Dilma inicia otra vida lejos del poder en Porto Alegre
Rousseff dejó el Palacio de la Alvorada y se mudó de Brasilia, donde vivió desde 2003. Con futuro político aún incierto, la expresidenta volvió a su departamento del barrio Tristeza.
Rousseff dejó el Palacio de la Alvorada y se mudó de Brasilia, donde vivió desde 2003. Con futuro político aún incierto, la expresidenta volvió a su departamento del barrio Tristeza.
Brasilia, Porto Alegre. Casi una semana después de que se consumó su destitución por el voto del Senado, Dilma Rousseff, la primera mujer en ser elegida (dos veces) como presidenta de Brasil, se mudó ayer de Brasilia a Porto Alegre, donde residía hasta enero de 2003, cuando Luiz Inácio Lula da Silva la convocó a formar parte de su gobierno.
Tristeza se llama el barrio donde Dilma tiene su departamento en la capital de Río Grande do Sul, al que regresó en la tarde de ayer, seis días después de haber sido apartada del cargo que ya había tenido que resignar en forma temporaria el pasado 12 de mayo.
Rousseff terminó así su mudanza del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial de Brasilia, concebida por el genio de Óscar Niemeyer y donde vivió desde inicios de su primer mandato, el 1° de enero de 2011. Dilma se retiró del edificio oficial luego de atravesar sus jardines y en medio de abrazos y rosas rojas y blancas de decenas de militantes que le gritaban “Dilma, guerrera, de la patria brasileña”.
La destitución de Rousseff, que terminó de consumarse el miércoles pasado, puso fin a una era de 13 años y medio en el poder del Partido de los Trabajadores. En esos años, Dilma ocupó primero la cartera de Minas y Energía y luego la Jefatura de Gabinete de Lula, quien finalmente la nominó como candidata a sucederlo en las presidenciales de 2010.
“¡Vuelve, querida!”, le gritaron manifestantes a una Rousseff emocionada. Como expresidenta, no tendrá pensión ni salario, pero habrá ocho personas a su disposición, entre agentes de seguridad, chofer y asesores, como marca la Constitución, pagados por el Tesoro nacional.
Dos camiones de mudanzas ingresaron ayer a la mañana en la Alvorada para llevar los objetos recibidos por Rousseff desde fines de 2010 hasta el miércoles pasado, en su condición de jefa de Estado.
El portavoz de Rousseff, Olimpio Cruz, dijo que la elección de la ahora expresidenta es vivir en Porto Alegre –donde residía desde los años ’70 hasta mudarse a Brasilia– cerca de su hija Paula, sus dos nietos y su exmarido y amigo cercano, Carlos Araújo.
Pero la exmandataria viajará cada tanto a Río de Janeiro, donde su madre, de 93 años, se irá a vivir luego de haber estado junto a ella estos años en la capital brasileña.
Rousseff nació y se crió en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, pero se afincó en Porto Alegre tras haber sido casi tres años presa política de la dictadura.
De la calurosa y soleada Brasilia, en la meseta central de Brasil, ayer atravesó 2.116 kilómetros hasta la fría y lluviosa Porto Alegre, donde la militancia le preparó un “ Carinhazo ”.
Horas antes, la Alvorada escenificó una despedida interminable de Rousseff. Allí dio su último discurso el 31 de agosto: “Sufro el segundo golpe de Estado de mi vida”, dijo esa tarde.
Dilma dijo que su destitución fue para proteger a su exvice, Michel Temer, y a sus aliados de las operaciones contra la corrupción, pero también para implementar la agenda del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), cuyos candidatos fueron derrotados en 2002, 2006, 2010 y 2014 por Lula y por ella, dos veces cada uno.
El futuro de Rousseff es un interrogante. Al no ser inhabilitada por ocho años para cargos públicos o participar de elecciones, puede dar clases en universidades estatales o integrar un gabinete.
“Dilma se va víctima de una injusticia”, dijo el vicepresidente del Senado, Jorge Viana. “Dilma sale con la cabeza erguida, a medida de que la población se está dando cuenta de que fue víctima de un golpe parlamentario y está conociendo a Temer”, comentó Lindbergh Farias, senador del PT.
Fabricación de vehículos
Brasil fabricó en agosto 177.700 vehículos, lo que representa una caída del 18,4 % respecto del mismo mes de 2015, según un informe publicado por la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea).
La producción de vehículos se redujo un 6,4 % en agosto en comparación con julio y cayó un 20,1 % en el acumulado de los primeros ocho meses del año, cuando se fabricaron 1,3 millones de automóviles comerciales, camiones y colectivos.
