Ola migratoria sacude el sur de España

A salvo. Las buenas condiciones meteorológicas con ligero viento incentivaron a muchos a lanzarse al mar a bordo de botes inflables

A salvo. Las buenas condiciones meteorológicas con ligero viento incentivaron a muchos a lanzarse al mar a bordo de botes inflables

Más de 830 personas a bordo de 84 botes fueron rescatadas ayer, en el día de mayor afluencia de “pateras” en la historia española.

Unos 1.800 inmigrantes “sin papeles” intentaron alcanzar territorio español en los últimos dos días, ya sea saltando la valla fronteriza de Melilla, enclave español del norte de África, o cruzando el Estrecho de Gibraltar en botes inflables de juguete, en la mayor tentativa de este tipo en la historia española.

No se producían hechos similares desde la crisis migratoria de 2005, cuando España reforzó las vallas fronterizas de los enclaves de Ceuta y Melilla, y los episodios de las precarias embarcaciones como “cayucos” y “pateras” que arribaban de forma constante en 2006 a las costas de las islas Canarias.

En cuanto a las llegadas por mar, la novedad es su volumen, ya que si bien son recurrentes, esta vez “se concentraron en un solo día”, aseguró a la prensa Mikel Aragua, responsable de la organización Andalucía Acoge, que asiste a los “sin papeles” que llegan al sur de la península.

Los servicios de rescate españoles se vieron sorprendidos ayer por al menos 84 embarcaciones, con un total de 835 inmigrantes en ellas, según la información de Salvamento Marítimo y la Cruz Roja de Cádiz. Entre las personas que se lanzaron a cruzar el estrecho había 707 varones, 98 mujeres y 30 menores. Sumando los casos del lunes, son más de 1.100 personas las que fueron rescatadas.

Los inmigrantes partieron desde las playas de Marruecos a bordo de botes inflables de juguete.

Una de las mujeres estaba embarazada y fue trasladada de inmediato a un hospital para ser asistida, de acuerdo con fuentes de la Cruz Roja.

En la época estival es habitual que los inmigrantes recurran a esta práctica, aprovechando el mar calmo y evitando a las mafias de las “pateras”.

Debido a la inesperada llegada y a que los centros de recepción están colapsados, las autoridades de Cádiz habilitaron un polideportivo para dar cobijo a los inmigrantes.

Cientos de africanos subsaharianos, rescatados en el estrecho de Gibraltar.

Cientos de africanos subsaharianos, rescatados en el estrecho de Gibraltar.

Dos explicaciones

Las autoridades españoles destacaron que el aumento del control de las fronteras de Melilla y Ceuta explica el cambio de flujo y que se dispararan las llegadas por mar.

Sin embargo, la portavoz de la organización Caminando Frontera, Helena Maleno, quien presta asistencia en Marruecos, dijo que los inmigrantes recibieron noticias de que los guardias marroquíes en Tánger no estaban controlando las playas y que podían intentar cruzar el estrecho por su propia cuenta en los botes inflables.

A principios de año, el gobierno español de Mariano Rajoy alertó de una presión migratoria “sin precedentes” y pidió ayuda de emergencia a la Unión Europea (UE).

Fue en pleno escándalo por las acciones represivas de los guardias fronterizos de Ceuta, que lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma contra un grupo de inmigrantes que intentaba llegar a nado a territorio español, de los cuales 16 murieron ahogados.

“Unas 40 mil personas están esperando para saltar desde Marruecos y centenares de miles esperan más abajo”, llegó a asegurar el ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz, a principios de marzo, en el momento en que la UE cuestionó y pidió explicaciones por aquellos hechos.

España recibió recientemente 10 millones de euros de la UE para reforzar la frontera de Melilla.

Pese a ello, unos 700 inmigrantes, en dos grupos, intentaron ayer saltar la valla fronteriza, de los cuales unos 30 lo lograron.

En la zona del Río de Oro, donde se produjo el segundo salto, unos 50 inmigrantes permanecieron durante horas aferrados a la valla exterior, como en ocasiones anteriores, hasta que desistieron en su intento.

El refuerzo de las fronteras y la represión, así como la situación de crisis que vive España, parecen no tener ante los inmigrantes el efecto disuasorio deseado, muchos de ellos jóvenes subsaharianos que siguen escapando de situaciones de precariedad económica y violencia en busca de un futuro mejor.

Cuatro años significativos

2005. Fue un año crítico y dio lugar a lo que se llamó “crisis de las vallas”. Ese año, más de 5.500 inmigrantes accedieron a territorio español a través de las vallas de Ceuta y Melilla.

2006. La entrada de inmigrantes a través de las ciudades autónomas se suavizó, pero fue el año de la llamada “crisis de los cayucos”. Las costas españolas se vieron desbordadas con la llegada de 39.180 irregulares, principalmente Canarias.

2010. Fue un año especialmente significativo en la disminución de la entrada de inmigrantes, registrándose la menor cifra de toda la década.

2013. Llegaron a Ceuta y Melilla más de 3.600 inmigrantes irregulares, la cifra más alta desde el año 2005. A su vez, 4.370 personas lo hicieron a través de las costas.

Fuente: La Voz del Interior