«Encontramos un humedal convertido en desierto», advirtió una bióloga que recorrió el área quemada
La Dra. en Ciencias Naturales Paola Peltzer junto a investigadores del Conicet monitorearon la zona que fue arrasada por los incendios en la isla Santa Cándida. "Encontramos solo un sapo muerto, quiere decir que ni los sapos pueden llegar a estos lugares, no hay reproducción y evidentemente se están extinguiendo localmente"
18/10/2022 MUNICIPIOSLa Dra. en Ciencias Naturales Paola Peltzer junto a investigadores del Conicet monitorearon la zona que fue arrasada por los incendios en la isla Santa Cándida. «Encontramos solo un sapo muerto, quiere decir que ni los sapos pueden llegar a estos lugares, no hay reproducción y evidentemente se están extinguiendo localmente», lamentó la investigadora.
Tierras agrietadas, sin humedad y mucha ceniza, sin la vegetación que caracteriza a los humedales y los pocos árboles que quedaban en pie estaban quemados. Ese fue a primera vista el paisaje que se encontraron los investigadores del Conicet al recorrer Santa Cándida, la isla santafesina ubicada en cercanías al Túnel Subfluvial, que fue devorada por las llamas días atrás. El hecho generó indignación en la sociedad paranaense y santafesina, que debieron soportar el intenso humo que llegó hasta ambas capitales provinciales.
Con las llamas extintas, los biólogos Paola Peltzer y Rafael Lajmanovich, junto con la becaria Ana Paula Cuzziol recorrieron esta isla para conocer in situ las consecuencias de los incendios. «Nos encontramos un humedal convertido en desierto», sentenció Peltzer, doctora en Ciencias Naturales e investigadora del Conicet y profesora de Ecología de la Restauración en la UNL, en una entrevista con El Litoral.
«Recorrimos 3 horas y media. El panorama es desolador, nunca en mi vida pensé encontrar un humedal con las características que vimos. Encontramos solo un sapo muerto, para alguno puede resultar positivo que no haya animales muertos pero para nosotros es negativo, quiere decir que ni los sapos pueden llegar a estos lugares, no hay reproducción y evidentemente se están extinguiendo localmente».
En la vasta superficie hecha cenizas quedaron algunos árboles Curupies, Alisos de Río y algún que otro Timbó Blanco. «No hay lagunas internas que son las que fertilizan los humedales, la única que encontramos tenía menos de 3 centímetros de profundidad, es decir que estaba totalmente eutrofizada, contaminada de nutrientes», lamentó la investigadora.
Relevamiento
-¿Cuándo comenzaron con estos relevamientos?
-En el 2020 cuando iniciaron estos incendios empezamos con nuestro grupo de trabajo a monitorear las islas que estaban siendo quemadas de forma intencional, donde en muchas de ellas se practican las quemas controladas para el rebrote y que el ganado pueda forrajear. El problema es que estos incendios se han dado desde el 2020 de una forma repetitiva en las distintas islas del Paraná Medio, que se extiende desde Resistencia (Chaco) hasta Diamante (Entre Ríos).
-¿Qué sucede con los humedales de esta región?
-Tanto la flora como la fauna no están ajustadas ecológicamente para soportar esta presión de fuego. En el 2020 recorrimos 18 islas y nunca paramos de monitorear la flora y la fauna.
-¿Qué es lo más preocupante?
-Lo que sucede con los anfibios anuros. Desde el año 1994 los estamos estudiando y están en declinación poblacional en todo el mundo. Justamente los humedales son su sitio reproductivo y si no hay humedales no hay reproducción.
Estos invertebrados son los indicadores por excelencia de calidad ambiental, y si no están en los humedales se va a producir un desastre ecológico que se va a ver reflejado en los eslabones tróficos.
Un futuro incierto
-¿Las quemas que siempre se produjeron, ahora están teniendo una mayor incidencia?
-Las quemas para rebrote siempre existieron pero no con la carga y la recurrencia de ahora. Esto hace que el rebrote fisiológico, normal de las plantas, no sea el adecuado y se da el agotamiento del rebrote. Por otro lado, los animales no pueden encontrar ni refugio, ni alimentación, ni medios para reproducirse.
-¿Qué panorama a mediano y largo plazo esperan?
-Si no se revierte el exceso de las quemas y más aún si persiste la bajante histórica del río Paraná y la ausencia de precipitaciones, vamos a tener extinciones locales, no solamente de anfibios, sino también de especies de flora y fauna que caracterizan a los humedales.
-¿Cuáles son los pasos a seguir en su investigación?
-Vamos a seguir monitoreando. A lo largo de estos tres años hemos visto cada vez menos animales muertos y eso para nosotros es un resultado alarmante. Lo que estaría indicando que estos animales no están encontrando en los humedales un lugar para reproducirse y alimentarse.
Queremos seguir estudiando la diversidad biológica que es resistente, resiliente y que se extingue, sino también hacer modelos de previsión sobre qué pasaría si hay una inundación en estos humedales, donde la fertilidad del suelo se perdió totalmente y donde está lleno de cenizas.