La política manda en la Convención

La Asamblea Constituyente que comienza a deliberar mañana para reformar la Constitución de Santa Fe después de 63 años; muestra claramente el regreso de un escenario de tercios a la provincia.

La Asamblea Constituyente que comienza a deliberar mañana para reformar la Constitución de Santa Fe después de 63 años; muestra claramente el regreso de un escenario de tercios a la provincia. Ya mostró ese mapa la propia elección de los 69 convencionales y lo ratifica el funcionamiento mismo del debate que cambiará 42 artículos clave de la Carta Magna. Es más, el esquema recuerda por qué esta vez hubo consenso para la reforma que durante tantos años se frustró por los intereses internos. Primero los del justicialismo (Carlos Reutemann no quería darle la reelección a Jorge Obei y viceversa) y segundo los del socialismo donde Hermes Binner, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz protagonizaron en su momento el mismo tironeo de mezquindades. A Maximiliano Pullaro le tocó un escenario liso: Con socios disminuidos como el PRO y el socialismo y un peronismo derrotado por la conjunción anti que se armó enfrente; y ya no tuvo resistencias. Pero eso está a punto de cambiar y Pullaro lo sabe.

Los números están ajustados para las votaciones más importantes de la constituyente y la joya del cónclave (la reelección como gobernador para el propio Pullaro) no es la excepción. El socialismo mostró las uñas y está dispuesto a imponer condiciones. No le garantiza todo al jefe de Unidos y orejea cartas que lo muestran avisando que la idea a futuro es no ser eterno furgón de cola de los radicales que hasta hace poco tiempo atrás eran sus subordinados en el Frente Progresista.

Tampoco hay que creer que la vieja y profunda grieta entre partidarios de Binner y los de Lifschitz se cerró definitivamente. La muerte de los líderes y la necesidad extrema la pusieron en pausa pero siempre está a punto de aparecer. Es más, hoy el sector que interpreta el exgobernador Antonio Bonfatti se entiende mucho más con el Ejecutivo que la porción que conduce el diputado provincial Joaquín Blanco. “Los que tuvieron tareas ejecutivas entienden las cosas de otra manera”, se escucha al respecto cerca del gobernador.

Las ajustadas matemáticas de la Convención muestran por qué cada punto del reglamento de funcionamiento de la asamblea es discutido con tanto detalle. Desde cómo se considerará la mayoría simple, hasta el doble voto o no del presidente de cada comisión. Ahora se entiende mejor por qué el arquitecto del pullarismo y candidato a presidente de la Convención, el senador radical Felipe Michlig, puso tanto énfasis en respaldar el armado de un frente electoral liderado por la ex boxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras, secundada por la nutricionista personal del legislador, entre otros. De hecho ese Frente de la Esperanza ya anunció que dará apoyo y quórum al oficialismo cuando las papas quemen.

En el peronismo todo está por verse
Pasada la euforia del resultado que otorgó la impensada alianza de Ciudad Futura de Juan Monteverde con el peronismo más tradicional de Pipi Traferri; el conjunto tendrá que mover piezas dentro de la Convención. Ya el referente histórico de San Lorenzo avisó que los senadores que se quedaron con el partido y encontraron en Monteverde la fórmula para resucitarlo, aspiran a conducir el proceso y las negociaciones. Es un misterio cómo coordinarán semejantes actores que en lo electoral la resolvieron de taquito: Uno ponía el candidato renovado, el discurso progresista y el otro el knock how territorial del viejo peronismo. Ahora vendrá el trabajo conjunto que, se sabe, compromete otras complejidades.

Los puentes están activos también con los convencionales de Activemos del senador Marcelo Lewandowski que puso cuadros clave para los distintos debates técnicos que implica la reforma. Los embates del oficialismo convencional serán los que determinen también el grado de cohesión que muestre el peronismo.

En el capítulo judicial, la Asamblea Constituyente le dará rango constitucional a las reformas que Pullaro impulsó en Legislatura desde su asunción. Es decir, el aumento de miembros de la Corte Suprema a siete ministros, el tope de 75 años de edad para ejercer ese cargo, y paridad de género en el máximo tribunal. También se discutirá el mecanismo a fijar para la elección de jueces, y reformular el funcionamiento y la integración del Consejo de la Magistratura. Asimismo, hay proyectos para establecer un sistema de destitución de jueces sin juicio político. Y se definirá el debate abierto sobre la separación del Ministerio Público de la Acusación y del Servicio Público de Defensa Penal de la órbita del Poder Judicial. Esto es, independizar ambos institutos de la Corte Suprema y dotarlos de autonomía institucional y financiera.

Al respecto el Sindicato de Empleados Judiciales de la Provincia de Santa Fe, tiene una visión diferente y sostiene que el Ministerio Público de la Acusación y el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, de ser reconocidos en la nueva constitución, deben serlo dentro del Poder Judicial, para que no pierdan la protección de integrar uno de los poderes del estado provincial, con todo lo que ello implica. Y aseguran que de no ser así, de crearse la figura del extra poder, «en vez de fortalecerse la Autonomía Funcional y Autarquía Financiera de estos, las mismas se verán debilitadas para ser sometidas en el futuro al poder político de turno, o a una mayoría circunstancial que pondrá en peligro, el ejercicio de los derechos y garantías consagrados en la Constitución, la propia división de poderes y en particular los derechos laborales de quienes integramos esos Ministerio Públicos, sean Fiscales, Defensores, funcionarios y empleados».

A dos aguas
Las declaraciones de la vicegobernadora Gisela Scaglia a cargo del Ejecutivo por el viaje de Pullaro a Estados Unidos para aceitar la toma de deuda externa; sorprendieron por su contundencia. Scaglia, criticó con dureza la aprobación del aumento jubilatorio y declaró la emergencia en discapacidad que votaron los senadores, incluidos los tres representantes por Santa Fe. “El camino no es el que el kirchnerismo propone”, aseveró. Y respaldó el anuncio del presidente Javier Milei de vetar ambas iniciativas. “Cuando uno abre la ley, es realmente impagable. No solamente por el monto, sino que porque de nuevo vuelven a pensar que el sistema jubilatorio termina siendo un lugar donde nadie tiene que pagar ni poner nada”, criticó.

Es impensable que haya hecho esta manifestación sin la aprobación del gobernador que demuestra así que la navegación a dos aguas respecto del gobierno nacional sigue siendo la estrategia preferida. Por un lado actuó junto al resto de los mandatarios provinciales que le acestaron un duro golpe al gobierno con la ley de reparto de fondos discrecionales e impuesto a los combustibles, que también votó el Senado; pero por el otro no quiere quedar cercano al peronismo ni enfrentar frontalmente a Milei con el que, interpreta, todavía comparte una porción del electorado.

Por Leo Ricciardino

Fuente: Página 12