El G20, reunido en Sydney, promete cuidar a los países emergentes

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Los países del G20 se comprometieron ayer a sostener un crecimiento mundial robusto, al tiempo que enviaron un mensaje de tranquilidad a los países emergentes y estrecharon su cooperación contra la evasión fiscal, al concluir su reunión del fin de semana en Sidney, Australia.

Los países miembros del foro, que representan el 85 por ciento de la economía mundial, se han fijado como objetivo aumentar el crecimiento en dos puntos adicionales de aquí hasta el año 2018, a través del desarrollo y el fomento de políticas económicas y sociales «ambiciosas pero realistas».

Este objetivo «representa más de 2 billones de dólares en términos reales, y permitirá crear numerosos empleos», tal como destacaron los ministros de Finanzas y gobernadores de Bancos Centrales de esos países al término de la reunión, que sirve a su vez para preparar la cumbre de jefes de Estado prevista en noviembre de este año en Brisbane, en ese país oceánico.

En un gesto en favor de los países emergentes, cada vez más inquietos por el reflujo de capitales que está provocando la retirada de estímulos económicos en Estados Unidos, los representantes y funcionarios de los Bancos Centrales del G20 se comprometieron a «calibrar con atención y a comunicar claramente» todos los detalles de sus políticas monetarias.

En ese sentido, afirmaron que prestarán especial atención al impacto que sus decisiones particulares puedan tener sobre el conjunto de la economía mundial.

Y es que la reducción progresiva del programa de estímulo de la Reserva Federal (FED) norteamericana ha provocado una retirada de capitales de los países emergentes hacia Estados Unidos y otros países desarrollados.

El fenómeno se ha traducido en fuertes devaluaciones de divisas de naciones periféricas como la lira turca, el real brasileño, la rupia india, el rand sudafricano o el rublo ruso.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, afirmó que durante la reunión del G20b no hubo la tensión esperada entre países emergentes y desarrollados, en buena parte gracias a la «buena cooperación propiciada por el encuentro».

Antes de la reunión, países como Brasil, Indonesia y Sudáfrica habían pedido a Estados Unidos que comunicara mejor sus planes de política monetaria, para evitar el desorden y la volatilidad observados los últimos meses en las economías emergentes.

Desde las potencias se comprometieron a una mayor cooperación para poder evitar así crisis de la magnitud de la de 2008.

Fuente: La Capital de Rosario