La izquierda radical se impuso en Grecia
26/01/2015 EL MUNDO
La coalición Syriza, liderada por Alexis Tsipras, obtuvo el 36,1% de los votos y quedó a dos bancas de la mayoría absoluta. Propone abandonar el ajuste iniciado por el gobierno de Samarás, que obtuvo el 28,1%. Afirman que el plan de rescate “murió”.
Atenas. El líder de la formación izquierdista Syriza, Alexis Tsipras, vencedor de las elecciones griegas de ayer, afirmó que “el pueblo le ha dado un mandato claro”: que Grecia cambie de rumbo y que “deja la austeridad tras cinco años de humillación”, sostuvo.
La coalición que propone reasignar 12 mil millones de euros para atender la crisis social y apuntalar la economía, obtuvo el 36,1 por ciento de los votos con el 75 por ciento de los sufragios escrutado, lo que le asegura 149 escaños, dos menos de los necesarios para la mayoría absoluta.
En tanto, los conservadores de Nueva Democracia, el partido del primer ministro Antonis Samarás, obtuvieron un 28,1 por ciento de los sufragios, lo que supone 77 escaños, mientras que el tercer lugar lo ocupan los neonazis de Amanecer Dorado, con un 6,3 y 17 escaños.
En una declaración en la Universidad de Atenas, Tsipras afirmó que la decisión del pueblo griego hace que la “troika” de acreedores “sea pasado”.
La “troika” está integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, quienes aplicaron planes de “rescate” para Grecia. Tsipras adelantó que está dispuesto a volver a negociar la situación de la península con los países amigos de la región.
El líder izquierdista, que está cerca de la mayoría absoluta, dijo a las 23.30 hora local que es consciente de que el pueblo no le da un cheque en blanco “sino un mandato para reorganizar el país”.
En los festejos del triunfo, Tsipras, prometió ante los suyos en Atenas acabar con la “desastrosa austeridad”. “Grecia ha pasado la página”, afirmó.
Samarás admitió la derrota y agradeció a sus electores “la batalla difícil” dada. “El pueblo se pronunció y respetamos su decisión”, ha declarado; el resultado (segunda fuerza política) “no es bueno para nosotros”. “Hoy dejo un país que sale de la crisis, miembro de la Unión Europea y del euro. Deseo que el próximo gobierno mantenga estos éxitos”, recalcó.
Según los datos parciales, entrarían en el Parlamento griego también los comunistas del KKE (5,41 por ciento de los votos), los socialistas del Pasok (4,81) y los Griegos Independientes (4,69). El partido del ex primer ministro Yorgos Papandreu, Movimiento de Socialistas Demócratas, se quedó fuera. La participación ha llegado a casi el 59 por ciento, indicaron las autoridades de la elección.
Hoy en Bruselas los ministros del Eurogrupo –los 19 países que integran el euro– estudiarán los resultados de las elecciones griegas, pero no podrán pasar de ahí, porque tampoco tendrán más datos.
El plan “está muerto”
Poco después de que se conocieran los primeros resultados, el responsable del programa económico de Syriza, Yannis Miliós, afirmó que ese plan acordado entre el primer ministro griego Samarás, y el eurogrupo “está muerto”.
“Supongo que Gikas Jardúvelis –ministro de Finanzas en funciones– se limitará mañana en el Eurogrupo a discusiones de carácter técnico, pues el programa que había acordado Jardúvelis como representante de Samarás ya está muerto”, dijo.
“Reconocemos nuestras obligaciones frente a las instituciones europeas y los tratados europeos. Estos tratados prevén unos objetivos fiscales que deben respetarse, pero no las medidas para conseguirlos”, anticipó Tsipras días atrás.
Qué quiere hacer
En su declaración de Salónica, el partido expuso un programa con puntos a los que calificó de “innegociables”, para el caso de verse forzado a realizar una coalición con el Gobierno.
Con un costo total de 12 mil millones de euros, esa propuesta apunta a confrontar la crisis humanitaria, relanzar la economía y promover la justicia fiscal, recuperar el empleo y transformar el sistema político para aumentar la democracia.
Para asistir a la pobreza, el partido prevé cerca de dos mil millones de euros. Allí propone medidas como proveer electricidad gratuita a 300 mil hogares por debajo de la línea de la pobreza, lo que supondría 59,4 millones de euros de gasto público.
756 millones costarían los subsidios de alimentos para 300 mil familias pobres, que se concretará a través de una agencia pública en colaboración con la Iglesia y organizaciones sociales.
También incluye una ayuda a la vivienda, con 30 mil pisos para pobres que recibirían un subsidio de tres euros por metro cuadrado, lo cual implicaría una inversión de 54 millones de euros.
El restablecimiento de la paga de Navidad para más de un millón de jubilados y el aumento a 700 euros de la pensión mínima costarían 543 millones de euros, y el servicio médico gratuito para desempleados, 350 millones.
Para desempleados de larga duración y para aquellos que se encuentren por debajo de la línea de la pobreza, la formación izquierdista prevé un bono gratuito para uso del transporte público que costaría 120 millones.
En relanzar la economía y promover la justicia fiscal, segundo pilar, Syriza destinaría dos mil millones de euros a la abolición de la Enfia (impuesto sobre bienes inmuebles), otros 1.500 millones a la exención fiscal de los ingresos anuales inferiores a 12 mil euros y mil millones más al capital inicial de un banco público de crecimiento.
Para relanzar la economía, prevé el aumento del salario mínimo a los niveles anteriores a la crisis, 751 euros al mes, lo que considera que no supondría ningún coste.
Para recuperar el empleo, tercer pilar, Syriza prevé un gasto público de tres mil millones de euros que destinaría a la creación de 300 mil nuevos puestos de trabajo.
Contempla otras medidas como la reintroducción de convenios colectivos, pero no les atribuye ningún gasto público.
En transformar el sistema político para aumentar la democracia, cuarto pilar, la formación izquierdista tampoco prevé gasto alguno.
Para financiarlo, prevé ingresos de tres mil millones de euros mediante la mejora de las condiciones de la devolución de las deudas, otra cifra similar persiguiendo el fraude fiscal, tres mil millones más provendrían de la reorientación de fondos europeos y los últimos tres mil millones se sacarían del Fondo de Estabilidad Monetaria.