Las trabas y dificultades que el Gobierno mendocino debe sortear para cumplir con la mega transformación de la Ruta 82
La meta para la conclusión del segundo tramo es enero 2024; sin embargo, algunos inconvenientes que fueron apareciendo en el camino hacen que parezca poco probable cumplir con ese plazo
24/04/2023 MUNICIPIOSLa meta para la conclusión del segundo tramo es enero 2024; sin embargo, algunos inconvenientes que fueron apareciendo en el camino hacen que parezca poco probable cumplir con ese plazo
De las casi 30 mil personas que a diario circulaban por la Ruta Provincial 82 (Panamericana), buena parte se rindió en el último tiempo en la espera de los avances de la obra y viró hacia el interior de Chacras de Coria o el Acceso Sur, complicando también el tráfico en estas arterias. Desde el Gobierno piden paciencia. Claro, es una obra realmente muy compleja que no solo lleva su tiempo lógico de construcción sino que a la vez va topando con trabas o dificultades que la demoran.
En ese punto estamos hoy. A los plazos iniciales de 24 meses para el segundo tramo -8,16 kilómetros-, se le sumaron en el in itinere 6 meses más que se cumplen en enero del 2024. A solo nueve para llegar a ese punto, nadie se anima a afirmar que ese segmento de la obra estará concluido el próximo verano aunque sí advierten desde la Casa de Gobierno un trabajo intenso y en proceso para lograr destrabar algunas de las complicaciones.
Puntualmente hay tres grandes dificultades que se fueron presentando: la primera y esperable en esta Argentina inflacionaria es justamente la de las vicisitudes de la economía; la segunda es la mudanza de varias familias que deberían dejar la zona para abrirle paso a la obra; y la tercera, los traslados de servicios y líneas de tensión.
«El dinero del BID está garantizado», dice a Diario UNO Gustavo Cantero, gerente de técnica de Vialidad Provincial, para brindar la primera señal de tranquilidad respecto del crédito de 50 millones de dólares que hacen al 62,5% del costo total del proyecto.
Los obstáculos con los que el Gobierno debe lidiar en la ruta 82
Gustavo Cantero explica principalmente que la obra de la Ruta Provincial 82 es parte de un proyecto ubicado en zona urbana, y como tal, genera ansiedad y algunas dificultades para los que usualmente transitan por el lugar.
La esperanza, no solo del Gobierno sino también de los que día a día recorremos la zona, es que cuando esté terminada, el flujo vehicular será realmente más ágil y ordenado generando una impronta necesaria en un lugar de crecimiento feroz.
Recuerda Cantero que apenas comenzó la obra del segundo tramo se toparon con una queja de vecinos por la tala de árboles que los obligó a reformular parte del proyecto entre la zona de La Tijera y la calle Besares. «Tras ello se reprogramó la obra a 30 meses, plazo que se cumple en enero de 2024».
«El objetivo es tratar de llegar. La obra tiene un 50% de avance», dice el funcionario consultado.
Según explicó, la traza está dividida en lo que llaman «intercambiadores», es decir, interferencias con calles primarias que atraviesan la Ruta 82. Esta segunda etapa consta de cinco intercambiadores: el de La Tijera, pasando los Caracoles de Chacras de Coria, que es el que está más avanzado; el de Besares; el San Jorge, el de Pueyrredón y el de Guardia Vieja.
Hoy por hoy, los cinco están intervenidos. La empresa adjudicataria de la obra, Paolini Hnos S.A. está trabajando «en lo que no esté condicionado y por eso se ve que que está trabajando a full en todos los sectores». De esa manera, se ha logrado ese avance del 50%, a pesar de las trabas.
¿Y cuáles son? La primera y más obvia en esta Argentina en la que vivimos tiene que ver con la coyuntura nacional: precios y suministros.
«Hay materiales que son importados y los precios superan los índices inflacionarios, por lo que se hace complicado. Y eso genera retrasos», dice Cantero, quien a su vez advierte que de seguir la situación -como se espera que continúe- posiblemente se sigan produciendo algunas demoras.
De todas maneras, y para tranquilidad de los mendocinos, el funcionario de Vialidad Provincial se encarga de dejar bien en claro que «el dinero está garantizado».
Se trata de los 50 millones de dólares con los que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)financia la obra total -más los 30 millones de dólares que pone Mendoza-, de los cuales algo más de $2.100 millones fueron presupuestados para este segundo tramo.
«Hay un plan de trabajo que se va cumpliendo, y en base a eso el BID va disponiendo del dinero. El plan tiene cierta tolerancia en mas y en menos; y si hay retrasos, te multan», explica sobre el día a día Cantero.
