Las duras medidas impuestas por el Gobierno de Cuba para combatir la crisis económica y la escasez de combustible
Las autoridades cubanas atribuyen la crisis y la escasez al endurecimiento del embargo estadounidense en los últimos años, el impacto de la pandemia en el turismo y al alza inflacionista global.
12/01/2024 EL MUNDOLas autoridades cubanas atribuyen la crisis y la escasez al endurecimiento del embargo estadounidense en los últimos años, el impacto de la pandemia en el turismo y al alza inflacionista global.
A partir del próximo 1 de febrero, cuando los cubanos propietarios de un carro llenen el depósito de gasolina, lo pagarán un 500% más caro.
Este drástico aumento forma parte de un duro paquete de medidas anunciadas este lunes por el gobierno de Cuba en un intento de frenar la grave escasez de combustible y recursos básicos que sufre la isla.
El costo del litro de gasolina regular subirá de 25 pesos cubanos a 132 (US$1,10), mientras que la gasolina especial aumentará de 30 a 156 pesos cubanos (US$1,65), según informó en la televisión estatal el ministro de Finanzas y Precios Vladimir Regueiro.
Las autoridades también anunciaron que los turistas pagarán por el combustible en moneda extranjera.
El gobierno cubano subsidia casi todos los bienes y servicios esenciales de la población y, a fines de diciembre, anunció que implementaría una serie de medidas para reducir el déficit fiscal en un momento de profunda crisis económica.
De acuerdo con estimaciones oficiales, la economía cubana se contrajo un 2% en 2023, mientras que la inflación alcanzó un 30%.
Las autoridades cubanas atribuyen la crisis y la escasez al endurecimiento del embargo estadounidense en los últimos años, el impacto de la pandemia en el turismo y al alza inflacionista global.
¿Qué otras medidas anunció el gobierno?
El gobierno también planteó este lunes un incremento del 25% del precio de electricidad para los mayores consumidores en zonas residenciales y otra subida de costos del gas natural licuado a partir del 1 de marzo.
A fines del mes pasado, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, reconoció que el gobierno no podía seguir vendiendo combustible a precios «subsidiados».
«¿Puede este país mantener esos precios de los combustibles, que probablemente sean los más bajos del mundo en comparación con los precios de otros países?», se preguntó Gil en el programa de la televisión estatal Mesa Redonda.
La gasolina cubana es «muy barata, pero si la comparas con los salarios del país, es muy cara», dijo a la agencia de noticias AFP el economista cubano Omar Everleny Pérez.
Los nuevos precios afectarán «a toda la sociedad», agregó el especialista.
Vladimir Regueiro, el ministro de Finanzas, dijo que las nuevas medidas están encaminadas a rectificar un «grupo de distorsiones presentes en la economía».
«Algunos de los precios han quedado desactualizados en productos que son transversales para toda la economía, relacionados con la propia energía, con los combustibles, la generación eléctrica y los consumos fundamentales de la población», señaló Regueiro.
Estas medidas suponen uno de los mayores ajustes macroeconómicos que realiza el gobierno insular en décadas como respuesta a una crisis frecuentemente comparada a la del llamado Periodo Especial, cuando colapsó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Cuba se quedó sin su principal soporte económico y político en el exterior.
¿Cómo afectan estas medidas a los cubanos?
Según el economista Everleny Pérez, con la subida del precio de combustible, «si el dueño del carro transporta población, va a subir el pasaje y termina afectando a la población».
Aunque el gobierno intentará paliar la escasez de hidrocarburos con estas medidas, la subida de precios encarece más todavía la vida para los cubanos, que en los últimos años ven disminuir su poder adquisitivo por la inflación, la devaluación del peso cubano frente al dólar y la caída del turismo, el principal motor económico de la isla.
Por la misma línea que Everleny Pérez, Rodolfo*, un conductor de taxis privados de la isla, dijo a BBC Mundo que la subida de precios recaerá finalmente en los consumidores cubanos.
“A mí no me va afectar. Porque como el Estado toma la decisión de subir el precio del combustible, eso va a repercutir en que yo suba el precio de mi servicio”, sostuvo.
“Una recogida en el aeropuerto normalmente vale $US20. No es que ahora vaya a costar US$100, pero por supuesto que los pesos cubanos ya no van a costar lo mismo. Debe subir quizás hasta 5 veces, como mismo el Estado subió el precio de la gasolina”, agregó.
Mientras, varios usuarios en redes sociales dudaron sobre la efectividad de las medidas del gobierno.
«Por supuesto, con esto incrementarán también los precios de todo lo demás, dígase transporte, alimentación, etcétera. El viejito que gana 1.300 pesos de retiro ya vive en profunda vulnerabilidad. ¿Que pasará con él en lo adelante?», se pregunta un usuario con el nombre de «Cubano» en la sección de comentarios del sitio web Cubadebate.
«Soy un asalariado del Estado, gano 3.000 pesos cubanos. Si en lo que va de mes solo he recibido una libra de azúcar, un cuarto de libra de mortadela, 7 huevos y todo lo demás tengo que comprarlo en el mercado particular en cualquiera de sus versiones, ¿cómo puedo estar de acuerdo con que me sigan encareciendo la vida?», escribió «Raissel».
La escasez de combustible atormentó agudamente a los cubanos a lo largo de 2023. En lo peor de la crisis, las filas de carros para repostar gasolina se extendían por varias manzanas.
En medio de esta situación, el gobierno de la isla consiguió un acuerdo con Rusia para recibir 30.000 barriles de crudo diarios.
Dicha negociación tenía como objetivo recuperar la entrada de petróleo después de que Venezuela disminuyera sus exportaciones a Cuba.
Además de la escasez de combustible y los altos precios, los cubanos también enfrentan inseguridad alimentaria y de medicamentos.
El mercado negro y las remesas familiares siguen teniendo un peso vital para adquirir múltiples productos básicos en la isla.
La grave situación provocó protestas sin precedentes contra el gobierno en 2021 y el que se cree que es el mayor éxodo migratorio a Estados Unidos desde 1959, cuando inició la revolución socialista de Fidel Castro.