Lanzan un programa de Comunidades digitales para 400 jóvenes de los barrios rosarinos

El programa formado por el Nueva Oportunidad, la Asociación Nodo Tau y el Polo Tecnológico se presenta este lunes

El programa formado por el Nueva Oportunidad, la Asociación Nodo Tau y el Polo Tecnológico se presenta este lunes

Con requisitos mínimos, que los chicos estén alfabetizados y tengan el nivel primario hecho, el Programa de Comunidades Digitales busca alcanzar a la población de jóvenes de menos recursos, esos que la brecha digital deja afuera del sistema escolar y el mundo laboral incluso informal. Ya dando los primeros pasos en algunos de los barrios, la propuesta en la que convergen el municipio a través del Nueva Oportunidad, el Polo Tecnológico y la Asociación Nodo Tau se presentará formalmente hoy, a la 11, en el Polo Tecnológico (Lamadrid 470).
Garantizar el acceso a la inclusión digital, educativa y cultural de jóvenes a través del equipamiento, capacitación y formación de puntos de acceso tecnológico en espacios comunitarios es el objetivo central de la alianza tejida entre la ONG el Estado y las empresas.

Con la experiencia ya marchando en algunos espacios, como la zona oeste, donde una veintena de chicos trabajaron a lo largo de este año para terminar el secundario ahora, de cara al 2022, se lanza y propone nuevas metas.

Alcanzar el equipamiento y la conectividad de por lo menos 30 espacios comunitarios o estatales para fines de 2022, capacitar a 450 jóvenes en aspectos de formación que reduzcan la brecha digital y facilitar el acceso al mundo laboral mediante la capacitación en las nuevas tecnologías son esos objetivos planteados.

Una experiencia en marcha
De las 30 islas digitales previstas para el 2022, 18 ya comenzaron a funcionar y una de ellas, en el oeste de la ciudad, ancló su trabajo en el Dispositivo Integral de Abordaje Territorial (Diat) de bulevar Seguí al 5400, justo al lado del Polideportivo Deliot.

Hasta allí van tres veces por semana adolescentes y jóvenes de los barrios Toba, Pororó, La Lagunita y Bella Vista Oeste, todos nucleados en la Escuela de Enseñanza Media para Adultos Nº 1.330, que cursan virtualmente y donde ya tienen planeado sumar espacios de literatura y escritura.

Luciano Vigoni, director del Nueva Oportunidad, que es nada menos que el enlace con las organizaciones para que los chicos lleguen a esos espacios, señaló la centralidad de “tener garantizados los dispositivos y la conectividad, algo que en la mayoría de los casos no sucede en sus casas por falta de recursos, pero además porque sostiene el rol de los acompañantes a la hora de poder llevar adelante el tránsito por la escuela y espacios de formación, algo que en estos casos es tan fundamental como las herramientas tecnológicas”.

De hecho, tanto Vigoni como los coordinadores de los espacios, señalan que los requisitos son muy básicos: estar alfabetizados y tener el primario terminado. “Se trata sobre todo de que puedan llevar adelante un trabajo colectivo y en un punto de cercanía de su casa y de su barrio”, indicaron y destacaron una y otra vez que “se trata de espacios donde lo que se construye es colectivo y se hace hincapié en la vinculación con otros”.

Un programa tripartito
La presentación del programa busca de algún modo formalizar las metas que para el 2022 se propusieron las tres patas que conforman el espacio, Estado, Polo Tecnológico y Nodo Tau, cada uno con un rol claro y definido.

Mientras que el municipio a través del Nueva Oportunidad funciona de enlace con los jóvenes y adolescentes, así como aporta algunos de los espacios donde los dispositivos se instalan, el Nodo Tau a través de su planta de reciclaje de residuos informáticos será quien pondrá en condiciones equipos para desarrollar el trabajo y se encargará del mantenimiento, garantizando la conectividad y el funcionamiento.

El Polo Tecnológico, en tanto, es quien promueve la participación de sus empresas asociadas al programa y sensibiliza en el rol social de las mismas, incentiva a la donación de equipamiento en desuso y colabora en el diseño de los planes de capacitación y su dictado.

Fuente: La Capital