Becados de la Municipalidad de Comodoro se manifestaron en el Concejo

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Cerca de 50 trabajadores que cobran becas por prestar servicios para la Municipalidad en condiciones similares al personal de planta, se manifestaron ayer en el Concejo Deliberante, exigiendo ser contratados en forma legal. Patricia García y Ana de Sousa Madeira, entre otros, contaron sus historias de más de 15 años de trabajo con un salario que no alcanza para costear el alquiler de una vivienda.

Cobran entre $1.500 y $4.000, en muchos casos desde hace cuatro años y en otros hasta 15. Aseguran que su situación es insostenible y por eso ayer decidieron salir a las calles y exponer el reclamo que tanto los aflige: el pase a la planta de personal del Municipio, lo que les permitiría dejar de ser trabajadores precarizados.
Son los 50 trabajadores becados de la comuna que ayer se manifestaron en la plaza de la escuela 83 y en el Concejo Deliberante, exponiendo su situación.

Dijeron que en realidad son más de 400 los becados que tiene el municipio y 120 los que se animaron a reclamar, la mayoría de ellos dependiente de la Secretaría de Desarrollo Humano y Familia, donde realizan desde tareas de maestranza hasta el cuidado de niños. Sin embargo, ayer solo medio centenar fueron los que se manifestaron. Es que su situación es realmente compleja en una ciudad con alto costo de vida. Y ellos con lo que ganan apenas pueden costear un alquiler.

Patricia García presta servicios desde hace cinco años y hasta el año pasado trabajó en cinco lugares distintos: Tribunal de Faltas, Asociaciones Vecinales, Cómputos, Defensa del Consumidor y Medicina Laboral. «En todos limpiaba”, contó a El Patagónico.

«El municipio solo nos da diez bonos al mes, pero yo creo que el intendente tiene que entender que no se puede vivir con $1.500 al mes porque no alcanza para nada, y uno si busca trabajo es porque lo necesita».

Patricia trabaja cuatro horas por día, las cuales quedaron plasmadas en el cuaderno donde debía completar fecha, nombre y apellido, horario y hasta las observaciones de cómo era su evaluación de trabajo.

Similar situación atraviesan Ana de Sousa Madeira y Mirta García, quien cumple funciones como auxiliar docente en el CPB de Km 5 desde hace tres años y cobra $3.600 por seis horas de trabajo. “Queremos que nos escuchen, que nos den una respuesta. Van pasando las gestiones y la situación sigue igual desde hace más de 10 años; sin aportes; sin obra social. Es trabajo en negro», denunció Mirta ante la mirada de su compañera, quien brinda apoyo escolar a chicos de 6 a 15 años por el mismo sueldo.

“Es la misma situación. Esto viene de hace años; tengo compañeras que están hace quince años. Siempre promesas, palabras, pero a las palabras se las lleva el viento», añadió Ana.

DE OTRAS AREAS
Ana y Mirta dependen de la Secretaría de Desarrollo Humano y Familia que hasta el año pasado estaba a cargo de la actual diputada nacional Ana Llanos. Diferente es la situación de Marcela, María Inés y José, quienes trabajan para el Ente Autárquico Comodoro Deportes.

En tanto, Marcela cuenta que «la beca salió en la gestión de Martín Buzzi porque antes teníamos planes sociales.

Muchos sectores están postergados, pero día a día está entrando personal a planta. Nosotros los fines de semana hacemos horas extras y nos pagan $45 por hora, pero cinco horas no es nada; entonces así no podemos seguir» dijo la mujer lamentando esta situación mientras de fondo sonaban los bombos y las bocinas de aquellos conductores que apoyaban el reclamo.

El pedido de los becados es el pase a planta municipal y un aumento a $7.200 pesos hasta que se resuelva su situación. Por esta razón, ayer enviaron un petitorio al intendente Carlos Linares, realizando este pedido.

La esperanza es que esta vez los escuchen, ya que el miércoles el propio jefe comunal en su discurso de apertura del período legislativo del Concejo Deliberante dejó entrever tal posibilidad, señalando que se trabajará en su regulación.

Fuente: El Patagónico