Con el Plan Procrear, La Plata crecería unas cien manzanas en menos de un año

LAS REUNIONES DEL GRUPO UNIFICADO DE BENEFICIARIOS DEL PROCREAR LA PLATA SON MULTITUDINARIAS

LAS REUNIONES DEL GRUPO UNIFICADO DE BENEFICIARIOS DEL PROCREAR LA PLATA SON MULTITUDINARIAS

Por una rezonificación de tierras rurales, 2.500 beneficiarios de créditos esperan construir sus viviendas en los próximos meses. Su impacto en el mapa urbano y los servicios

Como la gran mayoría de quienes salieron sorteados en octubre para acceder a la nueva línea de créditos del Plan Procrear, Osvaldo Lugo pasó en pocas horas del entusiasmo a la frustración. Cuando creía que finalmente iba a poder cumplir el sueño de una vivienda propia para su familia, un aumento en los valores de los terrenos lo dejaba fuera de carrera otra vez. Seis meses más tarde, gracias a la iniciativa de un grupo de beneficiarios, él y otras 2.500 personas esperan sin embargo construir próximamente sus casas en algún punto de la Ciudad.

Por un proyecto de rezonificación de terrenos rurales avalado por el Municipio, los cerca de 2.500 platenses que resultaron beneficiados por los créditos del Gobierno para la compra de terrenos y construcción podrían finalmente acceder a lotes compatibles con las exigencias del Procrear. Y es que, como muchos saben, luego del sorteo de octubre los precios de los lotes disponibles en el mercado quedaron muy por encima del máximo de 150 mil pesos que permite destinar el Plan.

“Todo el mundo calculaba que después del sorteo, por la propia demanda, los precios de los terrenos en La Plata iban a subir; pero un 20 o un 30% como mucho; no un 100”, dice Gabriel Spartino, uno de los referentes del grupo local de beneficiarios, quien asegura que “mientras que antes de octubre era posible conseguir pequeños lotes en la periferia de La Plata por unos 100 mil pesos, hoy no hay nada que baje de los 200 mil”.

Tras descubrir que el terreno de Romero donde había previsto construir la casa de su familia ya no era apto para el Plan, pero que tampoco se conseguían ya otros terrenos que lo fueran, Gabriel, que es analista de sistemas, comenzó a explorar las redes sociales en busca de alguna solución. Y allí se encontró con cientos de platenses que estaban en la misma situación que él. Fue el punto de partida de una movida de vecinos que semanas más tarde iba a derivar en una solución al problema, no sólo para ellos sino también para otras ciudades del país.

UNA MOVIDA VECINAL

“El grupo empezó a formarse espontáneamente en Facebook a partir de la inquietud de los propios beneficiarios por saber de alguna posible solución. Pero como pasaban los días y no parecía que el ANSES fuera a modificar los montos máximos para la compra de lotes, decidimos entonces juntarnos para buscar alguna alternativa en conjunto. La primera reunión la hicimos en la plaza Azcuénaga y fueron unas ochenta personas. Hoy somos más de cuatro mil”, asegura Gabriel.

Tras evaluar las condiciones de las tierras rurales ofrecidas para subdividir, el Municipio tiene previsto habilitar una primera partida de 1.500 lotes aptos para el Procrear en las primeras semanas de mayo

Poco días después de ese primer encuentro, el Grupo Unificado de Beneficiarios de Procrear La Plata -como se autodenominó la iniciativa-, era recibido por el intendente Pablo Bruera en la Municipalidad. “Le fuimos a plantear la posibilidad de agruparnos en consorcios para comprar tierras rurales que pudieran subdividirse en lotes, pero nos explicaron que no era tan fácil porque había una serie de requerimientos que debían cumplirse para poder rezonificar. Pese a eso, lo importante era que nuestra propuesta parecía tener al menos buena recepción”.

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Un poco a contra reloj -porque el Plan Procrear establece un plazo de 180 días para cumplir con los requisitos del crédito-, una comisión de beneficiarios comenzó a trabajar en conjunto con funcionarios municipales de diversas áreas para darle forma a una propuesta viable. Así se llegó a que el Concejo Deliberante aprobara por unanimidad, en la última sesión del año pasado, la ordenanza 11.094, una posible alternativa de solución.

A partir de esta norma, que plantea condiciones para urbanizar áreas rurales en el partido de La Plata, el Municipio lanzó en febrero una convocatoria de oferentes destinada a propietarios de tierras rurales interesados en subdividirlas en lotes aptos para el Procrear. De esa forma se esperaba conseguir al menos las 100 hectáreas necesarias para satisfacer la demanda de los beneficiarios del Plan, pero se consiguió una oferta de tierras casi cinco veces mayor.

