Avanzan las obras estructurales para evitar el riesgo de una nueva inundación

SEIS ETAPAS DEL ENSACHAMIENTO DE EL GATO YA ESTÁN EN MARCHA

SEIS ETAPAS DEL ENSACHAMIENTO DE EL GATO YA ESTÁN EN MARCHA

Cómo se busca reformular el sistema de escurrimiento del casco urbano para que soporte lluvias extraordinarias en base a lo que ocurrió el pasado 2 de abril

A poco de cumplirse un año de una de las noches más oscuras en la historia de la Ciudad, un conjunto de obras estructurales que acaba de poner en marcha el gobierno bonaerense busca evitar que algo semejante vuelva alguna vez a ocurrir. Los trabajos, que se extenderán a lo largo de dos años y demandarán una inversión cercana a los 2 mil millones de pesos, implican una reformulación profunda de las principales vías de drenaje de toda la Región.

Para entender lo que se pretende hacer es importante tener presente cómo se escurre hasta hoy el agua que cae sobre el casco urbano y qué pasó en términos hidráulicos la noche del 2 de abril.

Como se ha observado en diversos estudios, cerca del 70 por ciento del casco urbano de La Plata vuelca sus aguas en el arroyo El Gato, que a su vez lleva los excedentes pluviales a lo largo de trece kilómetros hasta Río Santiago. El resto del drenaje se produce a través del arroyo Maldonado (al sudeste) y el arroyo del Zoológico que desemboca en los canales Este y Oeste de la Destilería.

El hecho de que el arroyo El Gato tenga un papel tan importante en el proceso de escurrimiento del casco urbano se debe a que otros dos cauces vuelcan sus aguas en él: el arroyo Regimiento y el Arroyo Pérez. Hoy absorbidos por el sistema de desagües subterráneos, estos dos arroyos atravesaban antiguamente el cuadrilátero del casco urbano al fundarse la Ciudad.

Según surge del informe presentado por la Facultad de Ingeniería de la UNLP, los cerca de 390 milímetros de lluvias que cayeron sobre La Plata entre el 2 y el 3 de abril del año pasado, y en particular el hecho de que el 90% de ellos se concentrara en el término de seis horas (desde las 17 a las 23), superó toda previsión. “En un solo día llovió 400 veces más que lo que se espera que llueva todo ese mes: los conductos del Regimiento y el Pérez no estaban preparados para resistir algo así”, aseguran también en la dirección provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas.

Fue así que “ya en las primeras horas de lluvia intensa se llenaron esos conductos, y al no tener más capacidad de captación, el agua desbordó por los sumideros ganando los espacios topográficamente más bajo del casco”, explican. En otras palabras, la tormenta del 2 de abril hizo que los arroyos Regimiento y Pérez, sepultados por la Ciudad durante décadas, se abrieran paso hacia la superficie y ocuparan lo que antiguamente era su valle de inundación.

EL PROYECTO

Al comparar antiguos mapas de la Ciudad con imágenes satelitales de la inundación del 2 de abril no quedan dudas de que las zonas que más se anegaron son las mismas por donde pasaban los arroyos Regimiento y Pérez años atrás. Pero además se advierte que el hecho de que uno de los barrios más afectados fuera Tolosa no fue fortuito: en esa zona confluyen precisamente los valles de ambos cauces de agua antes de unirse con El Gato.

Es en función de este análisis que el Ministerio de Infraestructura bonaerense proyectó el conjunto de obras que comenzaron a ejecutarse días atrás. Con ellas se pretende en principio interceptar los arroyos Regimiento y Pérez antes de que alcancen el casco urbano y desviarlos a través de derivadores hacia el arroyo El Gato, el que a su vez va a ser ensanchado en gran parte de su curso.

“El objetivo de esta primera obra estructural, que consiste en la canalización de El Gato, es aumentar la capacidad del arroyo para captar y transportar los excedentes pluviales de una extensa zona de La Plata que se encuentra abarcada por su cuenca”, explican desde la dirección de Saneamiento y Obras Hidráulicas, el área encargada de ejecutar los trabajos con el acompañamiento de la Universidad.

