Suba de la nafta, devaluación y Trump agudizan la crisis mejicana

Recrudecen protestas tras el aumento de combustibles y la caída de la moneda local. El estadounidense aporta al caos presionando a industrias para que no fabriquen en México.

Recrudecen protestas tras el aumento de combustibles y la caída de la moneda local. El estadounidense aporta al caos presionando a industrias para que no fabriquen en México.

Las manifestaciones y disturbios por el encarecimiento de los combustibles que impulsó el Gobierno mejicano recrudecieron en todo el país.

Ayer fue el quinto día consecutivo de protestas y ya llegan a 500 las personas detenidas por la policía, durante intensos operativos de seguridad que evidencian el gran malestar social en casi todas la capitales.

Las imágenes de los medios reflejaron actos de vandalismo y saqueos en comercios, fundamentalmente, supermercados.

Al observar cómo se agravaba la situación, el presidente Enrique Peña Nieto se reunió con su gabinete para analizar las con­secuencias de la subida de precios de la nafta. Decidió seguir ade­lante.

Sin embargo, los mensajes de WhatsApp convocando a nuevas manifestaciones contra el ya bautizado “gasolinazo” corrían más rápido que las declaraciones oficiales y los llamados a la calma.

Las palabras del mandatario en televisión reafirmando su decisión de subir el combustible entre un 15 y un 20 por ciento, no sólo no templaron la calle, sino que sirvieron de incentivo para que diferentes grupos que recorrían los municipios que rodean la capital arrasaran con lo que tenían delante.

Todos los partidos de oposición, la patronal, su propia fuerza –el Partido Revolucionario Institucional– y hasta la Iglesia cuestionaron la medida y le pidieron al Gobierno reconsiderarla, con lo cual, la situación política de Peña Nieto se ha debilitado.

Donald tira nafta al fuego

La crisis económica en que está sumido México se vino a incrementar con la devaluación de la moneda nacional desde la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. Desde el 8 de noviembre hasta ahora el peso mejicano perdió 23 por ciento de su valor.

Las expectativas comienzan a hacerse realidades: en la última semana el magnate toreó a Ford y le hizo retroceder en una millonaria inversión para México. Con General Motors ocurrió lo mismo. Carrier, el productor de aire acondicionado dijo que no invertirá para crear plantas en México por miedo a los aranceles con los que amaga Trump.

Ayer fue el turno de Toyota, que tuvo que decir que no producirá el Corolla en tierras aztecas. Todo esto repercutirá en el trabajo y la crisis mejicana.

Fuente: La Voz