El Corredor Bioceánico que le «compite» al Cristo Redentor: Chile y Brasil avanzan, pero Argentina lo complica

El Corredor Capricornio busca unir cuatro países, desde el Atlántico al Pacífico, pero hay problemas con las obras que debe encarar Argentina.

El Corredor Capricornio busca unir cuatro países, desde el Atlántico al Pacífico, pero hay problemas con las obras que debe encarar Argentina.

El Corredor Bioceánico Vial, también conocido como Corredor Capricornio, se perfila como una de las principales iniciativas de integración regional en Sudamérica, en paralelo al paso Cristo Redentor. El trazado de unos 2.400 kilómetros unirá Brasil, Paraguay, Argentina y Chile, conectando el Atlántico con el Pacífico a través de los puertos del norte chileno.

El proyecto cuenta con respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y fue formalizado en la Declaración de Asunción de 2015. Desde entonces, cada país asumió la responsabilidad de construir o mejorar tramos viales e infraestructura logística vinculada al corredor.

Según el BID, Chile y Brasil lideran el avance de las obras, mientras que Argentina y Paraguay enfrentan demoras por dificultades técnicas y de financiamiento.

Chile avanza fuerte con el Corredor Bioceánico Vial por el norte
En el caso de Chile, el ministro de Transporte y Telecomunicaciones trasandino, Juan Carlos Muñoz, indicó en el medio DF Sud que “todas las obras que son parte de nuestra responsabilidad ya están construidas o en vías de finalización”. El BID confirmó que el país dispone de tramos viales consolidados que conectan los pasos fronterizos de Jama y Sico con los puertos de Antofagasta e Iquique (norte).

Entre los avances destacan mejoras en la infraestructura portuaria. En el terminal de Iquique se incorporó una nueva grúa para aumentar la capacidad operativa, mientras que en Antofagasta se amplía el “molo de abrigo” destinado a reforzar la zona de carga y descarga.

No obstante, el organismo multilateral advirtió que aún se requieren obras complementarias en accesos fronterizos, conectividad digital e infraestructura de apoyo al transporte.

En esa línea, Muñoz detalló que se realizan mejoras en la Ruta 1, que conecta con Iquique, y en la Ruta 16, con optimización de la rotonda Pampino y sus accesos.

El problema con Argentina por el nuevo Corredor Bioceánico Vial
En territorio argentino, el funcionario chileno señaló que aún restan obras en la Ruta Nacional 51, que conecta con el Paso de Sico (Salta y San Pedro de Atacama), y en un tramo de 25 kilómetros de la Ruta Provincial 54. La provincia de Salta accedió recientemente a financiamiento internacional para avanzar en esos trabajos.

“Espero que Argentina cumpla su compromiso”, expresó Muñoz, en alusión al acuerdo suscrito por los cuatro países en 2015.

“Es clave que todos avancen para que los 2.400 kilómetros funcionen como una red continua que fortalezca la economía regional”.

En tanto, en Paraguay, el Puente Internacional Porto Murtinho–Carmelo Peralta, clave para vincular Brasil con el resto del corredor, presenta un avance del 80% y se prevé su inauguración a fines de 2026. El país también ejecuta la pavimentación de tres tramos viales, de los cuales uno ya fue finalizado y otro se encuentra en construcción. El tercero, de 102,5 kilómetros, aguarda financiamiento del BID.

El Corredor Bioceánico Vial busca convertirse en la vía más directa entre los océanos Atlántico y Pacífico, con potencial para mejorar la competitividad del Cono Sur. Además, podría complementarse con el futuro Corredor Ferroviario Bioceánico, que conectará el interior del continente con el puerto peruano de Chancay.

Fuente: Los Andes