Las razones por las que médicos mendocinos buscan un mejor futuro fuera de la provincia
La crisis en la salud mendocina ha provocado que muchos médicos hoy busquen un mejor futuro en otras provincias o países del mundo. La decisión no suele ser sencilla pero, según exponen, el sentimiento general es de hartazgo.
17/07/2023 PROVINCIASLa crisis en la salud mendocina ha provocado que muchos médicos hoy busquen un mejor futuro en otras provincias o países del mundo. La decisión no suele ser sencilla pero, según exponen, el sentimiento general es de hartazgo.
En lo formal, la carrera de medicina –en universidades públicas o privadas- tiene una duración de seis años. Una vez concluidos, se le debe sumar el tiempo de especialización, algo que la gran mayoría de los profesionales buscan. Estas capacitaciones de posgrado suelen extenderse unos cuatro años más. La cuenta ya establece una dedicación de al menos 10 años, pero lo cierto es que esto puede extenderse mucho más.
Una vez que se incorporan al mundo laborar, los profesionales de la salud continúan dedicándole gran parte de sus horas a la medicina ya que el ritmo de trabajo es muy demandante. A esta situación se le suma, según aseguran, desde hace varios años, el pluriempleo. Esto se da, principalmente, porque los sueldos –tanto en el sector público como en el privado- no llegan a ser suficientes.
Actualmente, Mendoza vive una crisis en el sector de la salud, no se trata solo de las típicas esperas que surgen durante los picos de enfermedades respiratorias. Si no que se surge de causales más profundos. Es que, muchos médicos deciden migran hacia otras provincias o países –parcial o totalmente- en busca de mejores oportunidades.
Según exponen, la problemática no se limita a los salarios, sino que las condiciones laborales tienen un peso determinante.
Marianela y Luis son dos claros ejemplos de esta situación. Ambos decidieron buscar en otros destinos un bienestar que no encontraron en su provincia, aunque lo hicieron de forma diferente. Marianela reparte su tiempo entre Mendoza y Santa Cruz realizando guardias. En tanto, Luis hizo un cambio drástico y emigró a España.
Vivir en dos provincias
“En Mendoza se paga muy mal y se trabaja mucho. Es muy agotador. El ritmo de trabajo es muy alto y el pago es muy bajo. Así que vivía trabajando, básicamente trabajaba de lunes a lunes. No tenía tiempo para nada, ni para mis hijos, ni para mí. Encima tampoco me alcanzaba la plata. Se hizo imposible trabajar a ese ritmo y cobrar tan poco. No es factible. Uno cuando estudia y se plantea una profesión hace un esfuerzo para tener una buena calidad de vida”, expone Marianela cuando se le consulta qué la llevó a viajar cada mes al sur del país para realizar guardias en terapia intensiva, una especialidad que fue noticia durante la pandemia debido al escaso recurso humano que hay disponible en el país.
Actualmente, son 20 los días al mes que realiza guardia general en Mendoza, y otros 10 los dedica a terapia intensiva, pero en un hospital público de Caleta Olivia, en Santa Cruz. A pesar de que hay unos dos mil kilómetros de distancia entre ambos puntos, el viaje en avión solo es de unas 3 horas, algo que alivia en gran medida el trajín.
La posibilidad de viajar surgió hace dos años cuando los casos graves de coronavirus iban decreciendo. Fue a partir de una convocatoria nacional que hizo el gobierno de Santa Cruz y a través de conocidos que Marianela tomó conocimiento de esta oportunidad. Para su sorpresa, no se trata de la única profesional de la salud que ha adoptado esta metodología de trabajo. “Hay gente de todos lados: Tucumán, La Rioja, San Juan y Buenos Aires. Te encontrás con muchos médicos de la región centro y norte del país, que es la que está más maltratada por el sistema en sus provincias”. Incluso, agrega, ya hay familias que decidieron instalarse definitivamente en la Patagonia y dejar sus provincias de origen.
Detalla también que los beneficios que se obtienen son muchos y hacen la diferencia. “Tuve que tramitar la matrícula provincial y para eso me pagaron un pasaje a Río Gallegos. Te dan todas las comodidades para que vengas a trabajar. Después de algunos meses, te ofrecen un contrato provincial para que ya no seas monotributista. Los sueldos son muy buenos, nada que ver con lo te paga el Estado en Mendoza. Para cobrar lo que yo cobro acá en Santa Cruz tendría que trabajar de lunes a lunes las 24 horas. Es decir, una guardia se paga casi el triple”, detalla la médica y agrega que, además de contar con un buen salario, los gastos de traslado y alojamiento también son costeados por el gobierno provincial sureño.
