Yerba Buena exige ser un municipio de primera

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Concejales opositores, del oficialismo y el intendente bregan porque la Legislatura suba de categoría a la ciudad, como marca la ley

No es habitual. Pero ocurrió. Los políticos de Yerba Buena, tanto del oficialismo como de la oposición, coincidieron. Se pusieron de acuerdo. En la última sesión del Concejo Deliberante de esa ciudad, se presentaron dos iniciativas similares, una de los concejales afines al intendente Daniel Toledo y otra de un edil del macrismo. Ambos proyectos de resolución proponen que el Ejecutivo inicie gestiones con el objetivo de que se ubique a ese municipio en la primera categoría del Régimen Orgánico de las Municipalidades de Tucumán, y no en la segunda, como ocurre actualmente.

En el texto del bloque justicialista -que ha sido el que se aprobó y que lleva las firmas de los concejales Luciano Villegas y Enrique Casanova- se destaca que existe una iniciativa similar, que data de 2004, la cual fue ignorada. “La ciudad necesita ocupar la primera categoría por motivos trascendentes, tales como representatividad democrática y mejoras económicas”, dice Villegas.

La ley de las municipalidades, la 5.529, establece la categoría que le corresponde a cada distrito. Según la norma, son de primera las municipalidades que tienen una población permanente de más de 40.000 habitantes, y propiedades privadas cuyo número sea superior a 7.500. Los sitios cuya población exceden los 8.000 habitantes y tienen más de 4.000 residencias son considerados de segunda. Las municipalidades que no reúnen los requisitos anteriores caen en la tercera categoría. “Calculamos que en la actualidad tenemos una población de 120.000 personas. Eso cubre los requisitos exigidos para ocupar el primer nivel”, argumenta Villegas.

La otra propuesta de recategorización del municipio fue impulsada por el macrista Pedro Albornoz Piossek. En su escrito, le solicita a Toledo que gestione ante la Legislatura Provincial el ascenso, puesto que -sostiene él- sería justo y legal.

“Eso traerá aparejadas consecuencias políticas, porque pasaríamos de 10 a 12 concejales, y económicas, porque recibiríamos un mayor porcentaje en concepto de recursos”, razona Albornoz Piossek.

De hecho, Toledo -quien actualmente se encuentra de licencia debido a una operación de corazón a la que fue sometido hace casi un mes- cree que el municipio debería ser catalogado como de primera categoría. “En primer lugar, nos permitiría desendeudarnos con tranquilidad. Si nos coparticiparan como un municipio de primera, necesitaríamos unas 35 cuotas para saldar la deuda con la Provincia. Pero hoy, con una coparticipación correspondiente a un municipio de segunda, estamos hablando de unas 73 cuotas”, estimó.

Fuente: La Gaceta