Pueblos de Tinogasta están «muriendo» por falta de trabajo

En Cerro Negro, La Isla, Cachiyuyo ya no residen familias y solo quedan asentamientos. Costa de Reyes y Río Colorado, en peligro.

En Cerro Negro, La Isla, Cachiyuyo ya no residen familias y solo quedan asentamientos. Costa de Reyes y Río Colorado, en peligro.

La depresión de las economías regionales, la decadencia de la producción agrícola ganadera que sustentó a poblaciones en otros tiempos, la falta de oportunidades laborales, la distancia y la falta de conexión con el resto del mundo, son algunos de los elementos que han incidido negativamente en el desarrollo de los pueblos, que se están muriendo. Algunos ya lo hicieron como Cerro Negro, La Isla, Cachiyuyo, donde apenas quedan algunos asentamientos productivos y ya no residen familias. Allí la escuela cerró sus puertas temporalmente por falta de matrícula. Otros van por el mismo camino: Costa de Reyes y Río Colorado o Villa Luján, localidades ubicadas a unos 30 kilómetros al suroeste de la cabecera departamental. Como todos los problemas sociales, las escuelas resultan la caja de resonancia y la matrícula se ha venido resintiendo en los últimos 5 años, pero lo que más asusta es que en las proyecciones no hay niños que para los próximos años se puedan incorporar, sino hasta dentro de unos 5 años más, en el caso de Costa de Reyes.

Los vecinos son conscientes de lo que les está pasando y piden a las autoridades que miren a sus comunidades integrándolas al contexto de la jurisdicción, puesto que ven como las posibilidades se van cerrando debido a la falta de oportunidades y de apoyo de los diferentes gobiernos municipales. La zona es exquisita en cuanto a sus condiciones para la cría de ganado menor, para la producción de duraznos y de nueces con lo que en alguna época supieron ser fuertes y comerciar inclusive con otras localidades vecinas de La Rioja. También tiene potencial turístico, ya que allí se encuentran todas las tonalidades de la naturaleza en su estado más puro. Todos coinciden en la necesidad de que se realice un plan para potenciar una industria y se los comience a mirar con voluntad política de realizar algo y que no se queden con las promesas.

Liliana Chanampa, delegada municipal de Costa de Reyes, señaló que «la situación se la vive desde hace años porque la gente no tiene trabajo y se van yendo, o los chicos tienen que estudiar y los padres no pueden mantener dos casas y tienen que irse con ellos. En el verano hay un poco más de gente”. Aún se recuerda cuando el poblado estaba lleno de gente, en la actualidad hay más casas abandonadas que ocupadas por familias. «Estaba lleno de gente, tenían criaderos de cabritos, de vacas. Si se lo trabaja podemos hacerlo crecer, solo que hay gente que es muy quedada. Tenemos que tratar de levantarnos por nosotros mismos, porque de afuera no van a venir», expresó.

Fuente: El Ancasti