Hubo paro municipal en la provincia y gran movilización a Las Rosas

Tuvo un alto nivel de acatamiento en todo el territorio santafesino. Fuertes discursos contra el intendente del PRO, Javier Meyer, y hacia la política macrista a nivel nacional.

Tuvo un alto nivel de acatamiento en todo el territorio santafesino. Fuertes discursos contra el intendente del PRO, Javier Meyer, y hacia la política macrista a nivel nacional.

Un altísimo nivel de acatamiento al paro en toda la provincia, una movilización importante, pero acotada por las calles de Las Rosas, y fuertes discursos tanto contra el intendente de esa ciudad, Javier Meyer, como hacia la política macrista a nivel nacional, fueron el resultado visible de la jornada de lucha con la que los sindicatos municipales agrupados en la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales (Festram), que lidera Claudio Leoni, se solidarizaron con sus pares de la cabecera del departamento Belgrano.

Desde las primeras horas de la mañana, numerosos ómnibus y minibuses, transportando delegaciones sindicales de toda la provincia, se concentraron en uno de los principales espacios públicos de esta ciudad de casi 16 mil habitantes y marcharon hacia la calle San Martín, en cuya intersección con Maipú se ubica la sede municipal y la carpa de los huelguistas que mantienen su posición desde hace más de cuatro meses.

Mientras en los barrios la jornada se desarrollaba con total normalidad, los vecinos del centro de la ciudad asistieron al, para ellos, poco habitual espectáculo de varios centenares de trabajadores atronando con sus bombos y estribillos de apoyo a la medida. Un pequeño escenario sirvió de tribuna a los representantes de las delegaciones más importantes; la local, encabezada por Claudio Gómez; Juan Medina, por la ciudad de Santa Fe; Antonio Ratner por el sindicato de Rosario —que aportó la columna más numerosa— y Leoni, en nombre de la Federación.

Delegaciones. Banderas, pancartas y pecheras identificaban a algunas de las delegaciones presentes: Funes, Villa Gobernador Gálvez, Ceres, Casilda, Cañada de Gómez, Santo Tomé, Rufino, Vera y Rafaela, entre otras.

Mientras, el edificio municipal ubicado en la esquina y vecino a la terminal de ómnibus local mostraba sus persianas bajas y sus puertas cerradas y una gran cantidad de efectivos custodiándolo.

Histórico. El conflicto laboral y la movilización de ayer de los trabajadores municipales pasará a la historia de Las Rosas por su extensión y por la dureza de las posiciones enfrentadas, con un intendente que desconoce nada menos que tres conciliaciones obligatorias, y unos sindicalistas que temen por el avasallamiento de los derechos de sus trabajadores y el contagio de la actitud a otros mandatarios.

Pero otros elementos que instalan a la jornada en la historia son la inusitada cantidad de efectivos policiales —unos 250, según fuentes de la fuerza consultadas porLaCapital— provenientes de las unidades regionales IV y X, de Casilda y Cañada de Gómez respectivamente, y la escasa participación de la población local.

A su vez, la continuidad de la presencia de 30 gendarmes que la ministra de Defensa nacional, Patricia Bullrich, envió a la ciudad, según los gremialistas, sólo aporta leña a la hoguera del conflicto.

Los reclamos más repetidos en la jornada pasaron por el pedido de acatamiento de la conciliación obligatoria del intendente Meyer, pero también para pedir por el fin de las agresiones y el retiro de la Gendarmería Nacional.

Mientras desde el escenario otro de los oradores, representante del sindicato de Ceres, hacía referencia a la incapacidad de Meyer para llegar a una solución para bien de la ciudad, en declaraciones a este diario, Gómez, secretario general de los municipales rosenses, repudió la actitud del mandatario local de no acatar en tres ocasiones la conciliación, al tiempo que desmintió que se hubieran producido destrozos en un despacho de la Municipalidad, y que se amenazó a la familia del intendente.

Luego Ratner, de los municipales rosarinos, trazó ante el público un paralelismo entre las actitudes irreductibles de Meyer al frente de la Intendencia en Las Rosas, y las del rosarino Horacio Usandizaga en los comienzos de la democracia, y aprovechó la oportunidad para fustigar el apoyo que el concejal rosarino Jorge Boasso ofreció al mandatario rosense.

Intervención. Con dureza en su discurso, el sindicalista rosarino también hizo referencia luego a la conducta del intendente Meyer al señalar: «Nos preocupa su accionar, su racionalidad», y tras anunciar que ante la Legislatura pedirán la intervención del municipio, alentó a los huelguistas de la carpa a resistir. Luego, en diálogo con este diario, relativizó los dichos del intendente Meyer señalando que nadie atentó contra nada en el municipio y que a lo sumo habrá recibido algún insulto de algún trabajador, «pero nadie lo amenazó», indicó.

Sin que nadie lo pidiera, los manifestantes empezaron lentamente a enrollar sus pancartas y carteles mientras el titular de la Festram terminaba de hablar a los trabajadores, cerrando el acto.

Memoria y reclamos. Sin desviarse del problema central del conflicto en Las Rosas Leoni dijo que «cuando ya no esté más, Meyer se va a acordar siempre de la lucha que le dieron los trabajadores», y luego se refirió a la participación de los municipales en los reclamos que las centrales obreras harán el viernes a nivel nacional.

Leoni habló de la vigencia de un modelo de represión, y en tono de advertencia dirigido a la Intendencia, a la Gobernación y la Presidencia señaló: «Estamos preparados para estar en la calle». Parafraseando a Perón indicó: «Somos pacíficos trabajadores, pero si nos siguen agrediendo con estas políticas «haremos tronar el escarmiento»».

Fuente: La Capital, Rosario