Estados Unidos autorizó la apertura de la primera fábrica en Cuba desde 1959
16/02/2016 EL MUNDO
La compañía podrá fabricar legalmente tractores y otros equipos pesados en una zona económica especial habilitada por el gobierno cubano para atraer inversión extranjera.
El gobierno del presidente Barack Obama aprobó la apertura de la primera fábrica estadounidense en Cuba en más de medio siglo, al autorizar a una empresa de Alabama para que construya una planta que ensamblaría hasta 1.000 tractores pequeños al año para su venta a agricultores independientes en Cuba.
La compañía podrá fabricar legalmente tractores y otros equipos pesados en una zona económica especial habilitada por el gobierno cubano para atraer inversión extranjera, informó la semana pasada el Departamento del Tesoro a los socios de la compañía, Horace Clemmons y Saul Berenthal.
Las autoridades cubanas ya han respaldado el proyecto de forma pública y entusiasta. Los socios esperan tener en marcha la producción de tractores en Cuba para el primer trimestre de 2017.
“Todo el mundo quiere ir a Cuba a vender algo, pero nosotros no intentamos hacer eso. Estudiamos el problema y cómo ayudar a Cuba a resolver los problemas que ellos consideran que son los más importantes de resolver”, dijo Clemmons. “Creemos que ambos ganaremos a largo plazo si hacemos cosas que son beneficiosas para ambos países”.
La planta, con un valor de entre cinco y 10 millones de dólares, sería la primera inversión corporativa significativa de una empresa de Estados Unidos en territorio cubano desde que Fidel Castro asumió el poder en 1959 y nacionalizó miles de millones de dólares de propiedad privada y corporativa estadounidense.
Esa confiscación provocó un embargo estadounidense sobre Cuba que prohibió prácticamente todas las formas de comercio y que multó a aquellas firmas no estadounidenses con millones de dólares si hacían negocios con la isla.
El permitir que una empresa estadounidense de tractores operara en instalaciones del gobierno cubano habría sido inimaginable antes de que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro declararan el 17 de diciembre de 2014 que restaurarían las relaciones diplomáticas y que actuarían para normalizar el comercio, los viajes y otros aspectos de unos lazos bilaterales que estuvieron rotos durante décadas.
Desde entonces, Obama ha introducido varias excepciones en el embargo a través de acciones ejecutivas, cláusulas que, según señala ahora Washington, permiten la manufactura estadounidense en el puerto de Mariel y una zona económica especial situada unos 50 kilómetros al Oeste de La Habana.