Cataluña vota con la mira en su independencia de España
26/09/2015 EL MUNDO
Se prevé una holgada victoria del oficialismo autonomista liderado por Artur Mas. Rajoy amenaza con sacarlos de la Unión Europea si persisten con la iniciativa secesionista.
Cataluña se acerca a su hora decisiva con el cierre ayer de la campaña de las elecciones regionales de mañana domingo, en las que los independentistas esperan conseguir una amplia victoria para así poner la primera piedra y separarse de España.
En los papeles, son sólo unas elecciones regionales para renovar el Parlamento de esta región industrial del noreste de España, de 7,5 millones de habitantes, entre los Pirineos y el Mediterráneo.
Pero en las dos semanas de campaña, los líderes nacionales desembarcaron en Cataluña, empezando por el jefe de gobierno conservador Mariano Rajoy, que ayer tuvo un guiño hacia la región.
En un video ayer, Rajoy pide en catalán a los catalanes votar contra los independentistas “Perquè units guanyem (porque unidos ganamos)”, mientras su número dos, Soraya Saénz de Santamaría, asegura, también en catalán, “yo quiero a Cataluña y quiero a los catalanes”.
El presidente regional, el independentista Artur Mas, pretende convertir los comicios en un plebiscito a favor o en contra de constituir una nueva República Catalana en 2017, elevando la tensa pulseada mantenida con Madrid desde hace tres años.
Sin embargo, Saénz de Santamaría ya advirtió ayer que “dentro de la Constitución y la ley nos entendemos, y nos entendemos bien. Fuera de la Constitución, no hay capacidad de entenderse”.
Tras un siglo de desencuentros más o menos intensos con Madrid por la lengua -reprimida durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975)- y el control fiscal, la paciencia de muchos catalanes se colmó durante la crisis económica.
Furiosos por la invalidación parcial en 2010 por el Tribunal Constitucional de un estatuto regional que aumentaba su autogobierno, los nacionalistas pidieron en vano desde 2012 un referéndum de autodeterminación.
Ante el rechazo del gobierno de Rajoy, organizaron uno simbólico, sin reconocimiento oficial, pero en el que lograron 1,9 millones de votos a favor de la independencia, de un total de 2,3 millones de participantes.
Ahora, buscan una mayoría de bancas en el Parlamento regional (68 sobre 135), para lanzar un proceso de secesión, aunque no tengan la mayoría de los sufragios en las urnas.
Inquietud económica
Las empresas y las finanzas se inquietan por las consecuencias en la economía española, que tras una dura crisis empieza a avanzar a velocidad de crucero, con un crecimiento previsto del 3,3% en 2015.
Sin Cataluña, el país perdería un 25% de sus exportaciones, un 19% de su PBI, 16% de su población, su principal puerta a Europa y su región más turística.
Mañana hace falta “un voto masivo por el sentido común y la responsabilidad”, reclamó Rajoy, insistiendo en que “Cataluña no será independiente”.
Sus ministros advierten: una secesión implicaría la salida de la Unión Europea, una tasa de desempleo del 37% y una caída de las pensiones del 44%. Si no quieren negociar la secesión, no asumiremos nuestra parte de la deuda española, responden los independentistas.
“Ahora que la crisis ha terminado y estamos bien, me da miedo perder esta estabilidad”, se inquietaba Israel Alarcón, un trabajador farmacéutico de 42 años en L’Hospitalet de Llobregat, ciudad dormitorio de Barcelona.
En la contra, los independentistas de la coalición “Junts pel Sí” (Juntos por el Sí), con conservadores, progresistas y asociaciones civiles, apelan a la ilusión de un nuevo Estado “más próspero, más justo y más limpio”.
Mas: “Estas urnas llevan a la justicia social y la libertad”
El presidente regional de Cataluña, Artur Mas, aseguró ayer ante una gran multitud que las elecciones de mañana, presentadas por él como un plebiscito sobre la independencia, “llevan a la libertad” de esta región nororiental de España.
“Estas urnas son las urnas que llevan a la prosperidad, a la justicia social, a la solidaridad, a la igualdad de oportunidades, llevan a la esperanza, llevan a la dignidad y llevan a la libertad”, vociferó el líder independentista en el último mitin de su coalición Junts pel Sí (Juntos por el Sí) antes del cierre de la campaña.
“El futuro de Cataluña tiene un día especial este domingo, el próximo 27 de setiembre, un día histórico”, dijo Mas.
A los pies de la montaña de Montjuic en Barcelona, ante unas espectaculares fuentes y un monumento de cuatro columnas que simboliza las cuatro franjas rojas de la bandera catalana, esta coalición consiguió reunir a decenas de miles de personas.
Formada por el partido CDC de Mas (centroderecha), la izquierda republicana ERC y destacadas personalidades de la región, entre ellas el técnico de fútbol Pep Guardiola, esta lista se presenta como la clara favorita en las elecciones.
Si junto al partido de izquierda radical independentista CUP suman una mayoría de escaños en la nueva cámara regional (68 de 135), prometen lanzar un proceso de separación de España para constituir en 2017 la República Catalana, aun sin la mayoría de sufragios.
“Somos un pueblo que ha llegado a las puertas de su libertad, que no se quiere rendir y que no se rendirá”, dijo el líder de ERC, también candidato de Junts pel Sí, Oriol Junqueras.
“Yo le prometía a mi abuelo que algún día lo conseguiríamos, y ese día ha llegado”, confesó con la voz quebrada.
A priori las elecciones sirven únicamente para cambiar el parlamento regional, pero los independentistas quieren convertirlas en el referéndum sobre la secesión que reclaman desde 2012 y Madrid no concedió porque no se ajusta a la legalidad.
El jefe del gobierno conservador Mariano Rajoy repite constantemente que no habrá independencia de Cataluña, mientras sus ministros lanzan un cúmulo de advertencias sobre las consecuencias negativas de la secesión de esta región que contabiliza un 16% de la población española y un 19% de su riqueza.