Ballivián tiene el mismo intendente hace 25 años

Samuel Gerardo Córdoba sucedió a su padre, quien administró la localidad durante 30 años. Madera y producción agrícola la caracterizan.

Samuel Gerardo Córdoba sucedió a su padre, quien administró la localidad durante 30 años. Madera y producción agrícola la caracterizan.

Desde que era una delegación municipal que dependía de Embarcación y cuando al pueblo de General Ballivián se lo conocía como Pastor Senillosa, el intendente lleva el mismo apellido.

Samuel Córdoba ocupó durante 30 años la jefatura comunal del pueblo, el más pequeño del norte de la provincia, pero con una extensión geográfica similar a sus vecinos General Mosconi y Embarcación, y hace 25 años fue sucedido en el cargo por su hijo Samuel Gerardo.

El 10 de diciembre pasado, Córdoba, un reconocido dirigente del peronismo norteño recibió el reconocimiento del Foro de Intendentes de la Provincia por esos 25 años ininterrumpidos como jefe comunal, igual que los intendentes de La Merced y Urundel, pero llegarán a los 27 cuando cumpla su mandato. Hasta el momento, son 55 años de gestión de padre e hijo, pero no sería aventurado pensar que el actual intendente pueda ser sucedido por su hija mayor, Ana Laura, quien actualmente ocupa la presidencia del deliberativo local. El Concejo está integrado por tres ediles, uno de ellos representante de las comunidades aborígenes que residen en esa pintoresca localidad del DEPARTAMENTO SAN MARTÍN.

PROYECTOS PARA 2017
El intendente, al referirse a los proyectos para este año, mencionó como prioritario «la construcción de la Casa de la Cultura, que se solventará con el Fondo de Bicentenario y que implica una inversión de $2 millones y medio. Se suman $3 millones para cordones cuneta y adoquinado de las calles laterales a la avenida principal y que es un pedido de las comunidades aborígenes, y tendido de red de agua para ampliar la existente. Está prevista la construcción de una planta depuradora que implica una inversión de $6 millones y una planta y redes de gas domiciliario porque no contamos con ese servicio».

Ballivián tiene 10 comunidades aborígenes wichis ubicadas en diferentes puntos del municipio. «Con todas tenemos una buena relación porque se las incluye en todas las obras que proyectamos. Se entregaron 20 soluciones habitacionales de madera luego de un trabajo conjunto que realizamos con el IPPIS y el tema de la entrega de la tierra por la que tantos años gestionaron los caciques (90 hectáreas ubicadas a la vera de la ruta nacional 34) quedó todo solucionado. porque son sus dueños. Ellos mismos determinan quiénes van a trabajar en las obras que se ejecuten».

JEFES COMUNALES
Al referirse a los 55 años que los Córdoba llevan administrando el municipio, el actual intendente explicó que «mi mandato finalizará en 2019, pero al menos hasta el momento no creo que mi hija Ana Laura, actualmente presidenta del Concejo Deliberante, quiera seguir en la función pública porque ya me expresó que aspira dedicarse a otras actividades en el ámbito privado . Por ser miembro de esta familia le gusta la actividad política, pero ella misma reconoce que una cosa es estar fuera y otra muy diferente en un cargo público. En pueblos pequeños como el nuestro, el intendente es el que debe escuchar y solucionar los problemas de la gente y eso implica dedicarse 24 horas a la función. Yo me siento cómodo y es mi trabajo, pero sobre todo mi obligación», expresó.

UN POCO DE HISTORIA
General Ballivián fue, por años, la puerta de ingreso hacia los 100 kilómetros que separan hasta la frontera entre Argentina y Bolivia, porque hasta este pequeño poblado llegaba la punta de rieles del Ferrocarril Belgrano. Casi a la par de las vías del tren se extendía la rut. En Ballivián se asentaron los primeros vendedores ambulantes que aprovisionaban de mercadería a los obreros que trabajaban en los yacimientos ubicados en las Sierras de San Antonio, escenario entonces de un importante movimiento de trabajadores de la petrolera Standard Oil Company.
Con los años se instalaron importantes aserraderos y a la industria maderera le siguió la actividad agrícola y hoy está rodeado por grandes establecimientos productores de soja, maíz, maní, poroto, sorgo, entre otros.

Fuente: El Tribuno Salta