Dirigentes ricos, política lumpen y población empobrecida: la nueva Mendoza que queda como herencia
Mendoza atraviesa una crisis profunda en todos los planos. Las Heras es el emergente público de una conurbanización que bajó los niveles de tolerancia. Los dirigentes mantuvieron su calidad de vida, mientras la población se empobreció
17/07/2023 MUNICIPIOSMendoza atraviesa una crisis profunda en todos los planos. Las Heras es el emergente público de una conurbanización que bajó los niveles de tolerancia. Los dirigentes mantuvieron su calidad de vida, mientras la población se empobreció. Pero ese no es el problema, sino la falta de empatía.
Esteban Agüero tenía 22 años y vivía como viven muchos jóvenes en Las Heras. Condiciones precarias, padre joven y rebusques. Intentó, como muchos, reparar alguna conexión de electricidad en un tablero y murió electrocutado. Un niño de un año y su pareja, casi adolescente, quedaron solos. Hasta ayer buscaban ayuda para vivir los tres, ahora ella busca ayuda para velar al muerto. Un día común en Las Heras, el departamento que marca la conurbanización de Mendoza como ningún otro: una comunidad marginada, gobernada en medio de escándalos, peleas de poder y lumpenaje político que es parte de las gestiones.
El aguafuerte de Las Heras es también una descripción de las rupturas del Gran Mendoza. Es el departamento con mayor cantidad de “barrios populares”, el eufemismo que usaron para disimular las carencias estructurales de las viviendas. Tiene más de 50 villas o barrios con carencias profundas en servicios. También será el departamento donde llegue el gasto para un bienestar selectivo de 40 mil millones de pesos para el metrotranvía, un medio de transporte que generó comodidades en la clase media. “ATR te corren acá”, dice irónicamente José Carlos, un conocedor del barrio 26 de enero. Rebeca, por ejemplo, lo sabe mejor: ya no es de Las Heras, pero no porque tenga una vida mejor: le tiraron abajo la casa en la villa bajo la promesa de una casa que nunca llegó. Ahora, vive de prestado en Guaymallén, Capital y los alrededores; donde consigue.
Los escándalos políticos comenzaron a quedar expuestos con la ruptura de Cambia Mendoza, pues, como ya explicó MDZ, todos los hechos denunciados son previos. La diferencia es que antes las estrategias apuntaban a cómo disimularlos y ahora a exagerarlos. El argumento de los nuevos opositores es que alrededor de Daniel Orozco se montó una forma de gestionar con amiguismo, sin control, con “patoteros”, extorsiones y desmanejos económicos. Incluso abonan la teoría del autoatentado por parte de Janina Ortiz. Del otro lado denuncian que hay una gran operación montada desde el Gobierno y usando a la justicia, a la policía y hasta “mano de obra de la delincuencia” para desgastar a Orozco y De Marchi. El problema mayor es que ambas teorías pueden ser verdad y convivir; tanto que hay datos que así los revelan.
La descomposición política de Mendoza cruza las barreras de lo previsible. Es la cosecha de una siembra gestada desde hace décadas, que responde también a un deterioro en la calidad de los debates, de las gestiones y la proyección.
Modos de vida
MDZ relevó el estado de situación de la clase política mendocina. No para exponer y potenciar broncas, sino para trazar una línea de base e intentar interpretar desde dónde se toman las decisiones. Es un error enorme considerar, por ejemplo, que para conocer las realidades de la población hay que “sufrirlas en carne propia” o que debería haber una representación directa por “vivencias”; una armonía situacional entre los representantes y los representados. Pero la falta de empatía llama la atención y, quizá, tenga que ver con el distanciamiento.
La mayoría de los dirigentes mendocinos relevantes viven en condiciones cómodas; sobre todo en barrios privados (Dalvian y barrios de Chacras son los más elegidos), con tercerización de servicios y muros aislantes. También tienen años de aportes al Estado provincial y aunque algunos alegan haber tenido actividad privada, siempre hubo algún cargo en la administración pública municipal, provincial o nacional como garantía de ingresos. Si la clase media está en extinción en Mendoza, en la política ha crecido proporcionalmente. Hay un subregistro de los patrimonios declarados, pues muchos viven en casas que se tasan en dólares, pero se declaran con valores en pesos y con avalúo fiscal.
