Colonias de pingüinos cerca de Puerto Madryn: ya llegaron las aves maravillosas vestidas de traje de gala
Cada primavera, cientos de miles de Pingüinos de Magallanes llegan a Punta Tombo para reproducirse y criar a sus pichones. Junto al mar, aves en libertad.
12/11/2025 TURISMOCada primavera, cientos de miles de Pingüinos de Magallanes llegan a Punta Tombo para reproducirse y criar a sus pichones. Junto al mar, aves en libertad.
Cada primavera la costa chubutense cambia de look y se pone de gala. Desde el mar, con su traje blanco y negro llegan los Pingüinos de Magallanes puntuales a su cita con la vida en la Reserva Natural Punta Tombo, la colonia continental más grande del mundo para esta especie. A 180 kilómetros al sur de Puerto Madryn, este corredor silvestre se extiende sobre una franja de mar y estepa que hoy vibra al ritmo de cortejos, llamados amorosos y pasos torpes rumbo a la orilla.
El viaje para el visitante arranca en un Centro de Interpretación moderno, donde los guardafaunas cuentan qué sucede en esta temporada, mientras los machos reacondicionan los nidos que dejaron el año pasado, las hembras comienzan a llegar para elegir a su compañero.
Todo sucede delante de nuestros ojos. Un sendero de 3.500 metros acompaña ese ir y venir entre el mar y las cuevas cavadas en la tierra. Tres horas de caminatas entre nidos, plumajes brillantes y ese aire salado que todo lo impregna, dan el marco perfecto.
Este es el momento del cortejo. Las primeras crías comienzan a nacer este mes, y durante todo el verano los padres invertirán energía en alimentarlas para que en marzo ya estén listas para su primera zambullida independiente. Hasta mediados de abril, la pingüinera permanece activa, con familias completas preparándose para la migración hacia el norte en busca de alimento.
La experiencia no termina ahí: el avistaje en Chubut hoy es una fiesta. Las ballenas acaban de despedirse, pero lobos y elefantes marinos comparten territorio, y hacen de esta época una de las más generosas del año para quienes viajen con ganas de sorprenderse.
Además de Punta Tombo, hogar de más de un millón de ejemplares, hay otras colonias que vale la pena explorar. En la Estancia San Lorenzo, dentro de Península Valdés, se suman senderos autoguiados, opción gastronómica y alojamiento en plena estepa. Y hacia el sur de Puerto Madryn, en Punta Ninfas, una colonia más joven crece bajo la protección de la Estancia El Pedral. También se los puede ver en el mirador de Punta Cantor, en Caleta Valdés.
Los accesos son sencillos, desde Madryn se llega por Ruta Nacional 3, con los últimos 22 km de ripio. No hay transporte público directo, pero las agencias locales organizan excursiones que incluyen traslados y guía. Las tarifas de ingreso varían según residencia y edad, con gratuidades para menores de 6 años, excombatientes y personas con discapacidad.
Hoy, Punta Tombo es un espectáculo. Un destino para caminar despacio, dejar que el viento despeine las preguntas y escuchar ese pequeño anuncio de la naturaleza, que la vida, tercamente, siempre vuelve.
Datos clave para el visitante
Los pingüinos se observan en la costa desde septiembre y hasta mediados de abril.
Durante todo el verano, los adultos se dedican a alimentar a sus crías.
Los visitantes pueden caminar entre las colonias por senderos y pasarelas señalizadas.
No se permite tocarlos, alimentarlos, ni interponerse en su camino.
Importante: la Reserva de Punta Tombo permanecerá cerrada de abril a septiembre, ya que las aves migran mar adentro.
Horario de visita: abierto todos los días de 8:00 a 18:00 hs.
Punta Tombo se encuentra a 180 km de Puerto Madryn.
Cómo llegar y tarifas
Punta Tombo se encuentra a 180 km de Puerto Madryn. Se recomienda tomar la Ruta Nacional 3 en dirección sur. Los últimos 22 km son de ripio.
Tarifas (temporada 2025 – Sujetas a modificación
Tarifa Plena (Extranjeros) $18.000
Mayores Nacionales $6.500
Menores Nacionales (6 a 11 años) $3.500
Residentes Provinciales $3.500
Jubilados ( 60 años) $3.500
Menores de 6 años, Discapacitados, Ex Combatientes de Malvinas Gratis
Además de los pingüinos, en el camino y dentro de la reserva, los visitantes pueden avistar otra fauna patagónica característica, como ñandúes, guanacos y maras.