Masivo reclamo en México por los 43 estudiantes desaparecidos
Una multitud exigió que se esclarezca el caso de los 43 estudiantes desaparecidos.
Distrito Federal (México). Miles de personas marcharon ayer con la consigna de “Vivos los llevaron, vivos los queremos”, en cuatro manifestaciones simultáneas hacia la Plaza del Zócalo de Ciudad de México, a cuatro meses de la desaparición y presunto asesinato de 43 estudiantes de Ayotzinapa, estado de Guerrero.
Un cartel que decía “Ejército Asesino 43” fue colocado junto a la columna de la Independencia sobre el Paseo de la Reforma para recibir a uno de los contingentes. “No tenemos ninguna confianza en los resultados que presentaron los autoridades. Los militares y la policía se los llevaron”, dijo a la prensa Andrea, una joven participante en la marcha.
La joven agregó que en México “los cuerpos de seguridad tienen una historia de represión de movimientos sociales. Los estudiantes han sido una piedra en el zapato de la oligarquía mejicana”, agregó la joven.
La marcha se replica en diversas ciudades mejicanas y también del exterior, en solidaridad con los familiares de los jóvenes desaparecidos, de los cuales sólo uno, Alexander Mora Venancio, fue identificado en laboratorios de Austria a partir de restos óseos hallados en un basural de Cocula, ciudad perteneciente al municipio guerrerista de Iguala.
Otros restos que se enviaron a peritar están demasiado calcinados como para identificar en ellos el ADN que permita compararlo con los de los familiares de los desaparecidos.
El 26 de septiembre los estudiantes primero fueron perseguidos por policías municipales para evitar que sabotearan un acto político de la esposa del alcalde de la ciudad de Iguala. Hubo seis muertos, uno de ellos despellejado, y 25 heridos.
Según las investigaciones, después de su detención los estudiantes fueron entregados a sicarios del cártel Guerreros Unidos que presuntamente creyeron en un inicio que se trataba de miembros de un grupo rival y que, después de interrogarlos, los asesinaron e incineraron en un basurero para no dejar rastros.
