Una parte de la economía de Rosario depende de cómo le vaya a la Selección

En el comercio y la gastronomía están preocupados por una posible vuelta temprana de Qatar y su impacto en el consumo de fin de año

En el comercio y la gastronomía están preocupados por una posible vuelta temprana de Qatar y su impacto en el consumo de fin de año

Gastronómicos y comerciantes de Rosario temen que a Argentina le vaya mal en el mundial y su posible impacto en el consumo de cara a las fiestas de fin de año. El desempeño de la selección es un factor muy importante en el humor social, uno de los pilares fundamentales para que se produzcan ventas. La derrota inesperada del debut puso en alerta a todos los sectores, que temen una influencia negativa sobre las compras si la albiceleste se vuelve a casa antes.

Las expectativas eran altas, pero muchos se bajan rápido del fenómeno de la Scaloneta si huelen que hay olor a fracaso. El ánimo de consumo de todo lo que tiene que ver con el Mundial se paró un poco respecto de lo que venía siendo tras el tropiezo rutilante del martes. Y eso encendió la alarma. Por ejemplo, antes del comienzo de la copa un local de ropa de hombre del centro tenía todos los maniquíes con remeras de Argentina de diseño y sus precios. Al otro día del partido con Arabia, otras habían tomado su lugar, y un cartel anunciaba que las camisetas iban de regalo comprando tres prendas.

“Cómo le vaya a Messi en el Mundial impacta en el ánimo, en el consumo, en la economía y en el dólar”, augura un comerciante de calle San Luis con años en el rubro. En ese paseo comercial, donde hay muchos productos importados, están muy preocupados porque se stockearon con gran cantidad de mercadería de Argentina. Un regreso en primera vuelta u octavos de final podría ser letal para la salida de esos productos, mientras que llegar más lejos y soñar con el campeonato permitiría un estallido de ventas.

Las expectativas son enormes respecto de la venta de productos relacionados conforme avanza la Selección en el certamen, y una eliminación temprana significaría un golpe a estas expectativas. Entre ellos se cuentan televisores, indumentaria alusiva, souvenires, y hasta compra de paquetes por cable para ver los partidos. “Si Argentina obtiene un resultado esperanzador sobre su futuro en el torneo, tendría un efecto superior en ventas al que tuvo previo al inicio del Mundial”, vaticinó un representante de los comerciantes del centro.

Un referente de la peatonal Córdoba pone paños fríos a esta dependencia emocional de lo que suceda en Qatar. “Siempre la euforia y la alegría te lleva a disfrutar con más ganas, salir y seguir comprando. De cualquier manera, si Argentina en algún momento no pasa, creo que llegada la última semana de diciembre cada uno pensará en su familia, los afectos y llevar algo al arbolito. Un fracaso retrasaría esa compra para más adelante”, pronosticó.

Un gastronómico que tiene varios locales y vasta experiencia se mostró más desesperado, sabiendo que la gastronomía absorbe el estado emocional popular. “Ojalá que Argentina gane. No me importa nada más que eso. Por el humor social del país, y por el bien de todos. Vamos a entrar en un mes complicado, con calor, inflación, que agudiza los problemas macro”, consideró, un tanto dramático. Es que el nivel de ventas de su rubro depende en parte de que Argentina siga jugando partidos. No es lo mismo tener tres fechas que siete, en caso de llegar a una final. Pero además, porque los festejos predisponen a la gente a gastar.

Otro propietario de un bar cree que el impacto es mayor para empujarla en caso de triunfo, pero no tanto como deprimirla si el equipo argentino queda afuera rápido. “Si hay un triunfo empuja las ventas positivamente, pero un Mundial no arregla todo. Está todo tan mal que la gente lo tiene como una carta de felicidad, la única en la que parece que tenemos algún nivel de implicancia a nivel mundial. Pero la situación económica no da para mucho, está complicada y con mucha retracción de consumo desde agosto para acá. Se podrá tomar una cerveza más”, explicó.

En caso de acercarse a la gloria, algunos se permiten soñar con un boom si Argentina llega a la final. “Me animo a decir que hasta se dispararían las ventas de alimentos, bebidas y regalos para las fiestas de fin de año, reservas para vacaciones, alguno hasta cambiaria el auto por el efecto emocional y anímico que esto implica. Parece una zoncera, pero el argentino está tan sufrido que una bocanada de ánimo sobre fin de año le va a generar actitudes compulsivas en ese sentido”, cerró un optimista.

Fuente: La Capital