Marcha en apoyo a Rousseff, la democracia y Petrobras, se desarrolló en todo Brasil

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Miles de personas acompañaron en todos los estados de Brasil la marcha convocada por sindicatos y movimientos sociales en defensa del gobierno encabezado por Dilma Rousseff y de la estatal Petrobras, salpicada por denuncias, como antesala de la protesta que la oposición realizará el domingo contra el rumbo económico del país y la corrupción.

La marcha, convocada por la Confederación Única de Trabajadores (CUT), movimientos sociales como el Movimiento de los Sin Tierra (MST), Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) y estudiantes nucleados en la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE), entre otros, se dio en varias capitales del país con manifestaciones y actos que comenzaron en algunos puntos desde las 8 de la mañana y otros que se extendieron durante toda la tarde.

«Petrobras es del pueblo»; «La corrupción se la enfrenta con la reforma política» o «Fuera golpistas», fueron algunas de las pancartas que llevaron los manifestantes en la ciudad de San Pablo, donde marcharon a lo largo de la Avenida Paulista con la amenaza de una importante tormenta en ciernes.

La multitud, que fuentes policiales estimaron en unas 9.000 personas en esa ciudad, avanzó luego de las 15 horas sobre todo el ancho de la céntrica avenida, observada por un importante despliegue de la Policía Militar, con un operativo que incluyó plataformas con cámaras, similar al usado durante el último Mundial de fútbol, consignaron Folha do S. Paulo y O Globo en sus ediciones online.

La marcha también se trasladó a las redes sociales impulsada con el hashtag «#Dia13DiaDeLuta» que permitió que miles de militantes o participantes de las manifestaciones en todo el país compartieran fotos, carteles o simplemente difundieran un mensaje de apoyo a la convocatoria en la que primó la defensa a la petrolera estatal y al gobierno de Rousseff.

La manifestación se adelantó a la marcha del próximo domingo, cuando la oposición y ciudadanos descontentos se manifestarán también en varias de ciudades contra la corrupción y el rumbo de la economía, y otros más extremos lo harán pidiendo juicio político a la presidenta o, abiertamente, incluso una «intervención militar».

La propuesta de juicio político demandado por un sector de descontentos fue considerada como «inviable e impensable» y algo que «supondría una ruptura del proceso institucional» por el vicepresidente Michel Temer, quien hoy en declaraciones a periodistas afirmó que las convocatorias para la manifestación del domingo «son legítimas» y «saludables para la democracia», siempre y cuando se realicen en forma pacífica.

Por su lado, en Rio de Janeiro, otra de las ciudades donde se reunieron más de mil personas, el vicepresidente del Partido de los Trabajadores (PT), Alberto Cantalice, le restó importancia a la preocupación de su propio espacio sobre las protestas opositoras y sobre la polarización de las dos marchas. «No hay radicalización. Ellos harán su propuesta y nosotros haremos la nuestra. Está todo bien», dijo en declaraciones a la prensa al participar en esa ciudad de la movilización «pro Dilma».

Las marchas surgen en un momento en el que la popularidad de la mandataria cayó apenas dos meses y medio después del inicio de su segundo mandato, en parte por el escándalo de corrupción descubierto en la estatal Petrobras, que involucra a 49 políticos, y en parte por las medidas de austeridad tomadas ante el agravamiento de la situación económica, que fueron defendidas por el gobierno como parte de los «esfuerzos» necesarios para llegar a fin de año con una economía mejorada.

Vagner Freitas, presidente de la CUT, en declaraciones publicadas en la página web del sindicato, reconoció ayer que pese a que «los trabajadores cuestionan la política económica actual implementada por el gobierno» desde ese espacio, efectuarán «propuestas y debates» para mantener el desarrollo de los trabajadores.

La defensa a Petrobras en la marcha de hoy, se argumenta en contra de los sectores que, según los convocantes, proponen privatizar parte de la empresa aprovechando que se encuentra en una situación de extrema debilidad por el escándalo de corrupción y el desvío de miles de millones de dólares de la caja de la estatal.

En tanto, las protestas del domingo fueron convocadas a través de las redes sociales por ciudadanos que aseguran no tener vínculo con partidos políticos, aunque recibieron el apoyo de todos los espacios de la oposición, entre ellos el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que se desmarcó, no obstante, de la exigencia de un juicio político a Rousseff.

En esa línea, y paralelo a la marcha de hoy mediante su cuenta de Twitter, el opositor Aécio Neves, representante del PSDB, subió un video en el que invitó a la población a manifestarse «contra la corrupción» y señaló que el domingo será recordado como «el día de la democracia».

La presidenta defendió esta semana el derecho a la manifestación aunque recalcó que las protestas deben ser «pacíficas». «A la manifestación hay que mirarla con tranquilidad; todo el mundo tiene derecho a protestar; lo que no podemos aceptar es que eso se transforme en violencia o en destrucción de patrimonio», manifestó.

Fuente: Télam