El 40% de los mendocinos tiene un «trabajo precario»

Un cuarto de la población económicamente activa está subcontratada o no recibe aportes jubilatorios. El último informe de la UNCuyo.

Un cuarto de la población económicamente activa está subcontratada o no recibe aportes jubilatorios. El último informe de la UNCuyo.

La caída de la actividad económica fue el catalizador del proceso de deterioro del empleo, que había comenzado en el último tramo del gobierno anterior.Hoy el designado ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne destacó la problemática y afirmó que «las cargas al trabajo son anormalmente altas y explican el 35% del empleo en negro».

En este sentido, el funcionario prometió reducir dichas cargas para incentivar a los empleadores a «incorporar más trabajadores al sistema tributario», y aliviar la presión que tienen los principales agentes de la actividad económica.

La provincia no está exenta a esta realidad,del último informe anual sobre la situación laboral en Mendoza del Observatorio de la Universidad Nacional de Cuyo se desprende que en el último año Mendoza registró una caída del 2% en el empleo privado formal, lo que significó una pérdida 4.900 puestos de trabajo.

Los trabajadores en negro y los que se desempeñan en empleos legales pero precarios, son los primeros en pasar al desempleo, lo salarios pierden poder adquisitivo y aquellos más elevados siguen pagando impuesto a las Ganancias.

Empleo precario en la provincia
El porcentaje total de asalariados precarios en la provincia oscila entre el 38% y el 40% (en este caso, la categoría está dada por la ausencia de los aportes jubilatorios). «De modo que la precariedad, en un sentido más amplio, supera el piso mínimo establecido en el análisis de los datos provistos por la EPH 2014 y la ECV 2012», según se informa en el mismo estudio.

Otro rasgo importante de la precariedad laboral es la insuficiencia de ingresos necesarios para escapar de la pobreza. El ingreso promedio está a $5.742, muy por debajo de los $7.720 necesarios (canasta básica familiar de ODSA al año 2014).

El 57% de los trabajadores no registrados se encuentran entre los 16 y 35 años, en tanto que otra variable significativa para el trabajo registrado es el nivel de instrucción, en este sentido, los trabajadores con estudios superiores ocupan el 31,7% del total de los empleos registrados. Asimismo, la ausencia de registración laboral es muy elevada para los trabajadores con menor nivel de instrucción 69% para primario incompleto y 55% para primario completo.

Pese a las variables anteriormente mencionadas, el estudio afirma que las condiciones de precariedad «no son atribuibles a las condiciones de empleabilidad de los sujetos individuales, sino que se fundan en la estructura económica informal».

Precariedad laboral den el sector público:

«En el sector público aparecen continuamente nuevas formas de precariedad, la mayoría provenientes de los 90 (…)  Aún la planta de personal permanente no queda exenta de poseer empleo precario por diversas condiciones negativas, entre otras las formas de contratación, el deterioro en la calidad del salario y el ambiente laboral, la existencia de casos de sobreocupación y polivalencia de tareas», se explica.

«En general encontramos diversos tipos de becas, con- Observatorio Laboral – Informe Diciembre 2016 32 tratos de locación de servicios, pasantías, contratos de talleristas, trabajadores bajo la figura de convenio, etc. Asimismo, estos trabajadores en la mayoría de los casos figuran como independientes o cuentapropistas, encubriendo una relación de dependencia», se agrega.

Estos trabajos son mal pagos, o se abonan fuera de término. Otra modalidad que se utiliza para encubrir la relación de dependencia es derivar los pagos a organismos ajenos a las entidades que los contratan.

«Aunque haya habido mejoras en cuanto a la incorporación de nuevos trabajadores al sector público, muchos lo hicieron en calidad de precarios. En general no lograron una ampliación de derechos, aunque paradójicamente gran parte de ellos se encargaron de la gestión en programas sociales de inclusión. Su ingreso al puesto laboral dependía claramente del dedo benefactor. Desde fines de 2015 miles perdieron sus puestos sin que los despidieran. Simplemente la llegada de otro dedo, pero ahora persecutor que no renovó contratos, no redesignó personal, dio de baja a programas temporales, etc.», finaliza el estudio del Observatorio Laboral.

Fuente: MDZ Online