Tupungato suma más barrios privados y quieren regularlos
Entrevides es un desarrollo de una empresa mendocina. Ofrece lotes de 2.000 m2 en San José, cerca del ingreso a Tupungato desde la ruta de Los Cerrillos
Hace 5 años no había ninguno y hoy son 4 los que están en marcha y varios más los proyectados. Sin embargo, el municipio no tiene normativas sobre el tema.
Hace cinco años no había registro del formato de barrio privado en la geografía tupungatina. Hoy existen cuatro emprendimientos en marcha y varios otros proyectados.
Al contrario de las grandes urbes, aquí la inseguridad no aparece como el motor de la tendencia sino más bien la búsqueda de una vida menos estresante y la cercanía a paisajes de montaña.
A diferencia de las propuestas inmobiliarias de gran desarrollo en el Valle de Uco, la idea con estos barrios no es que los propietarios cuenten con su propio viñedo para elaborar vino a medida.
Sus amplios lotes están destinados a la construcción de casas de fin de semana y, sobre todo, a familias que eligen adoptar este modo de vida semirrural de manera estable.
“Estamos recibiendo una gran cantidad de consultas de personas interesadas en adquirir los lotes. No son sólo foráneos o turistas; también vienen familias jóvenes del departamento preguntando por precios y proyectos disponibles”, señaló Ricardo Vargas, del área de Planeamiento de la comuna.
La tendencia está reforzada por un fenómeno cada vez más presente en la región. Es la atracción que ejercen estos lugares y el estilo de vida que proponen para los habitantes de las grandes ciudades del país (Capital Federal, Buenos Aires, Santa Fe y hasta de la misma capital mendocina).
Sobran las historias de porteños que conocieron el Valle de Uco como turistas, se enamoraron, buscaron una opción laboral en la zona y lo adoptaron como terruño.
Viviendas vip
Fue Burco América -con su Tupungato Winelands- el primero en proponer este formato habitacional hace unos cinco años. Después, le siguieron Piedras Blancas en el distrito El Peral y Entrevides al ingreso de Tupungato, en San José.
En los últimos meses, ha comenzado la ejecución también de otro barrio privado en la calle La Vencedora, de Gualtallary.
Con mayor o menor excentricidad, todos proponen lo mismo: terrenos pensados para viviendas amplias y con extensos jardines; acequias pequeñas para evacuar el agua de lluvia, lagos o lagunas que aseguren el riego tecnificado de los jardines, cierres perimetrales que no impactan con la naturaleza, un infranqueable respeto por la calma y nada que obstruya la buena vista de la cordillera.
“Hay una fuerte demanda del departamento como destino de proyectos turísticos e inmobiliarios. Esto es positivo porque genera empleo y atrae inversiones económicas”, señala el intendente Joaquín Rodríguez.
El jefe comunal señaló que al municipio siguen llegando propuestas de este tipo. Las más avanzadas están en los distritos de La Arboleda y El Zampal.
Tal movimiento ha obligado a la comuna a comenzar a pensar en la necesidad de una reglamentación puntual para este tipo de emprendimientos.
El tema también ha sido abordado en las reuniones entre distintas instituciones que se están llevando a cabo en torno al proyecto de Ordenamiento Territorial del departamento
“No tenemos legislación respecto de los barrios privados. Deberíamos trabajar el tema con mayor detenimiento. Esto permitiría evitar que algunos vendan lotes y después tenga que venir el municipio a prestar los servicios”, opinó el concejal opositor Gustavo Soto.
Por su parte, el justicialista Federico Vidal apuntó que existen algunas normas y que en unos meses saldrá el documento de Ordenamiento que plantea una planificación de hacia dónde ira creciendo Tupungato.
Por ahora, los proyectos llegan a la comuna y deben pasar por distintas etapas -tanto municipales como provinciales- para ser aprobados.
Se les exige la evaluación de impacto ambiental, que asegure los servicios básicos, que presenten una propuesta de calles y lotes en función de las leyes provinciales, entre otros aspectos.
En 2008 Tupungato sacó una normativa para definir el modelo de urbanización que se planteaba para la próxima década. “Habría que ampliar esta normativa para evitar que los futuros proyectos habitacionales terminen afectando la trama urbana”, expuso Vargas.
Proyectos top: polo, golf y mucha naturaleza
Tupungato Winelands. Con la excusa del vino y junto a las canchas de golf y polo, la firma dejó una extensión considerable para dividirla en unos 120 lotes para viviendas.
Los que eligen levantar sus viviendas en este sitio top de Gualtallary deben respetar ciertos patrones de estética.
Por ejemplo, las construcciones tienen que respetar los colores y materiales (piedras, maderas, etc) que presenta la naturaleza propia de la zona y se debe dejar gran porcentaje del terreno con la flora autóctona.
Entrevides. Es un barrio que levanta la empresa mendocina Espacios de Buena Vida sobre el camino de Los Cerrillos (ruta 86) en el ingreso a Tupungato, al lado de la bodega Atamisque.
Las 21 hectáreas permiten ofrecer 50 terrenos de 2.000 m2, donde está aceptado el destino turístico de los inmuebles. El barrio tendrá acceso a las canchas de golf pero también promete contar con tres lagos para el reciclado del agua, un centro comercial abierto y hasta un gimnasio.
Para las casas de fin de semana se planea ofrecer servicios como mantenimiento, mucama, recepción y seguridad.
Piedras Blancas. Es un barrio cerrado que se ubica en El Peral. Consta de 55 terrenos que van desde los 500 hasta los casi 900 m2. Promociona su cercanía de 5 km de la villa cabecera de Tupungato y una vista “insuperable” del Cordón Del Plata.
Cuenta con varios servicios. Entre ellos: seguridad, riego presurizado de los forestales, Internet y DirecTV.
Loteo Gualtallary. Se ubica sobre la calle La Vencedora, que es la que comunica el centro de Tupungato con el distrito de Gualtallary.
El emprendimiento no tiene nombre definido pero está inscripto bajo la propiedad de Elisa Selin.
Plantea terrenos amplios para el despliegue de extensos jardines, cuyo riego será asegurado por lagos artificiales y una red de riego presurizado. El cierre perimetral del loteo se realizaría con forestales, en consonancia con el paisaje.
El drenaje interno del barrio será con pozos de absorción y pequeñas acequias para evacuar el agua de lluvia.
