Deuda por coparticipación: Piden que la Gobernadora reciba a los intendentes de Río Grande y Ushuaia
El secretario de Gobierno, Oscar Souto, dijo que el atraso en la remisión de la coparticipación de la Provincia a las Municipalidades de Río Grande y Ushuaia “requiere en forma urgente una reunión entre ambos Intendentes y la Gobernadora”
El secretario de Gobierno, Oscar Souto, dijo que el atraso en la remisión de la coparticipación de la Provincia a las Municipalidades de Río Grande y Ushuaia “requiere en forma urgente una reunión entre ambos Intendentes y la Gobernadora” y expresó su preocupación por la “falta de diálogo institucional”.
“Estamos gestionando una audiencia formal con la gobernadora Bertone por el tema de los fondos de coparticipación”, dijo el funcionario, y al respecto señaló que el intendente de Río Grande, Gustavo Melella, “habló de una deuda que ronda los 100 millones”, mientras que el intendente Walter Vuoto “habló de más de 70 millones”.
Souto advirtió que la reunión de la Gobernadora con los Intendentes “tendría que ser una cuestión habitual” ya que “no es una Provincia que cuente con una cantidad de municipios que haga difícil dar la vuelta por todos los intendentes. Es una reunión con tres personas y se podría hacer semanalmente, corresponde que haya diálogo institucional; sabemos del conflicto (con los gremios estatales) pero es imprescindible el diálogo”.
El secretario de Gobierno del Municipio de Ushuaia sostuvo que “no es normal tener que mandar una nota” para poder mantener una reunión, pero aseveró que es imprescindible un encuentro ya que “a los municipios se les hace muy difícil gestionar sin estos recursos. No se pide nada extraordinario, se pide lo que día a día tiene que ingresar por coparticipación, lo que se conoce como goteo de recursos nacionales, provinciales y regalías. Hay mucha demora en los plazos”, amplió.
Souto hizo hincapié en que el Intendente Vuoto “dijo claramente que con esos 70 millones de pesos hoy estaríamos en otra situación con respecto al plan de bacheo de la ciudad y a la repavimentación, afrontando con mucha más maquinaria propia el invierno que se avecina. Por suerte se hizo una negociación con proveedores que se negaban a trabajar con el Estado, y esto es necesario repetirlo hasta el cansancio”.
