Obama se pone verde
El presidente saliente anunció la prohibición de perforar el fondo marino del Artico en busca de petróleo y gas. Trump ha prometido revertir muchas de las políticas ambientales del demócrata.
22/12/2016 EL MUNDOEl presidente saliente anunció la prohibición de perforar el fondo marino del Artico en busca de petróleo y gas. Trump ha prometido revertir muchas de las políticas ambientales del demócrata.
Con sólo un mes que le queda de presidencia, Barack Obama anunció la prohibición de perforar el fondo marino del Artico en busca de petróleo y gas, invocando una vieja ley de 1953. Es una barrera difícil de sortear para el entrante gobierno de Trump, si decide deshacer el legado ambiental del demócrata.
El hecho ocurre mientras Donald Trump finaliza de formar su gabinete antes de tomar posesión en enero. Trump ha prometido revertir muchas de las principales políticas ambientales de Obama y retirar a Estados Unidos del acuerdo mundial de París sobre cambio climático, en el que las naciones se comprometieron a reducir sus emisiones de manera significativa. El presidente electo sólo reafirmó su oposición al trabajo ambiental de Obama al designar a opositores al cambio climático en su Gabinete – incluyendo a Scott Pruitt para dirigir la Agencia de Protección Ambiental-. Nombrar al jefe ejecutivo de ExxonMobil, Rex Tillerson como Secretario de Estado también pone de manifiesto la solidaridad de Trump con la industria petrolera.
Pero Obama podría frenar la promesa del republicano de desmantelar el trabajo ambiental de la administración saliente. “El presidente Obama y el primer ministro canadiense Trudeau se enorgullecen en lanzar acciones que aseguren una economía y un ecosistema del Ártico fuertes, sostenibles y viables, con un transporte marítimo de bajo impacto, una gestión científica de los recursos marinos y libre de los futuros riesgos de petróleo y gas en altamar “, dijo la Casa Blanca.
El uso de la ley de 1953 por parte de Obama difiere de los anteriores presidentes, quienes principalmente invocaron la disposición para asegurar sólo pequeños segmentos de las aguas de los Estados Unidos. Aún así, si la administración Trump trata de revertir la decisión, probablemente tendría que llevar su caso ante la corte federal. “Nunca se ha hecho antes”, dijo el profesor de derecho ambiental de la Universidad de Vermont, Patrick Parenteau, al New York Times. “No hay jurisprudencia sobre esto. Son aguas inexploradas”.
Los ambientalistas han elogiado la acción de Obama como “heroica”, mientras que los opositores lo criticaron por debilitar la seguridad nacional y destruir empleos. “Mientras Donald Trump arma su gabinete con grandes amigos petroleros y contaminadores, el presidente Obama ha actuado para proteger nuestros océanos, nuestro aire y nuestro clima para nuestras comunidades costeras y futuras generaciones de estadounidenses”, dijo Tom Steyer, presidente de NextGen Climate. “El impresionante legado de la acción climática del presidente Obama está en marcado contraste con el presidente electo Donald Trump, a quien sólo le preocupa el cambio climático cuando afecta a sus campos de golf”.
El American Petroleum Institute reprendió la acción de Obama y esperaba una revocación de Trump. “El bloqueo de la exploración offshore debilita nuestra seguridad nacional, destruye puestos de trabajo bien remunerados y podría llevar a que la energía sea menos accesible para los consumidores”, dijo el director de API Upstream, Erik Milito. “Afortunadamente, no existe una prohibición permanente, y esperamos trabajar con la nueva administración para cumplir la voluntad de los votantes estadounidenses en la producción de energía”.
Sin embargo, la Casa Blanca estaba segura de que incluso si Trump continuaba con sus esfuerzos para revocar la acción, esta “resistiría la prueba del tiempo”.”Estados Unidos no está actuando solo hoy”, le dijo a los periodistas un funcionario de la Casa Blanca. “Uno de los principales argumentos que la gente había hecho en contra que Estados Unidos protegiera sus aguas del Ártico era tal vez que toda esa actividad [de petróleo y gas] se movería a las aguas canadienses. Y actuando conjuntamente con Canadá, creo que hemos enviado una señal poderosa”.