POSIBLES LOCALIZACIONES

Cómo podrían modificar 2.500 proyectos Procrear el mapa de la Ciudad es algo que aún no se sabe con exactitud. Y es que todavía no se tiene plena certeza de en qué localidades se van a distribuir. Lo seguro es que de concretarse todos esos proyectos de viviendas él área urbanizada La Plata tendría en breve unas cien manzanas más.

Si uno se basa en la distribución geográfica de las 450 hectáreas rurales que el Municipio evalúa con el propósito de rezonificar, podría decirse que el 50% de los proyectos Procrear se instalarían en la zona sur (Villa Elvira, San Lorenzo, Parque Sicardi y Arana); el 40% en la zona oeste (Romero, Abasto, Olmos, Etcheverry); y el resto en el norte (Gorina, Villa Elisa y Arturo Seguí). Pero lo cierto es que no todas esas tierras responden a las exigencias de la Comuna, por lo cual sólo una parte de ellas se podría urbanizar.

Por otra parte están las expectativas de los beneficiarios del Plan acerca del lugar dónde quieren construir. “Si bien la oferta de tierras fue muy interesante, porque se presentaron 61 propuestas, nosotros como grupo, y por las expectativas de nuestra gente, sólo acompañamos diez”, explica Gabriel, quien dice que el 50 por ciento de esas posibles localizaciones se encuentra en el oeste de La Plata, y el resto se divide en partes iguales entre el norte y el sur.

La respuesta se conocería en cualquier caso en pocos días más. Y es que tras evaluar las condiciones de las tierras rurales ofrecidas para subdividir, “el Municipio tiene previsto habilitar una primera partida de 1.500 parcelas aptas para los beneficiarios del Plan Procrear ya en las primeras semanas de mayo”, adelantó el secretario de Gestión Pública, Enrique Sette.

EL IMPACTO PREVISTO

Más allá de cómo se distribuyan geográficamente los proyectos, la inversión inmobiliaria que supone la concreción de 2.500 viviendas en un plazo tan corto no registra antecedentes en la historia de la Ciudad. Así lo resaltan tanto desde el Grupo Unificado de Beneficiarios como desde la Municipalidad al explicar que, a un promedio de 400 mil pesos por crédito, en los próximos meses se moverían en la Ciudad cerca de mil millones de pesos en operaciones inmobiliarias por la adquisición de lotes, así como también por insumos y servicios para la construcción.

Con todo, el económico no es el único impacto que el Plan Procrear produciría sobre la Ciudad. Cien hectáreas urbanizadas más implican también la necesidad de extender la infraestructura urbana y los servicios para atender los requerimientos básicos de las familias que vayan a vivir allí.

“El impacto que tantos proyectos de vivienda van a tener sobre la infraestructura y los servicios urbanos es algo que está previsto en la propia ordenanza -explica Sette-. De hecho, la norma establece que además de contar con un certificado de no anegabilidad, las tierras que vayan a urbanizarse deben haber recibido una factibilidad de la Autoridad del Agua que demuestre que es posible llevar agua corriente o realizar pozos de agua potable, y que se puede realizar en ellas vertido cloacal”.

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“Por otra parte -dice el secretario de Gestión Pública-, la ordenanza pone como condición para rezonificar esas tierras que sus propietarios las doten antes con los servicios mínimos exigidos por el Plan Procrear; esto es tendido eléctrico y accesibilidad. En otras palabras, los titulares de esos dominios tienen que abrir las calles internas con el abovedado y el zanjeo correspondiente y cedérselas al Municipio. No se les va a exigir que las pavimenten, pero sí que garanticen condiciones de transitabilidad”.

“Dado que es posible que en algunos casos se presenten dificultades para realizar las obras de inmediato y no queremos retrasar la concreción de los proyectos, está previsto pedirle a los propietarios de las tierras una póliza de caución a favor de alguna entidad, de manera que si ellos no cumplen con las obras, éstas se encuentran garantizadas por alguien más”, cuenta el funcionario.

La norma también prevé en cierta medida el posible impacto que éstas urbanizaciones podrían tener sobre el transporte, la salud, la seguridad y la educación. “Hemos establecido un sistema de puntuación de las tierras rurales ofrecidas para urbanizar, de manera que cuanto más cerca se encuentren de paradas de micros, escuelas, centros de salud y comisarías, más posibilidades tienen de que se las vaya a rezonificar”, menciona Sette, quien reconoce sin embargo que “una vez construidas las viviendas va quedar obviamente mucho para hacer, pero al menos ya habremos dado respuesta a un problema que se está registrando hoy en todo el país”.

Fuente: El Día