En Metán, una huerta comunitaria abastece a 20 familias

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Un ejemplo de trabajo mancomunado en Barrio El Jardín. La iniciativa apunta a favorecer la economía hogareña y a fomentar una alimentación saludable, variada y equilibrada.

Se desarrolla con éxito en el centro vecinal de barrio El Jardín, de la ciudad de San José de Metán, una huerta comunitaria destinada a satisfacer las necesidades de unas 20 familias de la zona.

La iniciativa se va transforma de a poco en un verdadero ejemplo para otras barriadas y parajes de la localidad, en momentos en que gran parte de los recursos de los núcleos familiares se destinan casi íntegramente a los alimentos.

Las actividades son organizadas por la agencia de extensión rural del INTA-Metán, a través del Programa Prohuerta, y la Municipalidad local.

El proyecto se puso en marcha el año pasado. En una primera etapa se brindó capacitación a los vecinos sobre todos los aspectos relacionados a una huerta orgánica. Posteriormente, se puso en marcha la producción de hortalizas frescas destinas al consumo de la comunidad vecinal.

“La huerta comunitaria se realizó en un predio destinado a tal fin situado en el barrio El Jardín, el cual se mantiene gracias al trabajo de los vecinos”, comentaron los organizadores.

Las tareas realizadas por las familias que componen el centro vecinal no solo sirven para su propio consumo, sino que también colaboran con la alimentación de unos 30 niños que en la escuela Padre Mujica, de la ciudad de San José, quienes en estos momentos asisten a las clases de apoyo escolar que brindan un grupo de maestras de manera totalmente gratuita y sin cobrar remuneración alguna por su trabajo.

Los beneficios

La implementación de una huerta orgánica comunitaria trae aparejados numerosos beneficios. Entre otras cosas, promueve la participación los vecinos en la producción de alimentos, ayuda a mejorar la calidad de la dieta y ayuda a disminuir el gasto familiar destinado a la alimentación. Por otra parte, permite a los vecinos ser protagonistas en el desarrollo de su propia comunidad y proporciona, en caso de excedentes, la posibilidad de generar ingresos a través de la comercialización de los productos.

Los vecinos cuentan con el acompañamiento de profesionales y técnicos del Programa Prohuerta, quienes mediante técnicas específicas, capacitación y provisión de insumos biológicos, promueven la producción y el autoconsumo a nivel familiar, escolar y comunitario. De este modo, se favorece una alimentación saludable, variada y equilibrada.

Esta importante actividad se inspira en un enfoque de una agricultura más ligada al medioambiente y a un fuerte compromiso social, centrado no sólo en la producción sino también en la sostenibilidad ecológica del sistema de producción.

La gente que participa del proyecto cuenta con las herramientas para poder realizar las tareas, las semillas y la capacitación necesarias.

Fuente: El Tribuno