Mendoza tiene más de 400.000 pobres, pero son casi 60.000 menos respecto del 2021

Los números de la pobreza en la Argentina -y en Mendoza específicamente- siguen siendo altos y alarmantes aunque lo alentador es que en el último año hubo una reducción significativa.

El INDEC dio a conocer los números de la pobreza y la indigencia en todo el país del primer semestre de 2022. En la medición realizada en el Gran Mendoza surgió que la cantidad de pobres es superior a 400.000 aunque con un importante descenso rcon relación al año pasado

Los números de la pobreza en la Argentina -y en Mendoza específicamente- siguen siendo altos y alarmantes aunque lo alentador es que en el último año hubo una reducción significativa. El informe del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) correspondiente al primer semestre de 2022 reflejan que en el Gran Mendoza son más de 400.000 las personas consideradas pobres. En 2021 eran más de 460.000 lo que indica que ahora los pobres son 60.000 menos.

El relevamiento dado a conocer este miércoles muestra que en nuestra provincia -se aclara que la medición es sólo en el Gran Mendoza- la pobreza es del 38,6%, o sea 5 puntos menos que en el primer semestre de 2021 cuando era del 43,7%y menos aún que si se toma en cuenta el segundo semestre del año pasado cuando llegó al 42,7%.

En el siguiente cuadro se observa la evolución de la pobreza desde 2021 a 2022 en las provincias de Cuyo y también en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El gráfico muestra que en el primer semestre de 2021 el 33,2% de los hogares mendocinos había caído en la pobreza. El porcentaje se mantuvo en el segundo semestre del año pasado cuando fue del 33,1% pero ahora -en el primer semestre de 2022- descendió al 28,6%.

En cuanto a la cantidad de personas pobres e indigentes, el informe del INDEC para el primer semestre señala que en sobre 342.844 hogares relevados en los que viven 1.827.932 personas, se detectó que son 99.811 los hogares pobres, con 401.671 personas (462.428 eran en 2021) y 13.070 los hogares indigentes con 47.479 personas (74.171 el año pasado) afectadas por esa condición.

La pobreza y la indigencia a nivel nacional
La tasa de pobreza se ubicó en 36,5% en la Argentina al cierre del primer semestre de 2022, equivalente a 17,3 millones de personas, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

En tanto, la indigencia se ubicó en 8,8%, lo que representa a 5.300.000 personas, y se redujo 1,9 puntos en forma interanual pero se elevó 0,6 puntos frente al período precedente.

Los datos más duros revelan que más de la mitad de los chicos de 14 años –el 50,9%- vive en la pobreza, y el 12,7% está en la indigencia.

La tasa de 36,5% representa una baja de 4,1 puntos respecto al 40,6% que se había registrado en el mismo período de 2021, cuando la pandemia había paralizado la actividad económica. A su vez, descendió 1,8 puntos con relación al segundo semestre del año pasado.

Las cifras oficiales muestran que el 27,7% de los hogares del país son pobres y la indigencia afecta al 6,8%.

Las mejoras en los indicadores están relacionadas con la base de medición ya que durante 2020 y 2021 la pobreza estuvo por encima de 40% dado los efectos de las restricciones sanitarias.

La peor situación se observó en el Gran Resistencia donde el INDEC detectó que la mitad de la población es pobre. En similar rango se ubica Concordia, ciudad en la que el 49,2% de los habitantes no cubren sus necesidades básicas.

En tanto, en la provincia de Buenos Aires el 42% de sus habitantes sufre carencias para una vida digna.

Las ciudades en la que hay más de 4 de cada 10 pobres son: Gran Catamarca (40,3%), Santiago del Estero (40%), Gran Córdoba (40%), San Nicolás y (40,7%).

En la Ciudad de Buenos Aires es donde hay menos pobreza

La mejor situación se detectó en la Ciudad de Buenos Aires donde la pobreza alcanza a sólo el 16,2% de la población. La segunda mejor condición se observó en Ushuaia (23,9%) y luego aparece Formosa (24,4%).

De acuerdo a los datos oficiales, los hogares en situación de pobreza están compuestos en promedio por casi 4 personas cada uno (3,96), con una canasta familiar de $ 93.177 e ingresos por $ 58.472.

De esta forma lo que ganan las familias pobres está un 40% debajo de lo necesario para salir de esa situación.

En el caso de la indigencia, también se detectaron cerca de cuatro personas por hogar (3,89), con un ingreso de $ 26.000 para una canasta básica alimentaria que cuesta $ 40.857.

La información difundida por el INDEC no captó la escalada inflacionaria que se produjo en julio, agosto y lo que va de septiembre, que profundizó la pérdida de poder adquisitivo de las familias.

Consciente de esta situación, el Gobierno otorgó ayudas especiales a jubilados y a los sectores más postergados para hacer frente a la suba de precios.

Ante la delicada situación se multiplican los reclamos por mayor asistencia del Estado y grupos piqueteros mantiene cortada la avenida 9 de Julio a la altura del Ministerio de Bienestar Social. El Gobierno ya comunicó que debido a la fuerte restricción presupuestaria que atraviesa no habrá aumentos de los planes sociales.

Fuerte mensaje de Cristina a Massa por los números de la pobreza

La vicepresidenta Cristina Kirchner se refirió a los datos de la pobreza e indigencia difundidos por el INDEC y le reclamó al Ministerio de Economía -a cargo de Sergio Massa- una intervención más efectiva y precisar para controlar la suba de precios sobre todo de los alimentos

«El Indec publicó datos sobre el descenso de la pobreza del 37,3% al 36,5% en el primer semestre del 2022. Sin embargo en el mismo período la indigencia aumentó del 8,2% al 8,8%. Esto evidencia el impacto del fuerte aumento en los precios de los alimentos», dijo Cristina.

Enseguida agregó: » Está mas que claro que estamos ante un fenómeno de inflación por oferta y no por demanda. Las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad».

Finalmente, ya en mensaje directo a Massa, expresó: «El Ministerio de Economía ha trabajado duro en todas las áreas de su competencia, pero es necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia».

Fuente: Uno