Hay alarma por falta de cuidado y el deterioro creciente del arbolado público de Mendoza
Es que el actual contexto de sequía y cambio climático exige establecer prioridades a la hora de preservar el arbolado que a lo largo de décadas de esfuerzos por implantarlo, ha permitido garantizar la vida en Mendoza.
16/01/2023 MUNICIPIOSDesde la Municipalidad de Capital aseguran que la morera que se quebró hace días fue a causa de un «hecho fortuito» y que el mantenimiento se realiza en todos los ejemplares de manera permanente. Un especialista dice que era evitable y que es un ejemplo más del inadecuado manejo de los recursos
La advertencia ha sido expresada desde hace tiempo, de manera determinante y obliga a tomar medidas urgentes. Es que el actual contexto de sequía y cambio climático exige establecer prioridades a la hora de preservar el arbolado que a lo largo de décadas de esfuerzos por implantarlo, ha permitido garantizar la vida en Mendoza. Justamente, luego de que una añosa morera ubicada en la Peatonal Sarmiento, quebrara a la mitad en pleno corazón de la ciudad, una vez más quedó en evidencia la necesidad de preservar a este patrimonio clave para los mendocinos. Quienes trabajan desde hace años en su defensa aseguran que el hecho no es ajeno a la problemática más general: a los árboles implantados de Mendoza les falta mantenimiento, riego y poda adecuada. A ello se suma la retracción de los espacios verdes como consecuencia del avance de zonas cementadas y emprendimientos en los que no se contempla una planificación no invasiva de las especies arbóreas preexistentes.
El hecho ocurrido este lunes pasadas las 19 horas sobre la Peatonal Sarmiento a metros de calle 9 de julio pudo haber sido una tragedia: una morera quedó partida a la mitad,; las ramas con el follaje atravesaron de punta a apunta el ancho de la vía, cayeron sobre los cables de alta tensión y con ellos, cedió inclusive el poste de luz que los sostenía. Los transeúntes como así también los dueños de los comercios de ese concurrido sector del centro y quienes se encontraban en los cafés y restaurantes de la zona fueron testigos de la estrepitosa caída que afortunadamente no se cobró víctimas ni heridos.
Desde la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza aseguran que el episodio fue «fortuito» y que el mantenimiento de los ejemplares se realiza de manera frecuente con cuadrillas dedicadas a esa tarea. El riego, detallaron desde el área a cargo, se efectúa de manera controlada cada diez días con el agua que procede de un pozo que se encuentra a la altura de la Plaza Independencia.
Poda inadecuada
Ivanna Klimisch, directora de Espacios Verdes y Arbolado de la comuna, explicó a MDZ que el desgarro del ejemplar se produjo como consecuencia de factores múltiples. El más importante, detalló, tuvo que ver con la poda en forma de «V» que las empresas de servicios suelen realizar en las ramas para evitar que los árboles toquen los cables de alta tensión o telefonía, entre otros.
«En esa especie de copa que se forma se suelen juntar hongos y eso debilita troncos y ramas. A eso se suman las altas temperaturas y las situaciones climáticas, como el viento y la menor disponibilidad de agua. Todas son situaciones que vienen sucediendo en otros sectores de la ciudad. La caída de ramas altas es algo que venimos notando desde hace más de un año y que nos muestran que lo que está afectando a nuestro arbolado es multicausal», dijo la funcionaria y detalló que en el caso puntual de la morera que se quebró el lunes, «el tronco no estaba podrido como dijeron algunas personas». Añadió que «los árboles en la Ciudad de Mendoza cuentan con el necesario monitoreo y seguimiento continuo», aunque reconoció que el curso del agua es escaso por las acequias y que esa situación afecta tanto a moreras como a plátanos y fresnos.
Situación alarmante
Desde una perspectiva macro en relación a la situación que afecta de manera grave a la provincia, el ingeniero agrónomo e integrante de la organización ambientalista Guardianes del Parque, Lorenzo Ferretjans, destacó que este evento, es la clara consecuencia de una problemática más profunda y compleja. En reiteradas oportunidades el profesional ha compartido sus conocimientos desde la agronomía para advertir justamente, que el arbolado implantado en Mendoza está sufriendo de un deterioro profundo que de no remediarse, generará consecuencias catastróficas en el medio ambiente de Mendoza.
«Hay una situación muy grave respecto del arbolado en Mendoza; en la mayoría de los municipios las especies están siendo taladas y las que hay se están secando por la falta del riego adecuado. Cada vez se hace más espacios de cemento, se sacan árboles que tienen muchos años y en lugar de tener más sombra y frescura cada vez tenemos más cemento y por lo tanto, calor y sol. Las plazas como así también el parque General San Martín, nuestro pulmón, no están teniendo los cuidados necesarios», advirtió una vez más el experto. La poda mal realizada -que a la vez genera debilitamiento en ramas y troncos junto a una mayor propensión a las plagas- es otra situación por la cual se han manifestado entidades que defienden el cuidado del medio ambiente en la provincia, en diferentes oportunidades y sitios.
Más cemento, sol y calor
Ferretjans añadió en este sentido que a los hechos denunciados anteriormente en relación a la tala indiscriminada que autorizan las comunas en pos de un progreso que -desde su punto de vista- equivale a un notorio retroceso en lo referente a sustentabilidad, se suman otros nuevos. En Malargüe, por ejemplo, asegura que «se están talando árboles en un boulevard para reemplazarlos por cemento». Denuncia además que en Rivadavia, en pleno centro departamental se han talado añosos ejemplares y que en Godoy Cruz, sobre el carril Cervantes, se han eliminado árboles para crear espacios deportivos y recreativos en los que «ahora ni siquiera hay sombra para ser adecuadamente aprovechados». El sol y el calor que en los meses de verano parecen quemarlo todo, ahora dejan en evidencia la dureza de la vida en una tierra donde el desierto es una realidad, que tan solo gracias al esfuerzo de generaciones anteriores ha podio ser habitado.
El especialista añadió que la actual situación del arbolado público en Mendoza es totalmente inversa a lo que se debería lograr para permitir que pese a las condiciones ambientales estas tierras sigan gozando de la protección, frescura, oxígeno y sombra que solo los árboles pueden garantizar. «Tenemos árboles añosos, pero hay que mantenerlos de manera adecuada; podarlos correctamente y regarlos. Con adecuado manejo del agua esto se puede lograr; una gran cantidad de plazas de están secando, al igual que los árboles por el inadecuado manejo de los recursos; los cauces se tapizan con cemento sin dejar el espacio necesario para alimentar las raíces. Si todo esto no se tiene en cuenta, el futuro de Mendoza será muy oscuro», sentenció Ferretjans.