3,5 millones de personas mueren cada año por la falta de agua potable

La situación más crítica se vive en el África subsahariana. En Latinoamérica y el Caribe es menos grave. Y en Argentina no lo es tanto pero lo mismo hay que cuidar el agua.

La situación más crítica se vive en el África subsahariana. En Latinoamérica y el Caribe es menos grave. Y en Argentina no lo es tanto pero lo mismo hay que cuidar el agua.

 Dispositivos simples y económicos para ahorrar agua sin ningún trabajo extra

Aireadores / perlizadores para canillas ($ 100 aproximadamente).

Son accesorios que se colocan en la salida de las canillas (del lavabo, la ducha o la bacha de la cocina, por ejemplo) y que permiten un ahorro de hasta 60% de agua. Funcionan mezclando el líquido con aire y cumple la doble función de ahorro y de evitar salpicaduras. Para la lluvia de la ducha se consigue la flor completa con aireador.

Válvula para descarga de inodoro (desde $ 1.500).

Por su instalación, es más fácil colocarla en la etapa de construcción del baño. Es el sistema que se usa comúnmente en los baños públicos y que produce una descarga brusca y de mucho caudal pero sólo durante el tiempo en el que se tiene presionado el botón. Con esto, se utiliza el agua justa y necesaria para limpiar el inodoro.

Doble pulsador para inodoro.

Las mochilas o depósitos de inodoro pueden adaptarse con un botón doble que habilita dos niveles de descarga diferentes: uno más chico para residuos líquidos (descarga parcial) y uno más grande para sólidos (descarga total). Las mochilas más nuevas ya vienen con este sistema incorporado, pero también se puede comprar el mecanismo para adaptar una mochila en uso ($ 500 aproximadamente).

La falta de acceso al agua potable, un derecho humano universal declarado en 2014 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), provoca la muerte de 3,5 millones de personas cada año, el doble de los decesos que se producen por accidentes viales y casi el triple de los ocasionados por HIV, según un informe del Consejo Mundial del Agua (WWC, por sus siglas en inglés).

El informe del WWC fue emitido en coincidencia con el Día Mundial del Agua, que se celebra desde 1993 cada 22 de marzo cuando organismos y autoridades ambientales de todo el mundo llaman a tomar conciencia de la importancia de este recurso vital y la necesidad de adoptar conductas para fomentar su cuidado.

El documento señala: “las enfermedades relacionadas con el agua representan 3,5 millones de muertes al año”, mientras que 1,3 millón de personas fallecen anualmente por accidentes automovilísticos y 1,1 millón como consecuencia del Sida.

“En Latinoamérica y El Caribe, 50 millones de personas no tienen acceso a agua limpia y segura, el agua es lo esencial. Sin agua no puede haber vida, ni desarrollo económico, ni desarrollo político, social o cultural”, sostuvo en diálogo con Télam Benedito Braga, presidente del WWC.

“En la región existen zonas terriblemente afectadas como Haití, donde sólo el 58% de la población tiene acceso al agua potable”, explicó, tras remarcar que es el único país de Latinoamérica y el Caribe que se encuentra dentro del ranking de los 20 países más afectados a nivel global.

Braga calificó la situación regional como esperanzadora en comparación con otras áreas del planeta y estimó que en Latinoamérica el 8% de la población no tiene acceso a agua potable, cifra que se incrementa al 12% en Asia y al 32% en el África subsahariana.

“No obstante, está claro que queda mucho camino por recorrer y muchos esfuerzos por aunar para revertir esta situación”, apuntó Braga, y pidió tomar conciencia de la urgencia que están viviendo los pueblos afectados.

“Los efectos del cambio climático y sus consecuencias en economías de cultivo, estados insulares y red de aguas no mejorada están directamente relacionadas con el número de muertes por sed y una amplia gama de enfermedades de carácter gastrointestinal, causadas por agua insegura o contaminada en los países más afectados”, explicó el especialista.

Braga destacó que según las últimas cifras obtenidas el 12% de la población mundial no tiene acceso a agua potable y cerca de 4.500 niños mueren al día por esa carencia.

