Mar del Plata: Procesos de inclusión social para jóvenes en conflicto con la ley

Los productos elaborados por jóvenes en conflicto con la ley registran un buen nivel de ventas.

Los productos elaborados por jóvenes en conflicto con la ley registran un buen nivel de ventas.

Un grupo de adolescentes privados de su libertad participan de un taller de cerámica. Son capacitados para aprender las técnicas de moldería con la finalidad de producir sus propias piezas cerámicas.

La Secretaría de Desarrollo Productivo municipal promueve y participa de diferentes proyectos que van desde el Plan Estratégico hasta emprendimientos productivos para la inclusión social.

“Desde nuestra gestión creemos tan importante un proyecto de inversión en el Parque Industrial que crece día a día, como acompañar cada una de las iniciativas de integración e inclusión social de las instituciones y organizaciones de la sociedad civil con las que trabajamos cotidianamente», afirmó la subsecretaria de Desarrollo Productivo, Jorgelina Porta. Y agregó: «Pensamos que las políticas de desarrollo productivo pasan por mejorar las potencialidades industriales y cadenas de valor local como en propiciar el derecho de un joven privado de la libertad a producir, a transformar y transformarse». Por eso, dijo, desde su área acompañan el proyecto de cerámica Chetomal, que funciona con los jóvenes del Centro de Recepción y Cerrado de Mar del Plata, cuya dirección está a cargo del Juan Capel, y es uno de los dispositivos del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil de la secretaría de Niñez y Adolescencia de la provincia de Buenos Aires, emplazado en la ruta 88. De la iniciativa participan 24 jóvenes de entre 16 y 18 años en conflicto con la ley penal que se encuentran cumpliendo prisión preventiva o condena en el Centro.

El equipo profesional que acompaña el proyecto está conformado por un grupo de docentes de cerámica, profesoras Cristina Cabral, Adriana Marcote y Mariana Giménez, profesora de teatro Belén Manetta y docente Marisol Camporro, mientras que la coordinación está a cargo de María Cabut.

El objetivo general de la iniciativa es promover a través de la educación de las artes y los oficios, el desarrollo de acciones socio-educativas facilitadoras de la inserción laboral de los adolescentes infractores a la ley penal y la construcción de sus proyectos como sujetos de derecho. A su vez estimular modos de interacción con los jóvenes que contribuyan a procesos subjetivos de responsabilización. Y propiciar la inclusión social de los adolescentes privados de su libertad, quienes son capacitados para aprender las técnicas de moldería y modelado cerámico, dentro de una carrera de orientación artística de nivel terciario, con la finalidad de producir sus propias piezas cerámicas (artísticas, utilitarias, de decoración o de diseño) para difundir sus mensajes, imágenes propias y para ofrecer a la comunidad servicios de modelado, moldería o producción en serie de objetos cerámicos.

El proyecto comenzó en el 2009 cuando se firmó el primer acuerdo entre la escuela de cerámica de Mar del Plata “Rogelio Yrurtia” y el entonces Instituto de Régimen Cerrado (actualmente denominado Centro de Recepción y Cerrado de Mar del Plata), por medio del cual ambas instituciones se comprometieron a desarrollar actividades formativas profesionales dentro del marco de una formación básica dirigida a jóvenes en conflicto con la ley penal.

De esa manera, la escuela aportó el docente de la asignatura cerámica como también los materiales y máquinas en calidad de préstamo, y el instituto organizó el espacio físico adecuado para el dictado de clases a los jóvenes.

Dado el interés y la participación de los alumnos en el aprendizaje del arte de la cerámica, en el 2010 la escuela asignó mayor cantidad de horas cátedra y la incorporación de una docente en forma permanente para el taller, lo que permitió pensar en encarar la producción seriada y venta de objetos cerámicos.

En 2012 se llevó adelante el proyecto pedagógico -productivo ?Queremos un horno para seguir aprendiendo? junto al área de Economía Solidaria de la secretaría de Desarrollo Productivo, con el objeto de obtener un subsidio para la compra del horno, instalación y equipamiento del taller. La asociación civil Asdemar funcionó como organización administradora del subsidio, lo que constituyó otro hecho simbólico de la potencialidad integradora del proyecto. En el transcurso de esta etapa se sucedieron distintos inconvenientes, hasta la clausura del Centro.

A partir de junio de 2013 se reabrió el Centro Cerrado con una nueva tipificación, lo que fortaleció el equipo de docentes destinado al taller de cerámica productivo. Parte del trabajo docente fue transmitir el proyecto a los jóvenes para que decidieran quienes serían parte del mismo y comprometerse con la regularidad que implicaba la tarea.

«Las políticas socio-productivas, aquellas que promueven la generación de trabajo en la base social, promueven la constitución de sujetos activos, productivos, capaces de ejercer y exigir derechos, capaces de expresarse y comunicarse a través de los objetos que crean», dijeron desde la subsecretaría de Desarrollo Productivo.

Con la creación de la marca Chetomal, los jóvenes comenzaron a participar de las ferias de Emprendedores de la Economía Social. La primera incursión fue en la plaza del Agua a fines del 2012, luego en la Expo Industria en 2013, la Feria de Emprendedores que organiza Cáritas en el Torreón del Monje, en la escuela de cerámica y por último en la Expo Sierra. «La experiencia de la participación de los jóvenes en cada una de estas instancias de intercambio, venta y exposición impactó de manera positiva en los adolescentes y el equipo. Recibieron el reconocimiento de los visitantes que pudieron acceder a la adquisición de los productos, aun cuando debían encargarlos ya que en todas las oportunidades las ventas sobrepasaron la producción», destacó Porta.

Fuente: La Capital de Mar del Plata