“Te permite ahorrar, crecer, invertir, viajar. No sé, es otra calidad de vida. Los médicos acá tienen otra calidad de vida”, asegura a modo de resumen.
Pero no todo se trata de lo económico, es que para Marianela el trato y las condiciones de trabajo han marcado una diferencia. “Hay un montón de cosas que te expulsan de Mendoza», expresa y agrega que esto se contrapone notablemente con las circunstancias que vive en su otro trabajo: “Las guardias en Caleta Olivia son mucho más tranquilas, no manejás el mismo ritmo. Podés trabajar 48 horas, descansás y volvés sin problemas”.
Armar las valijas y partir
Luis es otro profesional de la salud que la provincia perdió en los últimos años, asegura que se sintió sobrepasado por varias circunstancias y eso lo llevó a tomar una decisión que no le resultó nada fácil: partir de su país y dejar todo atrás. “Tenía una vida armada allá y dejé todo. Fue un ejercicio de mucha fortaleza vaciar mi casa, elegir qué me iba acompañar en este viaje, pero lo único que no cuestioné fue viajar con mis mascotas, lo demás es adorno, pero ellos son parte de mi vida y dependen de mí. Era incuestionable su venida”, relata este médico que actualmente vive en España.
La oportunidad también surgió a partir de una conocida, pero él ya venía enviando varios currículums buscando una oportunidad en el viejo continente. Incluso, había aprovechado una formación que realizó en 2013 para homologar su título. Este trámite tardó aproximadamente un año, pero él optó por volver a Argentina ya que consideró que era importante quedarse en su país “a lucharla”.
“La situación me superó y estuve preparado para enfrentar el desarraigo”, explica sobre lo que lo llevó a tomar la decisión, en la cual el aspecto laboral fue importante: “Mi situación laboral en Argentina era buena. Me desempeñaba como jefe de un servicio y trabajaba en la UTI más grande de Mendoza. Lo cierto es que no podía quejarme en cuanto al ambiente y las oportunidades laborales que tuve. Sin embargo, el reconocimiento al esfuerzo y al desempeño era nulo; las condiciones económicas eran muy malas”.
En contraposición a esto, en España ha encontrado otro panorama, sobre todo en lo estrictamente económico. “Por lo menos en mi situación, me alcanza para rentar un lindo lugar donde vivir, ahorrar, comer bien y viajar. Puedo aplicar un 50/30/20. Es decir, de lo que gano el 50% lo destino a mis gastos fijos, el 30% lo ahorro y un 20% puedo ocuparlo a gastos para darme algunos gustos”, detalla sobre su presupuesto.
En tanto, también puede acceder a otros beneficios que pueden marcar una diferencia: “Algunas condiciones son muy favorables. A los profesionales del colegio médico nos facilitan algunas líneas de créditos para comprar autos. A partir del año trabajando, uno ya puede acceder a préstamos hipotecarios”.
Luis expresa que no todo resulta idílico y que el cambio es impactante ya que todo el sistema se encuentra informatizado, además existen medicamentos que no se utilizan en Argentina, al igual que diferencias en los protocolos, guías de diagnósticos y hasta legislaciones diferentes. “La vivencia de ellas depende de las expectativas y el nivel de resiliencia que cada uno tenga. Si uno no tiene capacidad de adaptación, lo sufre como una catástrofe”, comenta.
Este profesional advierte también que España se encuentra atravesando una situación sanitaria adversa “pero nunca como la nuestra”, aclara. Es que, entre algunas de las diferencias, expresa que en aquel país el pluriempleo en el sector es casi nulo. “Ambos países están padeciendo el postcovid con graves problemas para gestionarlo. En España, el acceso a recursos es totalmente diferente. pero ambos sistemas han quedado muy devastados. La diferencia fundamental, que noto, es en la antigüedad de esa disfunción y en la profundidad. Nuestro sistema sanitario en Argentina está casi moribundo. Acá aún falta para que llegue ese estado desesperante”, reflexiona.
A pesar de este panorama, Luis no ve –ni a corto ni a largo plazo- la posibilidad de volver a su país. Esta situación no la expresa con alegría, pero intenta manejarla en el día a día: “Acá puedo tener seguridad, estabilidad, posibilidad de ahorro, de viajar y mil cosas más; pero jamás se pueden recuperar los afectos y las cosas simples de la vida. Es un continuo y eterno duelo. Uno debe tener herramientas emocionales para poderlo gestionar y que no se vuelva un duelo patológico”.