Despidos en Valle Fértil: 15 becas menos y el ajuste continuará
En medio de una fuerte crisis económica, el Ejecutivo municipal confirmó el inicio de un plan de ajuste que ya dejó sin trabajo a 15 becarios del Hospital Alejandro Albarracín y aseguran que podría extenderse a otras áreas.
08/05/2025 ECONOMÍAEn medio de una fuerte crisis económica, el Ejecutivo municipal confirmó el inicio de un plan de ajuste que ya dejó sin trabajo a 15 becarios del Hospital Alejandro Albarracín y aseguran que podría extenderse a otras áreas.
En las últimas horas, se conoció que trabajadores del Hospital Alejandro Albarracín, en Valle Fértil, fueron dados de baja por el Ejecutivo municipal. Se trata de profesionales que prestaban servicios esenciales bajo el régimen de becas municipales entre ellos enfermeros, kinesiólogos, choferes, administrativos, agentes sanitarios y personal de esterilización.
Si bien inicialmente trascendió que eran 30 las bajas, desde el municipio informaron a DIARIO HUARPE que en el área de Salud solo fueron 15 los contratos rescindidos, aunque reconocieron que el ajuste no se detiene allí: «En los próximos días se extenderá a otras áreas y se enviará un proyecto de reestructuración de la planta política al Concejo Deliberante», confirmaron.
Una estructura que no resiste
La decisión, según las autoridades, responde a una crítica situación financiera. El municipio afirma haber sufrido una caída del 0,49% en la coparticipación, lo que representa entre 80 y 100 millones de pesos menos cada mes.
“El problema es general: Nación transfiere menos dinero a la Provincia, y la Provincia menos a los municipios. Nosotros no podemos sostener esta estructura con menos recursos”, señaló a este medio una fuente oficial, que además anticipó que se reducirán cargos políticos, se bajarán dedicaciones exclusivas y semiexclusivas, y se congelarán otras partidas (como los aumentos de sueldo) para intentar equilibrar las cuentas.
En paralelo, el Ejecutivo municipal avanza en un proyecto de reestructuración más profundo. “No es una medida contra nadie. La comunidad debe entender que necesitamos ordenar las finanzas para poder sostener los servicios básicos. Ojalá que todo esto sea temporal”, aseguró.
Precarización estructural
Los trabajadores desvinculados forman parte de un sistema que, bajo el rótulo de “becas”, funciona desde hace años como una forma de empleo precario sin garantías, ni estabilidad. Percibían ingresos mensuales de entre 70.000 y 80.000 pesos por una carga laboral de 100 horas, pero no tenían cobertura médica, aportes ni ningún tipo de seguridad laboral.
“Nos usaron durante años. Trabajamos codo a codo con el personal de planta, pero nunca fuimos reconocidos. Hoy nos dejan afuera sin una palabra”, manifestó una de las personas afectada.
Algunos de estos trabajadores llevaban entre tres y seis años cumpliendo funciones sin ningún derecho formal. “Solo pedimos que nos escuchen. Queremos ser parte del sistema. No pedimos privilegios, pedimos derechos”, agregaron.
El ajuste no termina en Salud
Si bien el foco inicial del recorte fue el hospital, el ajuste impactará en todas las dependencias donde se desempeñan becarios. Desde el propio municipio admiten que la medida podría alcanzar a una porción del universo total de 500 becarios, aproximadamente, que hoy tiene el municipio.
Estos trabajadores hoy cumplen tareas en escuelas, en la delegación de Vialidad Provincial, en el hospital y Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) y en oficinas municipales.
Desde limpieza y mantenimiento, hasta funciones administrativas, el sistema de becas se transformó en una red de empleo informal que ahora empieza a resquebrajarse. El municipio aún no ha precisado cuántas becas serán dadas de baja en total, pero el mensaje es claro: el ajuste es inminente y transversal.
Una comunidad en alerta, sin respuestas oficiales
El impacto social es profundo. Cada beca cancelada representa una familia sin ingresos, un hogar más cerca de la pobreza y una señal de alarma sobre la sostenibilidad del sistema municipal. Las personas afectadas aseguran haber enviado múltiples notas y pedidos de audiencia a autoridades locales, provinciales y ministeriales, sin obtener respuestas. Mientras tanto, crecen la incertidumbre y la angustia en Valle Fértil, donde la economía local —ya golpeada— enfrenta ahora una ola de desempleo.
La crisis de Valle Fértil pone en evidencia el agotamiento de un modelo laboral sin respaldo institucional. Hoy, con los recursos en caída y el gasto en revisión, la pregunta que queda en el aire es: cuántas familias más quedarán sin sustento en nombre del ajuste.
Fuente: Huarpe