Conmoción por las torturas de la CIA: la ONU pide castigo a los culpables

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La ONU exigió que las torturas aplicadas por la CIA no queden impunes y llamó a enjuiciar a todos los responsables, en medio de condenas, estupor y alarma mundial por el informe que ayer reveló parte de la brutal ilegalidad de la «guerra al terrorismo».

Países que son habituales blancos de críticas de Estados Unidos, como China, Irán y Corea del Norte, fustigaron a Washington tras la difusión del informe del Senado norteamericano sobre el rol de la CIA en el combate al islamismo, mientras que Afganistán reclamó una lista de todos sus ciudadanos torturados.

Ante la repercusión internacional del informe, Estados Unidos advirtió hoy sobre posibles ataques o protestas violentas contra objetivos norteamericanos en Medio Oriente, Asia y Europa y urgió a sus ciudadanos a estar alertas y a tomar medidas de precaución.

Las notas de advertencia fueron emitidas por las embajadas estadounidenses en Egipto, Suecia, Holanda, Pakistán, Afganistán y Tailandia, países, éstos dos últimos, que se sabe albergaron centros de detención clandestinos de la CIA donde se interrogó y torturó a prisioneros.

En un documento lapidario, la comisión de Inteligencia del Senado estadounidense acusó ayer a la CIA de torturar brutalmente a presuntos islamistas radicales en cárceles secretas en el exterior y de engañar a la sociedad diciendo que estos prácticas, que fueron ineficaces, ayudaron a frustrar atentados y salvaron vidas.

Asfixias simuladas, baños en agua congelada, privación de sueño,  alimentación e hidratación rectal y amenazas de abusos y muerte, entre otras crueles prácticas, fueron expuestas en el informe a la opinión pública nacional e internacional desde el Capitolio.

Aunque ya se sabía que la tortura había sido usada por Estados Unidos en la guerra al terrorismo lanzada por el ex presidente republicano George W. Bush después de los atentados del 11-S, los detalles escabrosos destapados ayer dejaron a muchos en el país frente a un examen de conciencia.

El presidente Barack Obama, que prohibió las torturas, avaló el informe y coincidió en que los abusos no sirvieron casi de nada.
La oposición republicana y destacados miembros del gobierno de  Bush, incluido el propio ex presidente, criticaron el informe y defendieron que las prácticas de la CIA permitieron desbaratar  complots «terroristas» y salvaron vidas.

«Hay controversia respecto a algunos detalles, pero lo que no es controvertido es el hecho de que hicimos algunas cosas que transgredieron lo que somos como pueblo», dijo Obama en una entrevista con los canales de TV en español Telemundo y Univisión.

El máximo funcionario de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al-Hussein, dijo hoy que no debería haber impunidad ni plazos de prescripción de la acción legal para enjuiciar a torturadores ni a quienes ordenaron las torturas.

«La Convención contra la Tortura prohíbe la tortura y no permite ninguna circunstancia excepcional», incluyendo una guerra, como justificación, dijo Zeid, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en un comunicado.

«La Convención no deja a nadie fuera del gancho: ni a los propios  torturadores ni a los funcionarios públicos que definen las políticas o dan las órdenes», agregó.

Yendo aún más lejos, el relator especial de la ONU sobre contraterrorismo y derechos humanos, Ben Emmerson, dijo hoy que todos los funcionarios estadounidenses de alto rango que autorizaron o practicaron torturas como parte de la política de seguridad de Bush deben ser llevados ante la Justicia.

Emmerson señaló que el informe divulgado muestra que «hubo una clara política orquestada a alto nivel dentro de la administración Bush, que permitió cometer crímenes sistemáticos y violaciones groseras a la ley internacional de derechos humanos».

«Los individuos responsables de la conspiración criminal deben ser llevados ante la Justicia y deben enfrentar penas criminales proporcionales a la gravedad de sus crímenes», prosiguió.

Para Emmerson, el gobierno estadounidense está «legalmente obligado a llevar a los responsables ante la Justicia».

Para el director ejecutivo de la organización Human Rights Watch, Kenneth Roth, «a menos que este importante proceso de destapar la verdad lleve a un procesamiento de funcionarios, la tortura seguirá siendo una opción para presidentes futuros».

Amnistía Internacional (AI), por su parte, afirmó que las torturas de la CIA evidencian la impunidad de las violaciones de los derechos humanos en nombre de la «seguridad nacional».

En Irán, el líder supremo, el ayatollah Ali Jamenei, dijo hoy en su cuenta en Twitter que el informe sobre la CIA demuestra que Estados Unidos es «un símbolo de la tiranía contra la humanidad».

China, a través del vocero de su Cancillería, Hong Lei, llamó a Washington a que «reflexione» sobre las revelaciones del informe y que «corrija algunas prácticas en este sentido».

Corea del Norte, acusada por la ONU de violaciones a los derechos humanos, pidió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptar  acciones contra «la tortura inhumana practicada por la CIA».

En Bruselas, la vocera de la Comsión Europea, Catherine Ray, consideró hoy un «paso positivo» la publicación del informe e instó a que se erradiquen esos métodos.

Sin embargo, May esquivó preguntas de los periodistas sobre los países de Europa que albergaron cárceles secretas de la CIA, argumentando que este punto, largamente conocido y debatido en el Viejo Continente, no estaba incluido en el informe estadounidense.

En una entrevista a la cadena N24, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo estar sorprendida por la dimensión de las torturas cometidas por la CIA.

«No, no lo esperaba», respondió la canciller, quien dijo sentirse «igual de consternada que muchos estadounidenses».

En tanto, el titular de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, calificó los métodos de la CIA de «grave error».

En Polonia, la fiscalía encargada de investigar la existencia de prisiones secretas de la CIA en el país pedirá al Senado de Estados Unidos el informe presentado ayer sobre las torturas a sospechosos de Al Qaeda, informaron hoy autoridades polacas.

El presidente polaco durante el periodo en que la CIA se sirvió de cárceles secretas en el país, Aleksander Kwasniewski, reconoció hoy en la emisora TOK fm que el gobierno facilitó a Washington bases militares como parte de su cooperación en seguridad pero dijo que no sabía que allí se torturaba a presuntos islamistas.

Fuente: Télam