Un aumento de tarifas que pone en jaque a las pymes de Santa Fe

La industria y el comercio santafesino afrontan incrementos de la tarifa eléctrica que van de entre el 60 y 100 por ciento, respecto de marzo del año pasado.

La industria y el comercio santafesino afrontan incrementos de la tarifa eléctrica que van de entre el 60 y 100 por ciento, respecto de marzo del año pasado.

En marzo de este año, los comercios e industrias de Santa Fe debieron afrontar incrementos de entre el 60% y el 100% en sus facturas energéticas respecto al mismo período de 2016, duplicando la inflación de ese período y triplicando los importes que se pagaron durante el año 2015. Así se desprende de un informe elaborado por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) que midió detalladamente el impacto del aumento de la energía eléctrica en pequeños y grandes clientes de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).

«En tan solo dos años el tarifazo de luz, que se suma al de gas, agua y combustible, en un contexto de caída de ventas y de la actividad económica, dificulta el sostenimiento de comercios e industria poniendo en riesgo el empleo de miles de santafesinos», detalló el relevamiento de Ceso, que conduce el economista Andrés Asiain.

El informe detalla que este año la industria y los comercios de la provincia continuaron recibiendo boletas de luz con importante incrementos producto de las revisiones tarifarias realizadas a nivel nacional, como también por incrementos propios de la EPE y no descarta que, tal como lo establece la resolución Nº 6 del Ministerio de Energía de la Nación que declara la emergencia energética y detalla que las tarifas están sujetas a revisiones trimestrales, se produzcan nuevos incrementos este año.

Casos testigo

A la hora de pasar en limpio el detalle técnico, los especialistas de Ceso tomaron como ejemplo un comercio dedicado a la venta de productos alimenticios de la ciudad de Rosario, el cual tuvo que afrontar en marzo de 2017 una factura de luz tres veces mayor a la de marzo de 2015.

Este caso corresponde a un cliente que paga la denominada «pequeña demanda comercial» (UC23), que registró en marzo 2015 un consumo de 2.677 kWh en el bimestre. Desde ese mes a marzo de 2016 se produjo un aumento de 81% en los precios y, de un 66% de marzo 2016 a marzo 2017, lo que en el lapso de dos años significó una suba del 202%.

El segundo caso bajo análisis fue el de una fiambrería de la zona centro de Rosario, que desembolsó en marzo de este año $8.500 más que en el mismo período del año anterior, ya que pasó de pagar $13.266 a $21.801. En esta oportunidad se trata de un usuario que paga la denominada «tarifa pequeña demanda comercial» (UC34) que registró un consumo de 6.384 kWh en el bimestre. En marzo de 2015 a igual mes de 2016 tuvo un aumento del 92% y de esa fecha a marzo de este año del 65%, acumulando así en dos años una s suba del 215%.

Sólo midiendo los últimos doce meses, el informe de Ceso indica que los «incrementos en las facturas de luz de los comercios duplican la suba de precios medidos por el IPC (35%), reflejando el esfuerzo real de los comerciantes por mantener sus fuentes de ingresos en un contexto de fuerte caída de ventas».

En el plano de las industrias la situación también se repite. Siguiendo con los ejemplos, cita el caso de lo que pagó de energía eléctrica a la EPE entre marzo de 2017 y marzo de 2016, una industria plástica de la zona sur de Rosario. Allí se detectó una suba del 80% ya que la factura de la luz pasó de $86.000 a $155.800. Se trata en esta oportunidad de un cliente cuya tarifa es el primero de los segmentos de la tarifa 2 de grandes demandas, es decir es un usuario en baja tensión y con una capacidad de suministro menor a 300 kW.

El informe detalla que este tipo de cliente establece una relación diferente con la EPE de la que entablaban los residenciales, porque además de pagar el consumo de energía efectivamente realizado, la industria debe contratar con la EPE una determinada capacidad de suministro.

De esta manera, entre marzo de 2015 y marzo de 2017 la factura de luz que tuvo que afrontar la industria bajo análisis se incrementó 284%. Si bien el salto más abrupto se dio entre 2016 y 2015 (+113%), los incrementos en la tarifa de luz continuaron en 2017, con una suba del 80%. «En términos absolutos, esta industria debió desembolsar $115.277 más que en 2015 para afrontar el pago de un insumo crítico para su producción como lo es la energía eléctrica», indicó Ceso.

Además de consumo, la factura de electricidad que pagan los santafesinos se compone de diferentes cargos en concepto de distribución, transporte y generación de electricidad, más impuestos nacionales, provinciales y municipales que gravan el consumo eléctrico, los cuales considerados globalmente gravan a la energía eléctrica con una carga de aproximadamente el 40% sobre el importe básico «y como este importe se ha visto fuertemente incrementado, se incrementan al mismo tiempo los impuestos a pagar», detalló el informe.

Finalmente, Ceso puso la lupa sobre la evolución de la tarifa de electricidad en Santa Fe en la última década y aseguró que «desde que asumió el Frente Progresista la Gobernación, la tarifa de energía eléctrica se fue actualizando a pesar de haber estado congelados los precios de la electricidad».

De ese modo, asegura que realizando un análisis del segmento (2B1) de la tarifa de grandes clientes desde el 2007 «se observa que los precios pagados por el kWh de energía (cargo de energía horas pico, resto y valle) permanecieron sin variaciones desde el 2007».

Pero, por otro lado, «si se analiza los cargos fijados por las empresas distribuidoras de energía, en este caso la EPE, se ve que la tarifa se fue actualizando debido al incremento en los cargos de comercialización y capacidad de suministro y, finalmente, los precios del kWh de energía pegaron un abrupto salto con la resolución de febrero de 2016 del gobierno de Mauricio Macri que aumenta la energía eléctrica y elimina gran parte del subsidio nacional que recibía el usuario».

Fuente: La Capital Rosario