Santa Fe: Al compás de la crisis económica, crece el fenómeno del trueque frente al Hospital Iturraspe

El fenómeno del trueque no es nuevo. En la Argentina, esta modalidad tuvo su época de auge, cuando en 2001 se produjo un estallido social, político y económico. Veintitrés años más tarde, este sistema de intercambio resurge como forma para hacerle frente a la crisis.

Veintitrés años después de su irrupción en el país, el sistema del trueque se afianza en el norte de la ciudad. Desde ropa usada y herramientas, hasta verduras y medicamentos.

Desde hace cuatro años, antes de que comience a funcionar el Hospital Iturraspe en Blas Parera al 8300, la plaza que rodea las instalaciones del centro de salud recibe a decenas de comerciantes que se rebuscan el día a día a través del trueque.

En esa especie de centro comercial, algunos intercambian sus mercancías por otras de igual valor, otros optan por vender sus productos a precios bajos.

Sin embargo, el fenómeno del trueque no es nuevo. En la Argentina, esta modalidad tuvo su época de auge, cuando en 2001 se produjo un estallido social, político y económico que llevó al país a experimentar seis presidencias en una semana. Veintitrés años más tarde, este sistema de intercambio resurge como forma para hacerle frente a la crisis.

El trueque de la Plaza del Hospital Iturraspe
En el trueque pueden encontrarse los más variados productos, aunque lo más corriente es la ropa usada y la mercadería de almacén, también se oferta ropa nueva, herramientas, medicamentos, juguetes, artículos de bazar y verduras.

Según trabajadores del hospital, en los últimos meses se incrementó considerablemente la presencia de comerciantes en la plaza, quienes trabajan desde las 8 hasta las 18, de lunes a sábados. Esto se constata al dialogar con los diversos feriantes, quienes afirman haber emplazado su negocio hace no más de seis o siete meses.

En este contexto, UNO Santa Fe recorrió las inmediaciones del Hospital Iturraspe para conocer cómo funciona el trueque, quienes deciden ofertar sus productos allí y qué necesidades tienen.

Una forma de ganarse la vida
Fernanda Vidal es una de las vendedoras más antiguas. Contó que comenzó hace cuatro años cuando estaban haciendo el hospital y su primera locación fue sobre calle Beruti. «Después de la pandemia empezamos con los grupos de canje, cambiábamos mercadería por ropa usada y ahora hacemos trueque», narró la comerciante.

Para ella, como para muchos de los trabajadores que operan en el trueque, se trata de una forma de ganarse el pan de cada día. Al respecto sostuvo: «Este es un medio de vida, mi esposo está sin trabajo, yo soy pensionada por discapacidad y vendo ropa usada, ropa nueva, lo que sale en el momento porque ahora sí es el único ingreso que tengo en mi casa».

En el caso de Armando Héctor Acosta, la jubilación mínima que percibe no le alcanza, así que montó junto a su esposa un puesto en el que venden mercadería.

«Nosotros ganamos lo mínimo con tal de tener buenos precios y gracias a Dios nos está yendo bien. Somos una pareja de jubilados, entonces pusimos este emprendimiento», comentó Acosta.

En el mismo sentido afirmó: «Trabajamos bien, la gente viene más los viernes y sábados. Estamos todo los días desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde. Ofrecemos el 2×1, buen precio, buena mercadería, aunque cuesta conseguirla».

Por su parte, Fernanda Montero, trabaja vendiendo ropa nueva junto a una amiga. En declaraciones para diario Uno Santa Fe, argumentó: «Tengo dos chicos menores que si yo me quedo con el sueldo, no me alcanza para darle todo los gustos».

Para ella, la vida se trata de «luchar contra una marea para que ellos estén bien, no golpeen puertas ni sean delincuentes, que salgan con buen porvenir y un estudio».

«Hay chicos sin sueldo, hay gente que se rebusca de esto, vivimos del día a día», remarcó.

Tensiones con el Gobierno municipal
El crecimiento de los feriantes que instalan sus puestos en la plaza del Hospital Iturraspe, ha creado tensiones con los funcionarios municipales, a quienes se les reclama que les garanticen la posibilidad de tener sus tiendas, seguridad y un baño al que acudir.

«Queremos comentarle que la Municipalidad tendría que venir y hacer una reunión con varias personas, no solamente que tengamos un dirigente porque acá no lo dirige nadie, queremos tener nuestro espacio», sostuvo Montero. En el mismo sentido, afirmó: «Queremos nuestro puesto, que lo respeten, porque cada cual tiene sus necesidades».

En relación con esto, Fernanda Vidal denunció la ausencia del Gobierno municipal y declaró: «Nos censaron por los lugares. Nosotros pedíamos que si querían y podían, nos den dos o tres metros por persona para poner el puesto, que nos hagan la estructura, aunque nos tengan que cobrar un impuesto más adelante. Pero son todas propuestas nada más y quedan en el aire».

«No tenemos baño. En su momento los políticos nos ofrecieron, vinieron toda clase de políticos nos ofrecieron un baño nos dejaron por unos meses y después cuando asumieron estos otros lo levantaron», agregó la trabajadora.

Las promesas sin cumplir de los candidatos, es un tema recurrente entre los trabajadores del trueque. Héctor Acosta también se pronunció sobre el tema y dijo: «Durante las elecciones nos visitaron todos lo políticos y todos tenían su baño para poner. Después desaparecieron todos, prometieron muchas cosas que nos hicieron».

«Acá se había organizado, se pagaba cuando ibas al baño una ayuda para los que limpiaba y le sacaron la posibilidad de trabajo a esa gente también», denunció el jubilado.

Fuente: Uno