Para llegar a esas conclusiones el BID audita mensualmente y la Provincia tiene que ir presentando certificaciones de obra para que se libere el dinero a la empresa.
«Hoy, apenas se piden los fondos, están disponibles. Estamos en plazo con los avances de la obra y el objetivo es llegar a tiempo», reitera.
Pero claro, las trabas no son fáciles de sortear. A aquellas vicisitudes de la economía se le suma la reubicación de las familias que están sobre la traza a remodelar.
«A muchas de las familias se les ha dado un subsidio para alquiler hasta que se termine el barrio que se está haciendo en Acceso Sur y Anchorena y que cuenta con 37 casas». Otras tantas permanecen en sus viviendas hasta tanto puedan mudarse. Otras 5 familias eligieron comprar una vivienda mediante un crédito hipotecario otorgado por el IPV.
«Ha habido casos especiales como el del intercambiador Besares que retrasaron la ejecución de la obra pero ya se solucionó y estamos tratando de recuperar los tiempos con más equipos en el lugar», indicó Cantero.
La construcción de ese barrio para 37 familias está incluido en el contrato con el BID. «Estamos condicionados a que traslademos a esas personas para que el Banco termine de financiar la obra», dijo a sabiendas de que es un paso clave y recalcando que no son muchas las veces en las que en los convenios de obra también se piensa en lo social.
Y la tercera y hoy por hoy casi radical traba está dada por los servicios: «Especialmente en la zona del colegio San Jorge se ven las líneas de media tensión». Esas líneas deben ser trasladadas pero no se puede proceder si no media una aprobación por parte de los organismos de control.
«Es un traslado que tiene que hacer la empresa pero eso requiere un proyecto ejecutivo aprobado por Edemsa y Enargas, que tienen un contrato de concesión y entes de control que los auditan, por tanto las aprobaciones no son rápidas», explica el funcionario sobre el inconveniente.
Ese trámite lleva un tiempo. El proceso ya comenzó pero en el mientras tanto, ese intercambiador y el de Pueyrredón, se verán condicionados.
Cada uno de los intercambiadores sobre la Ruta 82
Como explicábamos ut supra, la obra está dividida en lo que en Vialidad Provincial llaman intercambiadores, es decir, interferencias con calles primarias que atraviesan a la Ruta Provincial 82. La zona más avanzada se puede ver a simple vista y es la de La Tijera.
El siguiente, de Norte a Sur es el de Besares. «El puente está listo y estamos haciendo excavación y movimientos de suelo para avanzar con la pavimentación», indicó el gerente técnico.
Pasando la cancha de Chacras nos encontramos con el intercambiador San Jorge, uno que en el proyecto original no estaba previsto pero que debió ser incluido por pedido de los vecinos, de la Municipalidad de Luján de Cuyo y del colegio San Jorge.
«Esa zona tiene un desarrollo urbanístico e inmobiliario muy importante. Ese intercambiador va a aligerar muchísimo esa salida, con el beneficio de la agilidad del tránsito y en los tiempos de circulación», aseguró reafirmando que fue positiva la incorporación de ese cambio.
En este tramo, se produce uno de los parate clave: para avanzar con la obra, se necesitan trasladar líneas de media tensión y conexiones de servicio.
El cuarto intercambiador es el de calle Pueyrredón. Éste es el más grande de todos porque no es solo un puente, sino un viaducto: «Con estribos en las puntas y pilas intermedias, mucho más que un puente. Se hace en varios tramos e incluye una rotonda en la parte inferior para la circulación urbana».
Y el último es el que baja a calle Guardia Vieja comunicando la zona de Vistalba. Siguiendo por Ruta 82, se trabajará sobre la traza hasta la rotonda de Gobernador Ortiz aunque en ella no habrá doble vía porque en Guardia Vieja se produce un descenso de casi la mitad de vehículos, según los estudios que se hicieron antes de comenzar la obra.
«Los sectores críticos manejan el avance en diferentes procentajes y eso generan los desvíos vehiculares pero el beneficio a futuro será realmente importante», dejó asentado Cantero.
Otros datos del proyecto
Tramo 2: 8,1 km (Corredor del Oeste-Gobernador Ortiz).
Inversión: $2.121 millones.
Plazo: 30 meses.
Formato de autopista urbana con 4 carriles.
Prevé la construcción de 3 1/2 intercambiadores (Besares, ingreso Colegio San Jorge 1/2, Pueyrredón y Guardia Vieja). Los cruces pasan por debajo de la ruta.
Colectoras y ciclovías en los lugares con mayor tránsito.
Iluminación LED.
Señalización completa.
Los ingresos y egresos están previsto cada 500 m (estilo autopista).
Radares de velocidad.