Mendoza es de las provincias más austeras en cuanto al gasto político, pues hay realidades escandalosas en varios distritos del país. Pero la distancia con el resto de la comunidad se nota igual. La Legislatura, por ejemplo, llega a los 1000 empleados, la misma cantidad de trabajadores que una empresa privada grande. Vale decir que tiene un estándar de “producción” fijo, pues los legisladores son los mismos: 38 senadores y 48 diputados; 86 decisores. La “Casa de las Leyes” mendocina es de las más activas, pero no necesariamente la más productiva en cuanto a generar mejor calidad de vida. Tienen dietas de 700 mil pesos en mano, más fondos discrecionales para contratos y viáticos que superan el millón de pesos anuales. Casi ningún legislador viaja, pero todos se consumen los recursos disponibles, aún algunos que solo fueron legisladores por un par de meses. Sesionan mucho, pero la mayoría de las normas relevantes fueron enviadas por el Poder Ejecutivo, sobre todo en los últimos años. No es necesariamente negativo ese dato, pero sí se desdibujó el rol de control del Poder Legislativo.
Dirigentes ricos, población pobre
Los municipios tienen salarios bajos, pero políticas de premio – castigo que suele darles a los intendentes discrecionalidad en el manejo de fondos para mejorar la productividad y darle mejores ingresos a los amigos. Desde el 2009 las comunas de Mendoza son las grandes ganadoras: recaudan y ahorran más con menos responsabilidad, pues aunque ahorran en “nóminas salariales”, siguen esquivando responsabilidades relevantes en salud, educación y seguridad. La provincia también: el Gobierno de Suarez halló formas de recaudar invisibles, como el impuesto a las Leliq, y goza, como toda la estructura estatal, de los beneficios viciosos de la inflación: cobrar de manera indexada y pagar a precios viejos (sean salarios, insumos o servicios).
El ingreso de los dirigentes políticos de Mendoza se mantuvo constante y perdieron menos frente a la inflación y otros vaivenes. Mucho mejor le fue a una porción particular, como los jueces, funcionarios de privilegio de Tribunales y de organismos de control, que tienen sus salarios atados a otra realidad. Los ingresos de la población en general cayeron; es decir Mendoza se empobreció más que quienes la conducen. “En términos generales la población y hogares urbanos de Mendoza se ubican en el sector medio (o franja media) del ranking respecto a la distribución de ingresos, con valores levemente por debajo del total urbano nacional. Por lo tanto, al comparar los ingresos de Mendoza con aquellos que se posicionan en la cúspide del ranking, o comparándolos con los de CABA (que por lo general se encuentra en las primeras posiciones), se puede observar una amplia distancia entre ambos”, indica un informe de la UCA sobre la desigualdad y los ingresos de la población urbana de Mendoza.
Incluso en esa investigación hay otro dato revelador. Mendoza está mejor posicionada en el ranking de provincias con población que tiene ingresos “no laborales” (como planes sociales) que en la lista de distritos con ingresos laborales (salarios). “En cuanto a los ingresos individuales laborales provenientes de la ocupación principal, la ocupación secundaria y de otras ocupaciones que pudieran haber generado ingresos, la población urbana de Mendoza ocupa el lugar 15 del ranking”, indica la lista. En cambio, está en el puesto 10 si se tienen en cuenta los ingresos por planes y otras asistencias.
Entre los trabajadores registrados, la situación comparativa es peor porque Mendoza está en el puesto 18, mucho más cerca de Santiago del Estero y La Rioja, que de CABA e incluso abajo del promedio nacional. “La población urbana de Mendoza se sitúa en la categoría 18 para los ingresos de los asalariados con descuentos jubilatorios, manteniéndose por debajo de la del Total nacional urbano, que se ubica en el lugar 9 del ranking. Las poblaciones de Tierra del Fuego y CABA son quienes mayores ingresos de los trabajadores dependientes con descuentos jubilatorios poseen, en tanto las poblaciones de La Rioja y Santiago del Estero son las que menos ingresos tienen para este indicador”, concluye el informe.
Mendoza tiene un estado que acumula riqueza, dirigentes que se sienten parte de una clase social acomodada; y una población cada vez más empobrecida.