Advierten sobre la necesidad de reducir o reestructurar deudas de países en desarrollo
El Banco Mundial alertó que la deuda externa de los países de ingresos bajos y medianos combinados aumentó un 5,3% en 2020 a US$ 8,7 billones y que se necesita un enfoque integral para la gestión de la deuda.
12/10/2021 EL MUNDOEl Banco Mundial alertó que la deuda externa de los países de ingresos bajos y medianos combinados aumentó un 5,3% en 2020 a US$ 8,7 billones y que se necesita un enfoque integral para la gestión de la deuda.
El presidente del Grupo del Banco Mundial, David Malpass, afirmó este lunes que «necesitamos un enfoque integral del problema de la deuda, incluida su reducción, una reestructuración más rápida y una mayor transparencia», ya que «los niveles de deuda sostenibles son vitales para la recuperación económica y la reducción de la pobreza».
El saldo de la deuda externa de los países de ingresos bajos y medianos combinados aumentó un 5,3% en 2020 a US$ 8,7 billones, advirtió el informe «Debt Statistics 2022», presentado en Washington, en el marco de la asamblea conjunta del organismo y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los gobiernos de todo el mundo respondieron a la pandemia de Covid-19 con paquetes de estímulo fiscal, monetario y financiero masivos, a fin de abordar la emergencia sanitaria, amortiguar el impacto de la pandemia en los pobres y vulnerables y poner a los países en el camino de la recuperación, todo lo cual aumentó la carga de la deuda, señaló un comunicado.
Incluso antes de la pandemia muchos países de ingresos bajos y medianos se encontraban en una posición vulnerable, con una desaceleración del crecimiento económico y una deuda pública y externa en niveles elevados, indicó el análisis.
En tal sentido, añadió, se necesita un enfoque integral para la gestión de la deuda «para ayudar a los países de ingresos bajos y medianos a evaluar y reducir los riesgos y alcanzar niveles de deuda sostenibles».
Según la vicepresidenta sénior y economista en jefe del Grupo del Banco Mundial, Carmen Reinhart, «las economías de todo el mundo se enfrentan a un desafío de enormes proporciones debido a los niveles de deuda elevados y en rápido aumento».
La experta consideró que «los formuladores de políticas deben prepararse para la posibilidad de sobreendeudamiento cuando las condiciones del mercado financiero se vuelvan menos benignas, particularmente en los mercados emergentes y las economías en desarrollo».
El deterioro de los indicadores de la deuda, según el BM, fue generalizado y afectó a países de todas las regiones: en el caso de los de ingresos bajos y medianos, el aumento del endeudamiento externo superó el ingreso nacional bruto (INB) y el crecimiento de las exportaciones.
«Necesitamos un enfoque integral del problema de la deuda, incluida sureducción, una reestructuración más rápida y una mayor transparencia» DAVID MALPASS
La relación deuda externa / INB de los países de ingresos bajos y medianos (excluida China) aumentó al 42% en 2020, desde el 37% en 2019, mientras que su relación deuda / exportaciones se incrementó al 154% en 2020, desde el 126% en 2019, puntualizó el informe del BM.
Los gobiernos inyectaron ayuda masiva en sus economías, mientras que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgaron préstamos de emergencia a los países más afectados por la crisis.
Y aunque el objetivo era apuntalar a los sectores más vulnerables y sostener las economías, la deuda se disparó 12% en los países de bajos ingresos a un récord de 860.000 millones de dólares el año pasado, señaló el informe.
Abordar el problema es urgente, ya que a fin de año expira la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI), lanzada por el Grupo de las 20 naciones industrializadas y emergentes (G20) en abril de 2020, que permite a los gobiernos diferir pagos de la deuda mientras enfrentan la pandemia.
«El mundo debería pensar qué hacer después del 1 de enero», dijo Malpass en una teleconferencia con motivo de las reuniones anuales del FMI y el BM esta semana, y señaló que continuar con el dispositivo DSSI «es algo que debería considerarse».
El riesgo ahora es «que demasiados países emerjan de la crisis del COVID-19 con un gran sobreendeudamiento que podría llevar años gestionar», alertó.
Según el BM, a los países de ingreso bajo y medio ingresó en 2020 un total de 117.000 millones de dólares provenientes de acreedores multilaterales, un récord en una década.