tratando de morigerar el impacto, pero no es suficiente porque sencillamente no aparece la demanda. Hay poca venta. La rueda no gira”, apuntó.

Por eso mismo, es que “estamos viendo cierre de comercios; algunos esperan que remonte la situación y ver de qué manera continuar. Ojalá se resuelve y se reactive la actividad productiva. Oferta hay al igual que stock, pero falta clientes”, admitió el presidente de la Asociación.

Áreas más golpeadas
En la zona central de la ciudad, según el informe, se relevaron un total de 7.233 locales comerciales, de los cuales el 28% pertenecen al microcentro, el 11% a las galerías y el 61% restante en el resto del área comprendida entre boulevard Oroño, avenida Pellegrini y el río. Del total de los negocios observados, el 86,6% se encuentra en actividad, mientras que el 13,4% restante (1.145 locales) están vacíos o desocupados.

Por su parte, los centros comerciales de los barrios sufrieron menos el impacto del freno económico por la pandemia, de los 1.673 locales, el 89,5% tuvieron actividad y sólo se registró un 10,5% de negocios vacíos. Sin embargo, la proporción de locales deshabitados difiere entre los distintos puntos de la ciudad.

El informe del Instituto de Investigaciones Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) revela que el centro comercial Cafferata fue el más afectado por la caída del consumo, donde la tasa alcanza a casi el 20%.

Le siguen con tasas por encima de la media los dos centros que abarcan las calles Córdoba y Mendoza, entre las alturas del 2200 al 3000, con tasas del 17,5% y 16,2% respectivamente. El CC Fisherton y CC Alberdi también se encuentran por encima del promedio de los centros comerciales, aunque el segundo por debajo de la media de la ciudad.

Fuente: El Litoral