Escándalo en Petrobras: cae Cunha, impulsor de la destitución de Dilma
El veloz derrumbe del poderoso exdiputado ultraconservador llegó de la mano de la “Operación lava jato” (lavadero de autos), una pesquisa que reveló un esquema de sobornos empresariales a directivos de la petrolera designados por partidos políticos.
20/10/2016 EL MUNDOEl veloz derrumbe del poderoso exdiputado ultraconservador llegó de la mano de la “Operación lava jato” (lavadero de autos), una pesquisa que reveló un esquema de sobornos empresariales a directivos de la petrolera designados por partidos políticos.
La Policía brasileña arrestó ayer al exdiputado ultraconservador Eduardo Cunha, cerebro del impeachment contra Dilma Rousseff, involucrado en el monumental escándalo de corrupción en Petrobras que también tiene en la mira al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La detención de Cunha, que como presidente de la Cámara de Diputados llegó a ser segundo en la línea de sucesión presidencial, fue pedida por la procuraduría ante el riesgo de fuga o de que intentara obstaculizar las investigaciones de los varios procesos en su contra.
“La libertad del exparlamentario representaba un riesgo para la instrucción del proceso, el orden público y también existía la posibilidad concreta de fuga en virtud de la disponibilidad de recursos ocultos en el exterior”, señaló la procuraduría en un comunicado.
Cunha, de 58 años, fue detenido en Brasilia y trasladado a Curitiba, donde quedó a disposición del juez Sergio Moro, a cargo de las causas que investigan a sospechosos sin fueros privilegiados.
Hasta hace poco amo y señor de la agenda política de Brasil, este economista y militante evangélico fue destituido el mes pasado por ocultar cuentas en Suiza, en otra página de la larga crisis política que golpea al país.
Moro ordenó su captura por un caso que investiga si recibió 1,5 millones de dólares desviados de Petrobras por una compra de derechos para explorar un campo petrolero en la República de Benin, África, que costó 34,5 millones y fue infructuosa.
Los investigadores sostienen que Cunha incurrió en delitos contra el Estado y que lavó dinero “en forma reiterada, profesional y sofisticada”, con “empleo de la extorsión” y el uso de “cuentas secretas en el exterior para ocultar y disimular el producto de sus crímenes”.
Cunha calificó su detención de “absurda”.
Para la Justicia, Cunha daba apoyo político al exdirector del área internacional de Petrobras, Jorge Zelada, a cambio de sobornos que usaba para mantener un nivel de vida desproporcionadamente alto para sus ingresos.
“Los sobornos habrían sido destinados a cuentas en el exterior, a firmas offshore o trusts que alimentaban tarjetas de crédito internacionales usadas por el exparlamentario y sus familiares” para costear viajes, estadías en hoteles y “compras de artículos de lujo en el exterior”, señala el escrito.
Parte de esas adquisiciones fueron realizadas con una tarjeta de crédito “directamente vinculada a Claudia Cordeiro Cruz”, su esposa.
También su hija Danielle está salpicada por el escándalo.
“La libertad de Cunha representaba un riesgo a la instrucción del proceso, el orden público y la posibilidad de fuga”.
El juez federal Sergio
Moro explicó los motivos de la detención.
El origen de su caída
El veloz derrumbe de Cunha llegó de la mano de la “Operación Lava Jato” (lavadero de autos), una pesquisa que reveló un esquema de sobornos empresariales a directivos de Petrobras designados por partidos políticos para manipular licitaciones, sobrefacturar obras y distribuir el excedente para enriquecerse y financiar campañas. Según los investigadores, el perjuicio ocasionado puede ascender a 12.000 millones de dólares.