En Chile buscarán transformar la basura en energía eléctrica

tijolo_ecologico20130228_H094958_ID438La iniciativa busca aprovechar los residuos domiciliarios e industriales generados en las comuna de La Serena y Coquimbo. En una segunda etapa podría llegar a toda la región.

Buscar nuevas alternativas energéticas permitirá al país el poder diversificar la matriz energética. Es así como hasta ahora se han incorporado con gran fuerza la energía solar y la eólica en donde la región lleva la delantera. Pero también se trabaja en otras alternativas como la mareomotriz o la geotermia al interior de la comuna de Vicuña.

Estas Energías Renovables No Convencionales (ERNC) serán parte importante del abastecimiento de energía de Chile. Sin embargo, hoy aparecen otras alternativas que buscan resolver un problema -que tienen en su mayoría las grandes ciudades- como es la basura y convertirla en una oportunidad.

«Siempre cualquier investigación parte de detectar cuál es el problema. El tema es que nadie quiere que el patio de su casa se convierta en relleno sanitario o basural, entonces todo el mundo está buscando alternativas para resolver el problema de la disposición final de la basura, de los residuos sólidos urbanos. Eso motivó el desarrollo de algunas tecnologías para poder transformar esa basura en energía», indicó Ricardo Cabezas, gestor de la iniciativa.

El objetivo es poder contar, en una primera etapa, con una planta en la Región de Coquimbo para poder llevar parte de los desechos que se generan entre La Serena y Coquimbo.

«La tecnología que existía hasta hace unos 10 años o quizás un poco menos, que era la pirólisis, generaba un impacto positivo en cuanto a que podía reducir los volúmenes de basura, pero tenía un producto que era altamente tóxico, que son las dioxinas y los furanos. Es por ello que se siguió investigando y aparece una empresa con sede en Suiza y con plantas en Italia y que Japón, que logra perfeccionar el sistema y logra dar con uno de los puntos clave, que era la transformación de la basura en energía y de ahí se inicia una nueva etapa», precisó Cabezas.

El experto indicó que gracias a este proyecto, la disposición final de basura se puede reducir hasta sólo tres por ciento, que es lo que resulta como parte del proceso de gasificación.

«El resultado es un producto inerte, que es completamente inocuo, que no tiene ningún impacto negativo en la población. De esta manera resuelvo un problema de disposición final, pero también le agrego valor al residuo. Si yo tengo una tonelada y media de basura, puedo producir aproximadamente un megavatio. Dados los precios actuales que tiene la energía en Chile, del orden de 130 dólares por megavatio hacen absolutamente viable cualquier inversión que signifique usar esta tecnología», afirmó el especialista

Fuente: El Zonda