Llegaron los restos de Inakayal a Tecka y comenzaron las ceremonias tehuelches mapuches

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Los restos del lonko (jefe) tehuelche mapuche Inakayal llegaron al aeropuerto de Esquel y fueron trasladados hasta Tecka, donde está el Mausoleo en donde serán depositados, luego de una serie de ceremonias sagradas que comenzaron en el rewe (lugar sagrado) emplazado en los alrededores del sitio.

El operativo, organizado por comunidades originarias de Chubut, el Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social (GUIAS) y el gobierno provincial, abarcó desde la llegada del avión a Esquel, el cual tuvo un tinte emotivo generado por las conmovidas palabras de los lonkos y los tahiles (cantos sagrados de linaje) de las abuelas.

El sonido del kultrun (tambor mapuche) y las cascawillas (cascabeles), acompañado por los instrumentos de viento ñorquines, pifilcas y pichi trutrucas, expresaron el espíritu festivo y a la vez triste del momento, que reflejó el regreso del jefe indígena a su tierra luego de 127 años.

En ese lapso fue traicionado y apresado, reducido a la servidumbre en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, y diseccionado luego de muerto.

«Estamos de fiesta pero tenemos dolor por los huesos pelados de nuestro lonko, que antes de partir vio por última vez este mismo paisaje, estamos con el piuke (corazón) dolido, porque recibimos los restos y vimos que le sacaron la piel, la cabellera, las orejas, el cerebro… por eso gritamos por siempre, por nuestros lonkos Inakayal, Foyel, Sayhueque», expresó Lucas Antieco, lonko de la Comunidad Newentwaiñ Inchin, uno de los acompañantes de los restos desde La Plata.

El Museo de La Plata cumplió así con la restitución complementaria (en 1994 habían restituido sus huesos) de los restos blandos de Inakayal, ordenada por la ley 25.517, que impulsó el ex presidente Néstor Kirchner y adquirió vigencia por el decreto 701 de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Inakayal fue apresado en 1885 por la campaña militar del general Julio A. Roca, junto a su familia e integrantes de su comunidad, y llevado preso a la isla Martín García.

Luego, por pedido del fundador del Museo, Francisco P. Moreno, los detenidos fueron trasladados a La Plata, donde murieron en los siguientes años.

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El avión de la provincia trajo hoy siete urnas, con los restos de Inakayal, su esposa –cuyo nombre se desconoce y sólo la identifica el número 1008 de la colección antropológica-, y su sobrina e hija del lonko Foyel, Margarita Foyel.

además de un poncho que según el Museo el jefe indígena le regaló a Moreno.
Apenas bajaron las urnas comenzaron los cantos e invocaciones, para emocionar a grandes y jóvenes presentes, en especial a descendientes de Inakayal.

«Estamos de fiesta pero con tristeza, fue impactante ver cómo descuartizaron a nuestro lonko, los que hicieron esto pensaban que iban a matarnos, pero acá estamos vivos», expresó Simón Nahuelpán, de la comunidad de descendientes directos de Inakayal.

La comitiva que vino de La Plata se unió al contingente que esperaba en el aeropuerto, para marchar luego en caravana terrestre hasta Tecka, donde llevaron las urnas al encuentro del pequeño féretro con los restos óseos del jefe, y reunirlos luego en la ceremonia del rewue: un círculo en torno a un gran fuego que arderá toda la noche.

Tras la vigilia, antes de que salga el sol, como marcan las tradiciones tehuelches y mapuches, realizarán la ceremonia sagrada principal y luego llevarán los restos al Mausoleo, donde encontrarán su destino definitivo.

Fuente: Télam