A los productores de cerdos ya no les alcanza ni para comprar maíz

La actividad porcina enfrenta un panorama más que complejo

La actividad porcina enfrenta un panorama más que complejo

La situación de los productores de cerdos de Entre Ríos es más que preocupante y en el futuro cercano puede transformarse en dramática si no se adoptan algunas medidas que permitan a los porcicultores recuperar la rentabilidad perdida.

La eliminación de las retenciones al maíz –que por muchos años “planchó” los precios– resultó letal para la actividad porcina porque disparó las cotizaciones del principal insumo en las granjas. Se da, además, una paradoja para la que nadie tiene una explicación: los precios locales del maíz son superiores a los internacionales. Este dato, no menor, saca absolutamente de competencia a los productores argentinos con relación a sus principales competidores, principalmente los brasileños, pero también los españoles y hasta los dinamarqueses.

La quita de las retenciones al maíz adoptada por el presidente Mauricio Macri –lo mismo habían prometido los principales economistas de Daniel Scioli durante la campaña electoral, vale recordarlo– generó euforia entre los agricultores que por primera vez después de muchos años van a poder sembrar el cereal con perspectivas ciertas de rentabilidad –el maíz había dejado de ser negocio hace tiempo–. Esta medida, sin embargo, claramente, fue devastadora para los porcicultores, y también para los avicultores y feedloteros. Los números en rojo así lo certifican.

El precio del cerdo en pie, además, cayó abruptamente a partir de fines de abril y hoy apenas se paga entre 14 y 15 pesos, mientras los costos de producción se ubican alrededor de los 20 pesos. El sector trabaja a pérdida y el quebranto definitivo de la actividad, es decir el cierre de granjas, está a la vuelta de la esquina.

Desde la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper) se señaló, en este sentido, que una granja de 250 madres perdió en mayo 120.000 pesos. Las proyecciones que hacen en el sector vaticinan que aquella pérdida treparía a unos 220.000 pesos por mes en julio y agosto.

Los tarifazos.

Pero el incremento del precio del maíz no fue el único ítem que descolocó a la producción porcina. Los tarifazos –en algunos servicios las subas fueron mucho más que una razonable e inevitable corrección– resultaron otro golpe demoledor para los porcicultores.
Los nuevos valores de la electricidad, el gas y el gasoil terminaron de pulverizar la rentabilidad de todos, aún de los más grandes y eficientes, pero –como siempre sucede– castigaron especialmente a los pequeños y medianos. “Si esto sigue así cierro la granja porque no me alcanza ni para comprar el maíz”, se sinceró con angustia y bronca un porcicultor consultado por DOS FLORINES.

Las importaciones.

A los aumentos del maíz y las tarifas hay que sumar otro hecho demoledor para el sector: el ingreso de carne porcina de Brasil y Europa –en en algunos casos de dudosa sanidad–, cuyos costos de producción son menores que los de los productores argentinos.

En las últimas semanas, al parecer, se frenó el ingreso de cortes congelados provenientes de Dinamarca –que se vendían como frescos en el conurbano bonaerense, de acuerdo a algunas denuncias– y, según algunas versiones, entre julio y agosto el Gobierno nacional limitaría la importación desde Brasil. No se trataría del cierre de la importación, pero sí de obstaculizarla, a través de distintas herramientas burocráticas.

Algunos jugadores importantes de la producción porcina entrerriana, sin embargo, piden, lisa y llanamente, el cierre de las importaciones, una medida que difícilmente sea adoptada por el Gobierno nacional, obsesionado por brindar al mundo garantías de reglas claras y libertad de comercio. Aquellos jugadores, no obstante, refutan los argumentos del oficialismo y recuerdan que “las principales potenciales del mundo, defensoras de la libertad de los mercados, son en la práctica los países con mayor proteccionismo”.

También proponen la reimplantación de las retenciones al maíz como una manera de “pisar” los precios del cereal, otra medida que el Gobierno jamás tomará.

Protesta.

El malestar de los porcicultores quedó evidenciado en la protesta convocada por la Federación Agraria Argentina (FAA) en la cabecera santafesina del enlace vial Rosario-Victoria, el pasado miércoles. Allí el titular de la FAA, Omar Príncipe, le apuntó directamente al Gobierno nacional y advirtió que los productores de porcinos “están cerrando sus establecimientos” y si no hay cambios “no llegamos al segundo semestre”.

“A pesar de que el Presidente (Mauricio Macri) estuvo en Rosario y ratificó su consigna del ‘sí se puede’, nosotros estamos convencidos de que así no se puede”, disparó. Y alertó: “De esta manera desaparecemos”.

Lo más temido.

El fantasma del cierre de granjas sobrevuela todas las discusiones por la crisis de la actividad porcina y nadie duda de que ese será el inevitable fin de no pocos productores.

La pregunta, en este caso, es cuántos deberán “bajar la persiana”, y las respuestas son más o menos parecidas: algunos arriesgan que el 50% de las granjas del país deberá cerrar; otros estiman que el porcentaje trepará al 60% a nivel nacional y al 40% en Entre Ríos.
Si estos vaticinios se concretan, y todo parece indicar que así será, sería una catástrofe.

Qué hacer

Ante este escenario, los productores exigen a la Administración Macri medidas urgentes que, al menos, les permitan sacar la nariz de abajo del agua. El Gobierno, sin embargo, hasta ahora no ha dado señales en ese sentido. Algunas de las propuestas de los porcicultores, son las siguientes:

* Cese inmediato de las importaciones de carne de cerdo.

* Análisis de la cadena de valor.

* Tarifa eléctrica acorde con las necesidades de la producción.

* Articulación de una política crediticia con el fin de reforzar las economías regionales dotándola de eslabones extra en la cadena de valor agregado.

* Articulación inmediata de pasantías a fin de ofrecer una salida laboral a jóvenes alumnos de escuelas agrotécnicas.

* Exención del Impuestos a los Ingresos Brutos.

* Inclusión del sector porcino en el decreto de emergencia agropecuaria.

* Ayuda directa a través de subsidios, similares a los que reciben los tamberos.

* Programa de impulso al consumo de carne porcina.

Los precios del maíz suben por el ascensor, mientras los del cerdo caen por un tobogán.

Cotizaciones del maíz

Septiembre 2015 1.030 $/tn + impuestos
Noviembre 2015 1.250 $/tn + impuestos
Diciembre 2015 1.520 $/tn + impuestos
Enero 2016 1.920 $/tn + impuestos
Febrero 2016 2.150 $/tn + impuestos
Mayo 2016 2.850 $/tn + impuestos

Valores aproximados del kilo vivo

15/03/2016 19,00 $/kg
30/03/2016 18,10 $/kg
14/04/2016 18,50 $/kg
20/04/2016 18,10 $/kg
28/04/2016 17,60 $/kg
04/05/2016 17,60 $/kg

Nota: los precios del kilo vivo de cerdo corresponden a los de establecimientos de punta, altamente eficientes. En granjas pequeñas el precio pagado por kilo vivo, en el corriente mes de junio, no supera los 14 pesos.

Fuente: El Diario Entre Ríos