Brasil tendrá los comicios presidenciales más caros de su historia

Un 80 por ciento será invertido por Rousseff y por sus dos principales rivales.

Un 80 por ciento será invertido por Rousseff y por sus dos principales rivales.

Las elecciones generales del 5 de octubre en Brasil serán las más caras de la historia: su costo llegará a unos 31.500 millones de dólares, un monto suficiente para financiar durante seis años el principal…

Las elecciones generales del 5 de octubre en Brasil serán las más caras de la historia: su costo llegará a unos 31.500 millones de dólares, un monto suficiente para financiar durante seis años el principal programa social del país, el Beca Familia, reveló ayer la revista electrónica Congreso en Foco. Según la publicación, el monto de gastos previsto por los 25.000 candidatos que intervendrán en las próximas urnas sería también suficiente para financiar durante siete décadas el pago de salarios de los 594 diputados y senadores y para realizar casi tres mundiales de fútbol similares al que organizó el país en junio y julio.

Los gastos esperados para los próximos comicios suponen además un aumento del 400 por ciento frente al total registrado en las elecciones brasileñas de 2002, un índice muy superior al de la inflación del 76 por ciento acumulada en ese período.

Gastos de campaña. Según el reportaje, los once candidatos que disputarán los comicios presidenciales —en los que la actual mandataria, Dilma Rousseff, buscará la reelección— estimaron en 917 millones de reales (unos 407 millones de dólares) sus gastos con la campaña. De este total, un 80 por ciento será invertido por Rousseff y por sus dos principales rivales en las próximas urnas: el senador opositor Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y la líder ambientalista Marina Silva, quien se convirtió en postulante del Partido Socialista Brasileño tras la trágica muerte del candidatoEduardo Campos.

Las millonarias donaciones para las campañas políticas se han convertido en fuente de los principales escándalos de corrupción que sacudieron Brasil desde el regreso del país a la democracia en 1985, después de 21 años de dictadura militar. Desde 1997, tramitan en el Congreso propuestas destinadas a limitar los gastos en las campañas, pero los diputados y senadores se resisten a votar estos proyectos.

Un juego. El juez electoral Márlon Reis, coordinador del Movimiento de Combate a la Corrupción Electoral (MCCE), consideró que los gastos de los candidatos para conquistar votos alcanzó un grado de insostenibilidad. «Las elecciones son un juego comprado en Brasil», agregó el juez, quien argumentó que, para lograr un mandato, un candidato necesita tener un elevado monto de recursos financieros o el apoyo de grandes empresas. «El electorado está siendo llamado a legitimar un modelo que no es sostenible ni representativo. Todos los sectores expresivos de la sociedad deberían tener un asiento en el Parlamento, pero sólo están los que tienen la bendición del poder económico». «Por esto la gente dice: «Ellos no nos representan»», enfatizó Reis, al recordar una de las principales consignas de las masivas protestas populares que sacudieron Brasil en junio de 2013.

Fuente: La Capital, Rosario