BRICS : La Cumbre de Río podría impulsar importantes debates ambientales
La cumbre de los BRICS, que se celebrará esta semana en Río de Janeiro, debe servir como espacio para construir soluciones globales y anticipar importantes debates que estarán en la agenda dentro de unos meses
03/07/2025 EL MUNDOLa cumbre de los BRICS, que se celebrará esta semana en Río de Janeiro, debe servir como espacio para construir soluciones globales y anticipar importantes debates que estarán en la agenda dentro de unos meses, en Belém, durante la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), en noviembre.
Brasil espera que los BRICS, un grupo de 11 países (Brasil, China, Rusia, India, Sudáfrica, Indonesia, Irán, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita), se movilicen para lograr resultados ambiciosos en la COP30, manteniendo los objetivos y principios de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Brasil aboga por un nuevo liderazgo climático, basado en la solidaridad entre los pueblos, para generar respuestas eficaces y equitativas al cambio climático.
En mayo de este año, los delegados de los países miembros del BRICS aprobaron un documento, que será considerado por los líderes de estas naciones durante la cumbre, con recomendaciones sobre financiación climática. Según la Secretaria de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda, Tatiana Rosito, el documento aborda temas como la reforma de la banca multilateral, el aumento de la financiación concesional (proporcionada por grandes instituciones financieras, a tasas inferiores a las del mercado para apoyar a los países en desarrollo) y la movilización de capital privado.
Antonio Jorge Ramalho da Rocha, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia (UnB), cree que la declaración final de los BRICS hará hincapié en la búsqueda de financiación para la transición energética verde y el fortalecimiento de los acuerdos multilaterales.
Además, temas como la lucha contra la desertificación, el cuidado de los océanos y la lucha contra la contaminación por plásticos cobrarán relevancia. Más importante que las propuestas específicas será la defensa de un contexto multilateral centrado en el desarrollo sostenible e inclusivo, afirma.
Para la profesora Maureen Santos, coordinadora del grupo de estudios de la Plataforma Socioambiental del BRICS Policy Center, sería una gran victoria si la reunión concluyera con compromisos concretos de financiamiento climático comprometidos con una transición justa.
Sería maravilloso, porque uno de los grandes debates de la COP30 es el marco de transición justa. Así que, si los BRICS ya están avanzando, comprometerse en este ámbito facilitará las cosas, afirma el profesor.
Financiación
Según la profesora, la reunión de los BRICS se celebra en un momento en que el Acuerdo de París, que este año celebra su décimo aniversario, se encuentra en una situación muy frágil. El tratado internacional, que se centra en las medidas para combatir el cambio climático, se adoptó en 2015 en la Conferencia de las Partes (COP21) en París. «La convención climática sufrió un duro golpe con la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París», destaca.
El mes pasado, representantes de los países que conforman la Secretaría de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) se reunieron en Bonn, Alemania, para una reunión preparatoria de la COP30. Uno de los principales debates giró en torno a cómo movilizar los 1,3 billones de dólares estadounidenses en financiación climática a nivel mundial.
En la reunión, los países del G77 (grupo de países en desarrollo), liderados por China, exigieron mayor inversión de los países desarrollados. Uno de los artículos (9.1) del Acuerdo de París establece que los países más ricos deben proporcionar recursos financieros para ayudar a los países en desarrollo a mitigar y adaptarse al cambio climático.
“El tema principal de las dos semanas [en Bonn] fue la financiación. El apoyo de los países del Norte a los del Sur fue el tema central”, afirmó Maureen. Cree que la cumbre de los BRICS podría ser un espacio para pensar en innovaciones para este modelo de financiación.
“Los BRICS terminan siendo un poco defensivos porque no quieren socavar la negociación desde el punto de vista de que los países desarrollados asuman la responsabilidad primero”, dice.
NDC
Según Maureen, solo 28 de los casi 200 signatarios del Acuerdo han presentado sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) revisadas desde noviembre del año pasado. Estas indican los compromisos de cada país para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos del cambio climático.
Entre los BRICS, solo Brasil y los Emiratos Árabes Unidos han presentado sus NDC. «Los BRICS podrían servir como un espacio muy importante para presionar a estos países. La propia India no ha presentado sus NDC, a diferencia de China y Rusia. Por lo tanto, si hicieran algo simbólico y se comprometieran a presentar estas NDC o una declaración final para salvar el Acuerdo de París, sería muy importante», señala Maureen. Argumenta que sería un paso importante si los BRICS también anunciaran conjuntamente compromisos financieros adicionales.
Energía verde
El profesor Jorge da Rocha señala que algunos países BRICS, como Brasil, Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Rusia, tienen la producción de combustibles fósiles como un componente importante de su economía. A pesar de ello, la postura oficial del grupo es promover transiciones energéticas justas, ordenadas y equitativas, así como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como lo demuestra la declaración de los ministros de Energía de estas naciones en mayo de este año.
La idea es utilizar los recursos de estas fuentes para financiar la expansión de la capacidad de generación de energía verde y, gradualmente, utilizar el petróleo para fines distintos a la producción energética. Es cierto que las economías no pueden adaptarse rápidamente a un entorno sin energía basada en el carbono sin generar inflación y crisis económicas, pero también es cierto que, gracias a sus competentes grupos de presión, la industria del petróleo y el gas se beneficia de cuantiosos subsidios, explica el profesor de la UnB.
Sin embargo, enfatiza que la transición energética debería implicar la reducción de los subsidios a esta industria y la asignación de recursos hacia fuentes de energía más limpias. «Lamentablemente, la tendencia es a posponer este proceso una vez más», afirma.