“Los trabajos, que abarcan un tramo del arroyo de 13,5 kilómetros desde la calle 143 hasta el Río Santiago, apuntan a ensancharlo casi al doble de la medida que tiene actualmente y revestirlo, en gran parte de su recorrido, con bloques de hormigón para que el agua escurra por él a mayor velocidad”, detallan.

Las dimensiones del ensanchamiento, que surgen de diversos modelos hidrológicos diseñados para crecidas extraordinarias, irán aumentando a medida que el arroyo se acerca a su desembocadura. Así, mientras que en el primer tramo (que va desde la avenida 143 a la avenida 131) el arroyo canalizado tendrá una base de fondo de quince metros de ancho; en el segundo (de 131 a avenida 25) tendrá veinte metros; en el tercero (de 25 a camino Centenario) tendrá treinta; en el cuarto (del Centenario a las vías del Ferrocarril Roca) tendrá cuarenta metros; y en el último (hasta Río Santiago, partido de Ensenada) tendrá sesenta metros.

LOS TRABAJOS

De las once etapas de obra en que fue dividida la Canalización del Arroyo El Gato, seis de ellas se encuentran ya en ejecución y las demás han sido licitadas, salvo una que estaría licitándose en los próximos días, según informaron desde el ministerio de Infraestructura de la Provincia, donde aseguran que todas ellas tiene un plazo de un año y medio de duración.

La etapa que resta licitar es la que corresponde al tramo donde el cauce de El Gato cruza el camino Centenario, un punto clave de la canalización. Y es que allí “el arroyo se encuentra entubado a lo largo de unos 400 metros, lo que hace que se forme una suerte de cuello de botella con un impacto muy perjudicial para todo la zona”, mencionan técnicos del Ministerio al explicar que el atraso en el proceso licitatorio se debió precisamente a la necesidad acordar soluciones con la dirección de Vialidad.

La canalización de El Gato comprende también un tramo del arroyo, a la vera del cual existe hoy un importante asentamiento poblacional. Según lo proyectado en esa zona, que se extiende entre la calle 12 y las vías del Ferrocarril Roca, el arroyo se ensanchará a 40 metros, unos veinte metros más de lo que tiene en la actualidad. Para ello “va a ser necesario re ubicar a algunas familias, a las que está previsto construirle viviendas en otro lugar. Va a ser difícil pero hay que hacerlo y es una decisión que ya se tomó”, explican desde la dirección provincial.

Pero la Canalización del arroyo El Gato, que tiene un costo aproximado de 800 millones de pesos, es apenas las primera de las obras proyectadas para mejorar el sistema de escurrimiento de la Ciudad. De hecho, para que ésta cumpla su propósito requiere de otras dos obras: la derivación de los arroyos Regimiento y Pérez, los dos cauces que más incidieron en la inundación del 2 de abril.

La segunda obra a realizar es la del Derivador de la Avenida 31, que se licitaría en unos veinte días y está previsto que se realice en forma simultánea con la canalización de El Gato. Esta obra, que tiene un costo cercano a los 350 millones de pesos, apunta a interceptar el arroyo Regimiento a la altura que la calle 68, antes de que ingrese al casco urbano, para desviarlo bajo tierra hacia y en línea recta hacia El Gato. Y lo mismo se hará luego con el arroyo Pérez, en una tercer obra, a través de otro derivador en la avenida 143, (ver gráfico principal).

“Calculamos que en un plazo de dos años este conjunto de obras, que son las de mayor impacto sobre el casco urbano, ya estarán funcionando”, aseguran desde el Ministerio al mencionar que el proyecto no terminaría ahí. Ademas del saneamiento de otros ocho arroyos de la Región, el Estado bonaerense tiene previsto ejecutar la ampliación de sumideros y otras medidas secundarias para mejorar la capacidad de escurrimiento de la Ciudad.

Fuente: El Día