Qué pasa en el país

Por su parte, Nahuel Schenone, especialista en calidad de agua y recursos hídricos, aseguró que en Argentina hay mucho recurso hídrico. Y remarcó: “hay que fomentar políticas que sirvan para concientizar a la población para cuidarlo, de otra manera estamos condicionando este recurso a futuro”.

Schenone consideró apropiado discriminar en relación al acceso al agua potable entre zonas urbanas o zonas rurales. “No está garantizado el acceso a este recurso esencial para toda la población. En muchas zonas rurales o comunidades de pueblos originarios el agua es obtenida de ríos, canales o espejos de agua, en cambio en zonas urbanas el acceso al agua potable es a través de plantas potabilizadoras, que es donde mayor inversión hay, ya que requiere una mayor infraestructura”, explicó.

“Otro grave problema es el alto porcentaje de aguas residuales que vuelve a los ecosistemas sin ser tratada”, aseguró Schenone, al explicar que se trata de un ciclo: “tomamos agua de los mismos lugares a donde la devolvemos, tenemos que tomar conciencia de la importancia del saneamiento”.

Según la Organización de Naciones Unidas, el 80% de las aguas residuales que se generan en el mundo vuelven al ambiente sin ser tratadas ni recicladas. “La Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar) debe controlar los afluentes que terminan en el Riachuelo, pero muchas empresas no mejoran la reconversión de efluentes que son arrojados allí, por lo que se produce una contaminación constante”, aseguró Schenone.

“Hay otras cuencas como la del Salado que reciben desechos de industrias de agricultura intensiva o la del río Dulce en Santiago del Estero, o la cuenca del Paraná donde a lo largo de Rosario y Santa Fe las grandes ciudades aportan efluentes sin tratamiento, lo cual afecta la calidad en lo que es la cuenca baja”, argumentó el especialista.

“Las cuencas son compartidas, no discriminan provincias ni municipios, tomamos agua de los ríos Paraná, Uruguay, de la Plata y devolvemos el agua a los mismos cursos -advirtió-. Por eso es fundamental concientizar sobre la importancia de cuidar un recurso tan esencial como el agua, y para ello es necesario inversión publica, controles, mantenimiento y regulaciones”.

Cifras que llevan a reflexionar

3,5 MILLONES

Es el número de personas que mueren cada año por enfermedades vinculadas con la falta de agua potable o de sistemas de saneamiento apropiados. Son más que la suma de fallecidos por sida (1,1 millón) y por accidentes automovilísticos (1,3 millón), según datos difundidos por el Consejo Mundial del Agua (CMA).

50 MILLONES DE LATINOAMERICANOS 

Son los que carecen de acceso a fuentes de agua potable: un 8% de la población en América Latina. Los datos son aún peores en el África subsahariana (319 millones de personas o un 32% de la población) y en Asia (554 millones, 12,5%). En países como Papúa Nueva Guinea, Guinea Ecuatorial o Angola, más de la mitad de la población carece de agua potable.

4.500 NIÑOS 

Mueren cada día como consecuencia de enfermedades vinculadas al agua, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento defectuoso figuran entre las principales causas de muerte de niños de hasta cinco años.

350 LITROS 

Es la cantidad de agua, por día, que utiliza en promedio cada persona en áreas residenciales de América del Norte o de Japón. Para comparar, el uso diario de agua per cápita en el África Subsahariana es de entre 10 y 20 litros diarios.

70% 

Es el porcentaje de muertes causadas por catástrofes naturales que se deben a inundaciones y desastres vinculados al agua, según los datos difundidos por la ONU en sus Objetivos del Milenio.

650.000 MILLONES DE DÓLARES 

Es la inversión que el CMA estima necesaria hasta 2030 para crear infraestructuras que garanticen el acceso universal a aguas seguras. Actualmente, los problemas derivados de la crisis del agua generan pérdidas de 500.000 millones de dólares anuales a la economía mundial.

DE 1 A 4,3 

Es la rentabilidad que ofrece la inversión en mejorar la calidad del agua y de los desagües: cada dólar invertido en ese ámbito genera 4,3 dólares de rédito al reducir costos sanitarios en todo el mundo, según el CMA

Fuente: La Gaceta