Las razones detrás de la pérdida de puestos de trabajo en gastronomía y hotelería en Mendoza
Es consecuencia del difícil momento que atraviesan ambas actividades, por la pérdida de poder adquisitivo sumada a un dólar alto, que hace más atractivo viajar al exterior.
Es consecuencia del difícil momento que atraviesan ambas actividades, por la pérdida de poder adquisitivo sumada a un dólar alto, que hace más atractivo viajar al exterior.
“Estimamos que el 60% del staff está ‘discontinuado’: sin despido formal, pero tampoco trabajando ni cobrando”, sostiene el empresario turístico Diego Stortini, vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM). Desde la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) seccional Mendoza suman que ha habido despidos y, sobre todo, mucha rotación entre los afiliados.
El turismo y la gastronomía, plantea Daniel Ariosto, director de Cámara Argentina de Comercio (CAC) en Mendoza, no es una prioridad para la gente y atraviesa una situación dramática porque viene de tener un noviembre y diciembre malos, y una temporada de enero, febrero y marzo muy flojas. “Estamos en el día a día, sobreviviendo. Ya no hablamos de rentabilidad, sino de sobrevivir”, señaló sobre la situación de los emprendimientos. Y esto se traslada al empleo.
“La situación es realmente muy preocupante. Las empresas tienen que decidir si seguir pagando impuestos (que te extraen vía Sircreb de la cuenta), pagar la luz o recortar personal. Eso hace que se pierda talento, porque muchos migran a otras actividades más estables”, lanzó Stortini. Y sumó que, en el Valle de Uco, la mayoría está trabajando solo fines de semana, esperando la primavera.
Explica que comenzó la temporada baja, que se extiende desde mayo a septiembre, con la excepción de julio, que levanta un poco con las vacaciones invierno. Si bien suele ser una época de poco movimiento, indicó que este año se suma una recesión muy profunda y la falta de estrategias claras de promoción.
Analizó que, entre 2015 y 2023, el sector se expandió mucho, de la mano de una “economía recalentada” a base de subsidios, inflación y la existencia de una brecha importante entre el dólar oficial y el paralelo. “Fue un crecimiento artificial. Hoy, con el ajuste, el rubro se enfría fuerte”, señaló.
Presión fiscal
Ariosto explicó que, por ser director de la CAC, se vincula con entidades de las provincias socias y el turismo está muy complicado en casi todo el país. Acotó que hay sitios, como las Cataratas del Iguazú, que, si bien han tenido una baja, no están tan afectados como otros, el caso de Calafate, el norte argentino o Mendoza.
El también empresario turístico señaló que la presión tributaria ha disminuido un poco, pero sólo para el comercio exterior -importaciones y exportaciones-, mientras el resto de los rubros, como servicios, comercio e industria aún están esperando que las promesas de reducción se concreten. Aún más, planteó que ARCA (ex AFIP) ha endurecido mucho su posición y, si antes daba 15 días a las empresas si se producía un atraso en el pago, ahora ese plazo se ha reducido a 48 horas antes de embargar la cuenta bancaria.
Sumó, con preocupación, que en Buenos Aires hay restaurantes que fueron recomendados por la Guía Michelin y tuvieron que cerrar, como también hoteles en el norte argentino, a la par de que se observa un crecimiento de la informalidad porque quienes tienen una cabaña, un hotel o una agencia de viajes están con dificultades para sostenerlos. “No llegamos a cubrir el costo de abrir la empresa todos los días y esto nos lleva a una situación tremendamente difícil”, comentó.
El director de la CAC señaló que muchos están esperando con desesperación julio, para ver si las vacaciones les dan un respiro y les permiten sobrevivir unos meses más. El problema, planteó, es que los turistas argentinos se siguen yendo a Chile y a Brasil. “No vemos la luz al final del túnel”, sentenció.
Despidos y rotación
Emiliano Tejada, secretario general de la Uthgra, detalló que después de la pandemia -en 2022, 2023 y 2024- hubo un crecimiento exponencial de la oferta gastronómica. Si bien esta expansión permitió “elevar la vara” de los negocios, también volvió más costosa buena parte de las opciones pensando en los turistas extranjeros (de Brasil, Chile, Estados Unidos, Paraguay y Uruguay), a los que hoy, con el dólar bajo, ya no les conviene venir a la provincia.
En cuanto a los sectores más perjudicados en la actualidad, mencionó que, dentro de la hotelería, son los hoteles de dos y tres estrellas, sobre todo los que se encuentran en la Ciudad, porque no hay casi diferencia de tarifas con los de cuatro estrellas. Y en la gastronomía, indicó que muchos restaurantes tienen precios que no son accesibles para la mayoría de los mendocinos. Y que los de bodegas, sobre todo en el Valle de Uco, tienen a los trabajadores en otro sindicato, cuyo básico es inferior.
Sostuvo que han visto varios despidos, pero que muchos están asociados a la rotación. Sumó que los dueños de los restaurantes han notado una importante disminución de los tickets del consumidor local, por lo que, en conjunto con Aehga (Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza), han empezado a idear propuestas de turismo para los mendocinos, en aquellos negocios que respeten la normativa laboral, para las temporadas bajas.
Tejada señaló que, para reducir esta rotación, desde la entidad están trabajando para que el hotelero y gastronómico se convierta en un “muy buen primer trabajo”. Es que el 80% del padrón de afiliados está conformado por personas de menos de 40 años, pero apuntan a profesionalizar el rubro.
Por un lado, en 2024 inauguraron el instituto de educación superior con la tecnicatura en gastronomía. Y por otro, han elaborado un proyecto de ley que propone el pago de un adicional del 20% por el título y un 5% de aporte por reconocimiento de la contribución que el trabajador ha realizado a distinciones tales como la Segunda Capital Iberoamericana de la Gastronomía o las seis estrellas Michelin.
